El Vaticano difunde las primeras imágenes del papa Francisco en el féretro
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El Vaticano ha difundido este martes las primeras imágenes del papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años, en el féretro de madera en la capilla de la residencia Santa Marta, donde vivió desde 2013. El papa, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, descansa sobre un féretro de madera forrado de terciopelo rojo con una casulla púrpura, una mitra blanca y en las manos lleva un rosario.
La ceremonia a la que corresponden estas imágenes, previa al funeral que se celebrará este sábado en la basílica de San Pedro, es la constatación de la muerte del sumo pontífice argentino, presidida por el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell, según ha explicado el director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia en la Conferencia Episcopal, Ramón Navarro, a RTVE.
En la imagen del rito de la constatación, que había comenzado a las 20.00 horas, se observa a muchos de los cardenales presentes en Roma, que acudieron a la capilla de la Casa Santa Marta, y los colaboradores del pontífice.
El camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel, ante el ataúd del papa en el rito de constatación. ZUMA / EUROPA PRESS
La simbología de la casulla púrpura y la mitra blanca
Los papas, según explica Ramón Navarro, se entierran vestidos de púrpura porque los primeros pontífices fueron mártires y el rojo es el color del martirio, ya que todos están llamados a dar su vida, a entregar su vida por Cristo y por la Iglesia.
La mitra blanca es el tocado que levan en la cabeza de los obispos en algunos momentos de las celebraciones, especialmente cuando ejerce el ministerio de enseñar. Con esa mitra blanca, sencilla, se hace referencia a que el papa y cualquier obispo enseña la fe católica.
El papa no lleva en sus manos el báculo, esa especie de bastón terminado en una cruz, cuya introducción no está prevista en las exequias. Se conserva como un elemento histórico para los papas siguientes, que lo seguirán utilizando, como ha hecho Francisco por ejemplo con el de Juan Pablo II.
Sí puede observarse un rosario en las manos del pontífice argentino, como en anteriores ocasiones llevaron también Juan Pablo II y Benedicto XVI tras su fallecimiento.
Este rito tiene lugar una vez se ha confirmado el fallecimiento por parte de profesionales sanitarios, en concreto el responsable de Salud e Higiene del Vaticano, Andrea Arcangeli, que elabora el acta de defunción y prepara el cuerpo para su traslado, en este caso a la capilla de la residencia donde vivió los últimos años.
Ramón Navarro ha explicado que este rito "no es tanto una constatación física de la muerte, sino ante esa realidad de que el papa ha muerto, un momento de oración, que precedería al traslado" a la Basílica de San Pedro del Vaticano que será este miércoles, según anunció la oficina de prensa del Vaticano.
Se puede ver al cardenal camarlengo, Kevin Farrell, derramando agua bendita sobre el cuerpo del pontífice. A continuación hay una oración, un salmo, y como último paso se levanta acta de la muerte del papa, explica Ramón Navarro.
El féretro en el que se ha colocado el cuerpo del pontífice, que podía verse en la capilla de la residencia Santa Marta, de madera por fuera y recubierto por dentro de zinc, es el mismo en el que se expondrá durante la misa funeral, previsto este sábado 26 de abril en la Basílica Vaticana. Si su fallecimiento se hubiera producido en la residencia oficial del papa del Palacio Apostólico, a cuya capilla se habría llevado si hubiera vivido allí.
En sus primeros años, el papa celebraba la misa todas las mañanas en esa misma capilla de la Casa Santa Marta, recuerda Navarro.
Los fieles podrán despedir al papa en San Pedro
En la primera congregación previa al cónclave para definir detalles sobre el traslado del cuerpo a la Basílica de San Pedro, 60 cardenales han decidido aspectos como el momento en el que podrá ser venerado por los fieles, o la fecha del funeral —que de acuerdo con la legislación vaticana debe celebrarse de cuatro a seis días después del fallecimiento—.
Las reformas que el papa Francisco ha introducido en estos ritos son "pequeños detalles que en su conjunto marcan una cierta línea de humildad, de que el papa es el obispo de Roma, es el papa pero no deja de ser un obispo más y quiere ser el funeral de un pastor".
En esta primera congregación general preparatoria, tal y como recoge la carta enviada por el decano del colegio cardenalicio Giovanni Battista Re a los purpurados tras la muerte del pontífice, habían sido convocados a las 9.00 horas en el Aula del Sínodo los cardenales mayores de 80 años, aunque, como se establece en el artículo número 7 de la Constitución Apostólica, tienen libertad para participar o no.
La fecha del funeral se puede posponer en circunstancias especiales, como ocurrió con el papa Juan Pablo II, "ante el aluvión de gente tremendo que quiso entrar a la Basílica". Por eso, hasta que no se vea como va a ser el homenaje de los fieles, es difícil saberlo.
Su féretro se colocará ante el atrio de la confesión de la Basílica de San Pedro, abierto, y muy poco elevado sobre el suelo, como el pontífice quería, una imagen distinta a la que dejaron los dos pontífices anteriores, porque tanto en el caso de Juan Pablo II como de Benedicto XVI, el cuerpo se colocó sobre un catafalco y sin el féretro.
Los fieles podrán pasar durante unos días , "el tiempo que sea necesario para rendir un último homenaje al papa" y después se celebrará el funeral, según ha explicado Navarro a RTVE.
Imagen difundida por el Vaticano del rito de constatación. ZUMA / EUROPA PRESS
La ceremonia del funeral está perfectamente reglada en el atrio de la basílica de San Pedro, explica el director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia en la Conferencia Episcopal, Ramón Navarro. Lo preside el cardenal decano, en este cao el cardenal Giovanni Battista Re.
El papa ha querido que el funeral se oficie como sería la ceremonia por el fallecimiento de cualquier obispo. Al final de la misa se hace un homenaje de la Iglesia de Roma, dado que el papa es obispo de la capital italiana, y de las iglesias orientales, que al final darán un responso bizantino.
Imagen difundida por el Vaticano del rito de constatación. ZUMA / EUROPA PRESS
Después del funeral se trasladará el cuerpo del pontífice a la basílica de Santa María la Mayor para el entierro, ceremonia en la que el cardenal decano también llevará una casulla de color rojo. El papa expresó su deseo de ser enterrado en la capilla paulina de este templo que se encuentra fuera de El Vaticano.
"Él tenía una devoción tremenda por la virgen y concretamente por este icono", recuerda Ramón Navarro en referencia a la imagen de la Salus Populi Romani, a la que iba siempre que iba a hacer un viaje y siempre que volvía. En esa capilla se encuentran enterrados otros dos papas, Pablo V y San Pío X.
Imagen difundida por el Vaticano del rito de constatación. ZUMA / EUROPA PRESS
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