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Estados Unidos

Las protestas propalestinas ponen en jaque la conquista del voto joven para Biden

  • En las elecciones de 2020, los menores de 30 fueron clave para la victoria demócrata
  • Los estudiantes piden un cambio de rumbo con respecto a la guerra en Gaza que el Ejecutivo ya ha descartado

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Las protestas propalestinas ponen en jaque la conquista del voto joven para Biden
Protestas estudiantiles en la Universidad George Washington CHIP SOMODEVILLA / GETTY

La propagación de las protestas propalestinas en universidades estadounidenses refleja el desencanto de ciertos sectores de la población joven con la gestión del Gobierno de Joe Biden, cuyo triunfo en los comicios de 2020, que le alzaron a la Presidencia frente al republicano Donald Trump, se debió en parte al apoyo de este grupo de edad. A menos de seis meses de una cita electoral que volverá a enfrentar a ambos candidatos, el mandatario ha evitado posicionarse a favor de las movilizaciones y ha descartado un giro en su postura sobre el conflicto, tal y como piden no solo los manifestantes, sino también miembros de su propio partido. 

El actual movimiento estudiantil, que ha despertado el rechazo de la comunidad judía estadounidense con acusaciones de "antisemitismo", recuerda al organizado en contra del apartheid en los años 80, o contra la guerra de Vietnam en los 60, y tiene como cuna la Universidad de Columbia, en Nueva York. Sin embargo, también se han organizado actos y protestas en otros centros superiores como Brown, Texas, Yale o California. Los campamentos levantados en esta última, al igual que había ocurrido previamente en la universidad neoyorquina, fueron desmantelados el jueves en una tensa intervención en la que participaron los antidisturbios. 

Los jóvenes, llave para la victoria de Biden en 2020

Como apunta a RTVE.es la politóloga Alison Brysk, de UC Santa Barbara, existe preocupación por una eventual pérdida de apoyo a Biden entre los votantes de entre 18 a 35 años, "que son abrumadoramente críticos con la guerra en Gaza y la respuesta de la Administración" del presidente. Ahora bien, el temor "no es un giro hacia Trump - al que los jóvenes votantes se oponen por otras razones- sino más bien un descenso de la participación y/o del apoyo de los jóvenes a candidatos de terceros partidos que compitan con Biden". 

Según datos del Pew Research Center, los jóvenes simpatizan más con el pueblo palestino que con el israelí, al contrario que sucede entre los adultos mayores. Un tercio de los menores de 30 años dice que sus simpatías están "total o principalmente" con el pueblo palestino, mientras que solo el 14% declara ese mismo sentimiento con los israelíes. Además, la proporción de personas en esa franja de edad con una opinión favorable del pueblo israelí ha caído 17 puntos porcentuales desde 2019, mientras que las opiniones sobre el pueblo palestino se han mantenido estables.

En las elecciones de 2020, la tasa de participación de los jóvenes creció de manera significativa y en algunos estados su voto fue decisivo para la victoria demócrata. Según datos del Centro de Información e Investigación sobre Aprendizaje y Participación Cívica (CIRCLE), los votantes de entre 18 y 29 años prefirieron a Biden por un margen de 25 puntos (61% a 36%) y el apoyo fue aún mayor entre la población negra (más del 80% de los jóvenes racializados de Georgia y Pensilvania, dos estados con disputas clave, votaron por el actual presidente). 

La politóloga del Watson Institute de la Universidad de Brown Wendy Schiller cree que, más allá del desencanto que puedan proyectar las protestas, Biden puede recuperar el voto joven poniendo el foco en cuestiones como el cambio climático, el derecho al aborto o la legalización de la marihuana. Además, apunta a RTVE.es, "sólo el 48% de los votantes registrados menores de 30 años votan, así que las pérdidas entre esta población pueden ser perjudiciales, pero no suelen costar las elecciones a un candidato". 

Los estudiantes piden un cambio en las relaciones con Israel

Los manifestantes exigen a sus universidades romper lazos y renunciar a la financiación de empresas que, de alguna manera, participen en el conflicto en Gaza; y al Gobierno, que apoye un alto el fuego en el enclave palestino y que ejecute un cambio de rumbo en la política estadounidense con respecto a Israel. Estados Unidos fue el primer país en reconocer el Estado de Israel hace ya más de 70 años y, actualmente, es el aliado más poderoso de Tel Aviv y el que más armamento le proporciona.

"Me gustaría que fuéramos el despertar de la conciencia estadounidense", comenta a TVE una estudiante de Políticas en la Universidad de Columbia, que no ha querido dar su nombre. Juan Manuel Benítez, profesor de periodismo en esa misma universidad, asegura que con las protestas "vemos a una población joven de Estados Unidos que en esta ocasión ahora mismo es más diversa, étnica, racialmente, socialmente y también culturalmente, y que se siente más cercana a la causa palestina, algo que no había ocurrido de una manera tan significativa nunca aquí en la historia de Estados Unidos". 

Cientos de policías entran en la Universidad de California tras una jornada de enfrentamientos en todo el país

Varios policías forcejean con un grupo de manifestantes propalestinos en la Universidad de California en Los Ángeles.

Para la politóloga de la UC Santa Barbara estos actos reivindicativos "reflejan e inspiran un cambio en el apoyo adicional a los palestinos en varios sectores más allá de los organizadores estudiantiles, en particular, las comunidades racializadas y los críticos de izquierda de la política exterior estadounidense". Al igual que ocurre con los jóvenes, esto no significa que este grupo vaya a decantarse por Trump de cara a las elecciones, pero sí pueden optar por la abstención o por terceros partidos.

Sin embargo, añade Brysk, a la vez que despiertan simpatías entre algunos grupos, "las protestas también surten el efecto contrario entre los ciudadanos estadounidenses de mayor edad y de la corriente dominante, que se sienten alienados por las tácticas de protesta más militantes, como la ocupación, la retórica revolucionaria y el ondear de banderas extranjeras".

El mayor problema de Biden, asegura Schiller, lo tiene con los votantes independientes mayores de 55, "que consideran que los manifestantes producen caos y violencia y que algunos de ellos expresan su apoyo a organizaciones terroristas como Hamás". De hecho, la "recompensa a los universitarios" llevada a cabo por el presidente mediante la condonación de préstamos estudiantiles podría hacer, según la experta, que pierda votos entre aquellos que "o bien ya pagaron su deuda o bien nunca fueron a la universidad",  precisamente "el grupo de edad que necesita para ganar".

El "no" de Biden a un cambio en su política

Tras largos días de silencio sobre el movimiento estudiantil, Joe Biden hizo público el jueves su rechazo a la "violencia" en las protestas propalestinas. "Está bien protestar, pero no está bien causar el caos", aseguró el mandatario, advirtiendo que "no hay lugar" para el discurso de odio en EE.UU. Luego, al ser preguntado sobre si lo que está ocurriendo en las universidades influía en su postura en la guerra de Gaza, respondió con un rotundo "no".

Las expertas consultadas coinciden en que no debemos esperar un cambio de rumbo sustancial en la política estadounidense por parte del presidente. Eso no significa, sin embargo, que la presión social no pueda conducir a pequeñas maniobras como la que vimos en el Congreso el pasado miércoles, cuando la administración del presidente se enfrentó a la petición de 57 parlamentarios demócratas para que el Ejecutivo tomara las medidas necesarias para evitar un asalto en Ráfah, al sur del enclave palestino. 

Además, cabe recordar que, antes de que las protestas aterrizaran en las universidades, el apoyo del Ejecutivo estadounidense a Israel provocó una importante votación de protesta en hasta siete estados durante las elecciones primarias. Donde más éxito tuvo fue en Minnesota: allí, 19% de los demócratas marcaron en su papeleta "no comprometidos" como protesta a la política de Biden con respecto al conflicto en la Gaza, donde ya han muerto más de 34.500 personas desde octubre. 

"La Administración Biden ya ha amonestado a Israel, ha administrado directamente ayuda humanitaria y se ha abstenido en una votación de la ONU (para pedir un alto el fuego en Gaza); son cambios menores pero representan un cambio real respecto a tendencias anteriores", apunta Brysk, que descarta un cambio más profundo basándose en que el apoyo a Tel Aviv se mantiene en la mayor parte del sistema político estadounidense, tanto entre los demócratas como entre los republicanos. 

"La gran mayoría de los estadounidenses, encuesta tras encuesta, expresan su firme apoyo al derecho del Estado de Israel a existir como lo hace", expone Schiller. Por ello, si Biden llega a hacer una promesa como la de retener la futura ayuda militar si persisten los bombardeos, "tendrá dificultades para conseguir financiación futura para ayudar a otros países como Ucrania, por lo que es poco probable que cambie de rumbo". 

Según el promedio de sondeos de FiveThertyEight, una web especializada en estudios de opinión, Biden y Trump se encuentran realmente próximos en las encuestas, a diferencia de apenas un punto entre ambos. A seis meses de la gran cita electoral de noviembre, está por ver qué temas marcarán la campaña y qué parte de la población inclinará la balanza en esta ocasión hacia uno u otro candidato.