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El acuerdo con Mercosur, precios justos y ayudas a la transición verde: por qué protestan los agricultores europeos

  • La organización convocante en Bruselas carga contra las "políticas neoliberales" de la UE y pide menos burocracia
  • El Ejecutivo comunitario concedió esta semana algunas medidas, pero la movilización continúa también en cada país

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La protesta agraria estalla en Europa

El campo europeo vuelve a rugir. Un millar de agricultores y ganaderos de la Unión Europea se han unido este jueves para protestar ante la sede del parlamento europeo en Bruselas. Belgas, franceses, españoles, italianos, portugueses, etc., quieren que sus demandas, que llevan días proclamando también en sus países, se escuchen en la cumbre de líderes de los 27 Estados miembros.

La movilización ocurre pese a las acusaciones vertidas esta semana desde Francia de "competencia desleal" a España e Italia. Ahora los tractores europeos están unidos en su reivindicación. Al fin y al cabo, conviven bajo la misma legislación comunitaria.

Resumimos a continuación sus demandas y la respuesta desde la Comisión Europea.

Contra el acuerdo con Mercosur

La Coordinadora Europea Vía Campesina, que convoca la concentración, señala a las "políticas neoliberales europeas" como responsables de la "angustia" de los agricultores. Sus quejas se dirigen específicamente al acuerdo que la Unión Europea negocia con Mercosur (la alianza económica de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay). En 2019, los Veintisiete ya alcanzaron un pacto de libre comercio, sin embargo, nunca se llegó a ratificar y, por lo tanto, no está en vigor.

En estas negociaciones, las mayores reticencias a la ratificación están en el lado europeo. Por "aspectos medioambientales y la amenaza competitiva de las exportaciones del Mercosur para los productos agrícolas", resumen los investigadores del Real Instituo Elcano, en un artículo en el que destacan que permitiría a la UE adelantar a EE.UU y China en sus relaciones comerciales con América Latina. Al respecto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reiterado este jueves su voluntad de materializar el vínculo geopolítico y económico con un continente al que —ha dicho— "nos unen tantas cosas".

Pero el acuerdo con Mercosur no es el único que los agricultores europeos juzgan como amenaza. Piden también que no se ratifique el pacto comercial con Nueva Zelanda y que se detengan lsa negociaciones con Chile, Kenia, México, India y Australia. Igualmente, el Acuerdo Integral de Economía y Comercio de la UE con Canadá (CETA), "que se ha puesto en marcha sin haber sido ratificado nunca por todos los Estados miembros, debe ser derogado", exigen en su comunicado.

"Las reivindicaciones para la protesta se centran en abordar las incoherencias existentes entre la legislación de la Unión Europea y los acuerdos internacionales, lo que nos lleva a exigir la implementación de la 'cláusula espejo'", agregan desde la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores española (ASAJA), quienes se han unido a la protesta en Bruselas. El campo español tiene su propia batalla a este respecto, especialmente, frente a las exportaciones desde Marruecos. Piden que los productos agrícolas que vienen de fuera cumplan con los mismos requisitos que los locales.

Precios justos ante el aumento de costes

Y el campo vuelve a poner encima de la mesa el problema de los precios. "Debe garantizarse que los precios agrícolas sean superiores a los costes de producción, que han aumentado mucho en los últimos años. Nuestro tiempo de trabajo también debe tenerse en cuenta a la hora de determinar un precio justo", expone la Coordinadora Europea Vía Campesina.

Para ello, piden que la UE establezca precios de intervención y precios mínimos para todos los productos. Asimismo, urgen a reforzar la directiva sobre prácticas comerciales desleales (UTP) y, en su comunicado, ponen como "ejemplo positivo" la ley española sobre la cadena alimentaria.

"Reclamamos herramientas de regulación del mercado para estabilizar los precios y evitar la especulación y los márgenes infundados de ciertos agentes de la agroindustria y la distribución", agregan.

Reparto "equitativo" de ayudas

El reparto "equitativo de las ayudas" de la Política Agraria Común (PAC) es otra de las reivindicaciones ya clásicas del campo europeo, "para facilitar una transición justa" hacia un modelo "agroecológico"

La coordinadora europea denuncia que el presupuesto actual es insuficiente y las cuantías no están bien repartidas para apoyar a las explotaciones pequeñas y medianas, las que precisamente "practican una agricultura sostenible desde el punto de vista social y medioambiental".

A este respecto, apuntan un dato: el 20% de los agricultores más grandes de Europa reciben el 80% de las ayudas públicas. "Muchos de los cuales ni siquiera trabajan en sus explotaciones", acusan. Así, plantean que las subvenciones se concedan por trabajadores activos y no por hectáreas.

ASAJA solicita igualmente una "valuación más efectiva" de la legislación comunitaria que les afecta, algo que consideran "crucial" para asegurar que las políticas orientadas a reforzar una economía más verde no solo sean "no solo sean ambientalmente sostenibles, sino también viables para los agricultores y ganaderos".

Cargan contra la burocracia y se reivindican como "clave" estratégica de la UE

Finalmente, el sector agrícola y ganadero reclama menos burocracia en su actividad diaria. "Necesitamos procedimientos sencillos y personas que respondan a nuestras preguntas y nos ayuden en el proceso, no algoritmos", puntualizan desde la coordinadora europea.

Es otra reivindicación habitual, también en España. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) señala la "costosa carga burocrática de las normativas agrarias y medioambientales" como uno de los motivos para sumarse a la concentración en Bruselas.

"Las cargas económicas y la burocracia están estrangulando a los agricultores de toda la UE", expresaron igualmente este jueves en una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, firmada por las organizaciones COPA Y COGECA, la asociación de agricultores y cooperativas agrarias en la UE.

También ASAJA subraya la necesidad de realizar su actividad "con dignidad y menores cargas administrativas", tras recordar que quedan poco meses para las elecciones europeas.

Con todo ello, reivindican "un reconocimiento más profundo de la importancia estratégica del sector agropecuario europeo, no solo en términos de suministro de alimentos y energía, sino también como un pilar crucial en el actual contexto geopolítico".

Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Miguel Padilla (COAG): "Los requisitos de la UE nos asfixian" - Escuchar ahora

Qué responde la UE hasta ahora

La demostración de fuerza de los agricultores y ganaderos en Bruselas llega después de algunos avances recientes en sus demandas. Tras las quejas por la liberación del comercio con Ucrania y las condiciones medioambientales de la PAC, la Comisión Europea ha concedido este jueves algunas medidas.

Por un lado, elimina por un año la obligación de dejar en barbecho o improductiva el 4% de las tierras, requisito de la PAC para recibir ayudas básicas. En su lugar, los agricultores pueden plantar determinados cultivos (como lentejas, guisantes o habas y otros cultivos intermedios), que pueden servir como forraje para los animales o como abono verde y tienen beneficios medioambientales para el suelo.

La Comisión Europea argumenta la decisión por la subida de los costes tras la guerra en Ucrania, sumado a una caída de precio del cereal. "En tales condiciones, la obligación de reservar tierras cultivables puede tener un impacto negativo significativo a corto plazo en los ingresos de determinados agricultores", señala la nota de prensa. Los Estados miembros, no obstante, tienen que aprobar la medida para que empiece a aplicarse en sus territorios.

Por otro lado, Bruselas ha renovado la supresión de aranceles a las exportaciones ucranianas y moldavas. Sin embargo, ante las quejas de los agricultores, han incluido un "freno de emergencia" para los productos más sensibles (aves, huevos y azúcar): si sus importaciones superan los volúmenes medios de los últimos dos años, se volverán a aplicar los aranceles para no desestabilizar el mercado.

Paralelamente, el Ejecutivo comunitario ha abierto un "Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura", un foro para sentarse con el sector. En cualquier caso, sus conclusiones no llegarán hasta el segundo semestre del año.

Y la conversación continúa también en clave nacional. Francia ha anunciado este jueves que impedirá la importación de alimentos tratados con pesticidas prohibidos en la UE y destinará 150 millones de euros en ayudas fiscales y sociales al sector. Y, en España, el Ministerio de Agricultura se reúne este viernes con las organizaciones agrícolas y ganaderas. La imagen de las protestas se repite en Portugal, Alemania, Polonia, Rumania o Grecia.