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La crisis humanitaria se recrudece en Gaza tras tres meses de guerra: "Hay un baño para cada 400 personas"

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Niños palestinos esperan recibir comida preparada en una cocina benéfica en medio de la falta de suministros alimentarios mientras continúan los combates entre Israel y Hamás.
Niños palestinos esperan recibir comida preparada en una cocina benéfica en medio de la falta de suministros alimentarios mientras continúan los combates entre Israel y Hamás.

“No llega la ayuda humanitaria. Lo que llegan son gotas, no es una respuesta humanitaria a la crisis en Gaza”, lamenta en declaraciones a RTVE.es el coordinador de Emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) Nicholas Papachrysostomou, quien ha pasado cinco semanas en el sur de la Franja de Gaza.

Hoy se cumplen tres meses del día en el que el Ejército Israel inició una invasión terrestre, aérea y marítima de la Franja de Gaza que se desató cuando el grupo islamista Hamás llevó a cabo una incursión transfronteriza en territorio israelí el 7 de octubre. En este tiempo ha sido muy poca la ayuda humanitaria que ha podido entrar en este territorio palestino, haciendo que la situación que viven los gazatíes sea catastrófica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que este lunes llegaron 13 camiones con “suministros médicos cruciales para cirugías y anestesia” a través del cruce fronterizo de Ráfah y, según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), un total de 105 camiones cargados con alimentos, medicinas y otros suministros han entrado este miércoles a través de los cruces de Ráfah y Kerem Shalom. Pero no es suficiente.

“Hasta nosotros encontramos desafíos inmensos en hacer llegar suministros médicos”, comenta Papachrysostomou, quien ha trabajado para MSF en la reapertura de una clínica en Ráfah cerrada por la falta de personal desde que comenzó la guerra. “No podemos trabajar bien en la clínica porque nos faltan un montón de medicamentos que necesitamos. Nos faltan analgésicos y un montón de cosas más. Cada tanto estás esperando que lleguen los camiones y no llegan. Están bloqueados en Egipto, en la frontera”, añade.

Gaza cumple tres meses de guerra con más del 85% de su población desplazada

Ya son casi 23.000 los palestinos que han muerto desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud gazatí, la mayor cifra desde la guerra de 1948 que llevó a la fundación del Estado de Israel. Además, el conflicto deja también alrededor de 1,9 millones de desplazados en la Franja de Gaza, lo que supone el 85% de su población. La mayoría de ellos se ha instalado ahora en escuelas de la ONU y hospitales abarrotados, y en tiendas de campaña en plena calle.

“La gente no tiene muchas opciones. Cree que los hospitales y las clínicas son los últimos lugares en ser atacados y por eso miles de desplazados entran en ellos. Esto supone que los espacios del hospital y varias camas están ocupadas por gente que no debería ocuparlas, pero esta gente no tiene a dónde ir”, explica Papachrysostomoy, quien recalca que los hospitales tampoco son lugares protegidos.

“Ya hemos visto ataques a hospitales, ambulancias, camiones humanitarios. No hay protección asegurada o garantizada por las partes del conflicto y, particularmente, en términos de hospitales, de las autoridades israelíes. No hay nada protegido en la Franja de Gaza”, subraya.

"No hay nada protegido en la Franja de Gaza"

Hacinados en Ráfah con una ducha para cada 2.900 personas

Más del 85% de los 2,3 millones de habitantes en la Franja de Gaza se han visto obligados a abandonar sus hogares huyendo de la creciente ofensiva terrestre de las tropas israelíes y están hacinados en una zona cada vez más pequeña de este territorio.

En toda la Franja, más de 1,8 millones de personas se refugian en 155 instalaciones administradas por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), mientras que la gobernación de Ráfah sigue siendo el principal refugio para los desplazados, con alrededor de un millón de personas hacinadas.

“La presión sigue creciendo porque con la ofensiva en el área central de Gaza, vemos cada vez más personas desplazándose a Ráfah y sus inmediaciones. La situación está empeorando. La ciudad no tiene capacidad de absorción”, explica a RTVE.es la directora de UNRWA en Europa, Marta Lorenzo.

“En escuelas, almacenes, centros de formación profesional, cualquier instalación de la ONU. Hemos cuadriplicado la capacidad que tenían los albergues y a medida que avanza la ofensiva, vemos que se acerca más gente. Muchos de estos refugios ni siquiere estaban preparados para ser refugios”, señala. “Esto se traduce en que las personas están en unas condiciones muy precarias, compartiendo un baño para casi 400 personas o una ducha para 2.900”, afirma.

Ráfah, al límite por los bombardeos y la llegada de desplazados

Por su parte, Papachrysostomoy comenta que “antes de la guerra la ciudad de Ráfah era una ciudad pequeña, de entre 250.000 y 300.000 personas”. “Si pides que se desplace a un 85% de la población de la Franja a vivir en una ciudad y sus alrededores, ¿cómo se maneja esta situación? Es inmanejable”, se responde a sí mismo. “La gente ha ocupado cada rincón de la ciudad. Hay tiendas en las calles, fuera de casas, dentro de mezquitas, a las afueras de nuestra clínica…”, recalca.

La situación dispara la propagación de enfermedades

A medida que avanza el conflicto, crece la preocupación sobre cómo las circunstancias que lo rodean están haciendo que aumente seriamente el riesgo de propagación de enfermedades en la Franja de Gaza. Las agencias de Naciones Unidas han advertido de los riesgos de enfermedades, desnutrición y hambruna ante la limitada ayuda que llega a este territorio palestino. La OMS ha avisado de que podría haber más muertes en Gaza causadas por enfermedades y por las infraestructuras colapsadas que por las bombas.

La propagación de enfermedades es un impacto indirecto de la guerra debido principalmente a la destrucción de la infraestructura civil, que proporciona agua, alimentos, refugio y atención médica, algo que se suma al desplazamiento forzado. Las personas que viven en los refugios están hacinadas y la falta de alimentos, agua, saneamiento, higiene básica, gestión de residuos y acceso a medicamentos están provocando casos anormalmente elevados de algunas enfermedades.

“Ningún lugar de Gaza es seguro y la cifra de muertes y heridos entre los niños es asombrosa. Ahora se ven empujados cada vez más hacia el sur, hacia zonas minúsculas y superpobladas, sin agua, alimentos, protección ni ninguno de los elementos esenciales necesarios para sobrevivir, lo que los pone en mayor riesgo de contraer infecciones respiratorias y enfermedades transmitidas por el agua”, asegura a RTVE.es el coordinador de Emergencias de UNICEF en Gaza, Maulid Warfa.

Según Warfa, los casos de diarrea superan los 100.000 y “aproximadamente la mitad de estos casos ocurre en niños menores de 5 años”. “Eso esto preocupante porque la diarrea es la segunda causa de muerte entre niños menores de 5 años. Debido a que se pierde una gran cantidad de líquidos y nutrientes del cuerpo, la diarrea deja el cuerpo deshidratado y desnutrido si no se trata”, comenta.

Además, los casos de enfermedades respiratorias agudas superan los 150.000 y también se han registrado casos de paperas, sarna, varicela y meningitis, entre otras enfermedades. UNICEF también ha mostrado preocupación por el brote de enfermedades que pueden prevenirse con vacunas. “La vacunación se ha interrumpido desde la escalada de las hostilidades y, como los refugios están tan abarrotados, se crea un entorno propicio para la rápida propagación de enfermedades”, añade.

Por su parte, el coordinador de Emergencias de MSF asegura que en Ráfah, al no darse las condiciones higiénicas necesarias “se corren riesgos significativos” y a eso se suma la llegada del invierno, con lluvias y frío. “El agua entra en las tiendas porque obviamente no están bien hechas. Hay infecciones respiratorias agudas en niños y también en adultos, hay diarreas porque viven en situaciones muy malas con letrinas compartidas, con agua, con basura acumulada…”, indica.

Palestinos desplazados abarrotan sur de Gaza mientras Israel intensifica sus ataques en el centro de la Franja

Un conflicto que se puede alargar “indefinidamente”

A mediados de diciembre, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que la guerra en Gaza “durará meses”, frustrando la esperanza de un rápido final de un conflicto que ya es el más sangriento en 75 años.

Los expertos consultados por RTVE.es coinciden en que Israel se ha planteado un “objetivo muy ambicioso: la destrucción de Hamás”, afirma el analista de Seguridad y Defensa, Jesús Manuel Pérez Triana. “Es un objetivo tan ambicioso y complejo que es muy difícil de medir cuándo se ha alcanzado una condición mínima de victoria. La operación se puede alargar indefinidamente porque llegar a la absoluta destrucción de Hamás en la Franja de Gaza es algo inmanejable”, subraya.

Israel no ha mostrado signos de reducir la intensidad de sus operaciones, a pesar de los llamamientos de sus aliados para que realice incursiones selectivas con el fín de cumplir su objetivo de capturar o matar a los altos mandos de Hamás. El Gobierno israelí también rechaza la presión internacional para alcanzar una tregua temporal que permita la llegada de ayuda humanitaria a Gaza y potencialmente el intercambio de más rehenes israelíes por presos palestinos.

“No podemos saber si habrá presiones más contundentes de Estados Unidos y sus aliados europeos a Israel para poner fin a la guerra”, afirma a RTVE.es la profesora de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Ruth Ferrero. “De momento vemos que Estados Unidos no ha duda en seguir apoyando militar y políticamente a Israel. Biden ha dejado caer alguna crítica a Netanyahu, pero en términos políticos no ha habido ninguna fisura del apoyo norteamericano”, opina.

Difícil lograr un nuevo alto el fuego

El 1 de diciembre se reanudaron los ataques entre Israel y Hamás, poniendo fin a un alto el fuego de una semana durante el que Hamás liberó a 110 rehenes y 240 palestinos salieron de cárceles israelíes. Pero un nuevo alto el fuego será difícil de lograr, según los expertos.

“Estamos atrapados en unas circunstancias en las que desde Hamás se dice que no vamos a sentarnos a negociar la devolución de rehenes hasta que haya un alto el fuego y desde el lado israelí se dice: ‘no vamos a sentarnos a negociar un alto el fuego hasta que no se nos ponga sobre la mesa una lista fidedigna y detallada de los rehenes’”, señala Pérez Triana.

Se estima que unas 132 personas continúan cautivas en el territorio palestino. Las autoridades israelíes han informado de que al menos 22 rehenes que estaban en Gaza han muerto.

Se reanudan los combates entre Israel y Hamás mientras la diplomacia busca otro alto el fuego

“Hamás quiere que sea un alto el fuego definitivo para iniciar un diálogo político, Israel, Qatar y Estados Unidos lo que quieren es un alto el fuego provisional para que haya un nuevo intercambio de rehenes”, opina Ferrero.

Desde las organizaciones humanitarias se hace un llamamiento para alcanzar una tregua que permita mejorar la situación humanitaria en Gaza.

“Lo que necesitamos es un alto el fuego sostenible, inmediato. Sin esto nunca vamos a poder hacer algo significativo, no vamos a poder ampliar el flujo de ayuda y nunca vamos a poder evitar los cientos de muertos”, señala Papachrysostomoy. “Hay que detener los bombardeos, dejar a los hospitales y las clínicas trabajar. No puede ser que esperemos semanas para entrar en Gaza. Hay que parar todo eso ahora. Si no va a ser aún más inmanejable”, añade.