El sector del acero y del aluminio llama a la unidad ante los aranceles de Trump: así afectan a las empresas españolas
- La Unión Europea dice que están “preparados” para defender sus intereses económicos
- En el sector hay incertidumbre por cómo podría afectar a determinados productos y empresas


España es uno de los países afectados por la nueva ronda de aranceles anunciada este lunes por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en esta ocasión del 25% a las importaciones de acero y aluminio. Desde la Comisión Europea ya han adelantado que están “preparados” para defender sus intereses económicos, pero en el sector hay mucha incertidumbre por cómo podría terminar afectando a determinados productos y empresas.
No se trata de la primera vez que Trump castiga a estos sectores. Durante su primer mandato (2017-2021), el presidente estadounidense impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, que posteriormente se aliviaron gracias a las excepciones negociadas.
Entonces, la UE y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para establecer un sistema de cuotas o de Contingentes Arancelarios, que incluía los intercambios de acero y aluminio. Se trata de un sistema en vigor hasta marzo de 2025 y por el que se establece un umbral de volumen de intercambios por debajo del cual no se pagan aranceles. Por encima de dicho cupo sí se pagaría un arancel del 25% para el caso del acero y del 10% para el aluminio, explica la Cámara de Comercio española.
En esta ocasión, sin embargo, Trump ha anunciado que estos gravámenes se pondrán en marcha "sin excepciones ni exenciones", con el objetivo de fortalecer la economía y la seguridad nacional del país. “Es el comienzo para hacer que Estados Unidos vuelva a ser rico", señaló el magnate desde el Despacho Oval en la Casa Blanca mientras firmaba el documento.
Unos 650 millones de euros, en riesgo
La decisión se produce a pesar de las advertencias de represalias de algunos líderes políticos internacionales y de la preocupación que han expresado algunas empresas estadounidenses, que dependen en gran medida de estas importaciones.
La propia Cámara de Comercio de EE.UU. ante la Unión Europea ha pedido este martes al presidente estadounidense que exima “permanentemente” a los países europeos de este gravamen, ya que es “el socio económico de América más importante”, y que busquen “urgentemente” una solución negociada y eviten una espiral negativa de aranceles que “solo perjudicaría a ambas economías”.
En el caso de España, las exportaciones a Estados Unidos alcanzan los 22.000 millones de euros e involucran a más de 27.000 empresas de distintos sectores, según datos de la Cámara de Comercio española. Así, Estados Unidos se posiciona como el sexto destino de nuestros productos en el extranjero y el segundo fuera de la UE por detrás de Reino Unido.
¿Y qué papel juega el sector del aluminio y el del acero? De acuerdo con las primeras estimaciones de la Cámara de Comercio de España, unos aranceles del 25% aplicados a las importaciones de acero (incluyendo hierro) y de aluminio (incluyendo sus manufacturas), procedentes de la UE, podría suponer, en media, una reducción del 10,4% del valor total de las exportaciones españolas de estas partidas destinadas a EE.UU.
Nuestro país es el décimo exportador de acero a Estados Unidos y ocupa la posición 28 en el caso del aluminio. Ambas industrias generan exportaciones por valor de 650 millones de euros, que ahora pueden estar en riesgo por los aranceles anunciados por el presidente estadounidense.
La siderurgia pide que se mantengan las excepciones
La mayor parte de estos ingresos proceden del sector siderúrgico. En total, 518 millones de euros, según datos de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), que cifra en el 3,3% el total de exportaciones de acero que se llevan a cabo desde España con destino Estados Unidos.
“No es tan grave como inicialmente sospechábamos o nos hicieron llegar porque en realidad esta decisión de 25% de aranceles es la que ya existía, lo único es que para ciertos productos había contingentes y exenciones”, explica a RTVE.es la directora general de Unesid, Carola Hermoso, que ahora no saben si se van a mantener.
Por este motivo, reconoce que existe “preocupación” entre aquellas empresas en las que el mercado americano supone una fracción de su producción importante, aunque valoran que la UE esté adoptando una postura "proactiva" para proteger sus intereses comerciales y económicos.
“Creemos que hay margen de negociación, sobre todo porque el mercado estadounidense es deficitario en muchos de estos productos de acero, es decir, no hay fábricas que los produzcan. Por lo tanto, es razonable que continúen esas excepciones porque son productos que el mercado estadounidense y sus consumidores necesitan”, añade Hermoso.
El sector del aluminio apuesta por el diálogo
En una situación similar se encuentra el mercado del aluminio. España exporta alrededor de 20.000 toneladas al año a Estados Unidos, lo que supone unos 130 millones de euros anuales. Esto es, un 3% del total de 650.000 millones que el sector exporta al resto del mundo, según la Asociación Española del Aluminio y Tratamientos de Superficie (AEA), entidad que representa a más de 650 empresas del sector y que agrupa unos 11.000 trabajadores.
“No es una cantidad significativamente enorme, pero son productos difíciles de vender en un mercado tan exigente como Estados Unidos y, por lo tanto, hay un conjunto de empresas y de trabajadores que dependen de ellas que ahora mismo tienen que estar muy preocupados”, ha apuntado a los micrófonos de RNE el secretario general de la AEA, Gonzalo de Olabarria.
La asociación recuerda que los aranceles de 2018 afectaron “de manera significativa” a las exportaciones europeas, generando una caída en la competitividad del aluminio europeo en el mercado estadounidense. A pesar de ello, aseguran, la industria española logró adaptarse a través de la diversificación de mercados, buscando alternativas en otras regiones y también con una mayor inversión en procesos de valor añadido, que le permitieron mantener su competitividad en el mercado global.
Por este motivo, reiteran su apuesta por “el diálogo y la cooperación internacional para resolver cualquier desafío que pueda surgir, siempre en beneficio del desarrollo y la estabilidad de la industria del aluminio”. “En un caso como este ahora mismo se abre un proceso de negociación que, de momento, es incierto”, ha recalcado el experto, quien llama a la calma hasta su resolución porque, destaca, es “prematuro sacar conclusiones definitivas hasta la oficialización de estas medidas”.
Primeras reacciones
La medida ya ha tenido un impacto inmediato en los mercados financieros, provocando caídas en las acciones de fabricantes de acero en Asia y Europa, así como un repunte en el valor del dólar.
Dentro del principal selectivo español, el IBEX 35, Acerinox cerró este lunes con una subida de casi el 4%, ya que cuenta con varias fábricas de producción dentro de Estados Unidos. En el lado contrario, ArcelorMittal retrocedió un 0,62%. La mayor siderúrgica del mundo apenas cuenta con instalaciones en EE.UU., por lo que puede verse perjudicada en gran medida por la política proteccionista impulsada por Donald Trump.
Ante este contexto, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, convocó este lunes a los representantes de ambos sectores a una reunión para trasladar el apoyo del Gobierno y compartir los retos ante este tipo de amenazas.
“Se han ofrecido a estar muy atentos a esta situación, a estar en continuo contacto con el sector industrial y pues a ponerse a trabajar en cuanto sea posible para este proceso de negociación”, recalca el secretario general de la AEA. En la misma línea, desde Unesid agradecen a las administraciones que ya estén “tomando las riendas del asunto” y piden que se les tenga en cuenta en el momento en el que se inicien las negociaciones.
También la Unión Europea ha reaccionado de inmediato, avisando a Donald Trump de que no hay "justificación" para imponer aranceles a las exportaciones de estos sectores y advirtiendo de que responderá ante cualquier medida "injustificada" que pueda poner en riesgo los intereses europeos. Las tarifas injustificadas a la UE no pasarán sin respuesta: desencadenarán contramedidas firmes y proporcionadas", ha puntualizado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La medida anunciada este lunes es un nuevo ejemplo de la estrategia del presidente estadounidense para utilizar los aranceles como herramienta de negociación para obtener otras concesiones concretas, en materias que van desde el comercio hasta la migración o la seguridad. Está por ver hasta dónde llegará en esta ocasión.