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Crisis por el control de OpenAI: claves de la salida y el regreso de Sam Altman

  • La empresa le despidió el 17 de noviembre, pero este miércoles ha anunciado su regreso como consejero delegado
  • Fue creada en 2015, es un referente mundial en inteligencia artificial y su producto más conocido es ChatGPT

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Nuevo giro en OpenAI: Sam Altman regresa como consejero delegado de la compañía

Las compañías tecnológicas han vivido cinco días conteniendo la respiración. Sam Altman, socio fundador de OpenAI -creadora de ChatGPT-, fue despedido de la empresa el viernes 17 de noviembre por "falta de confianza", según alegaba entonces la entidad. Sin embargo, este miércoles se ha anunciado que finalmente vuelve a la empresa y que, además, lo hará como consejero delegado de la compañía.

¿Qué hay detrás de todo lo que ha ocurrido? ¿Cuáles son las discrepancias entre el consejo de administración de la empresa y Altman con respecto al futuro de la inteligencia artificial? Te contamos algunas claves de este caso.

OpenAI, un referente en inteligencia artificial en el mundo

La compañía OpenAI se dedica a la investigación de la inteligencia artificial (IA). Con sede en California y fundada en diciembre de 2015, no tiene ánimo de lucro y su objetivo es "garantizar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad", como indica en su web. De este modo, una de sus misiones es desarrollar una IA 'amigable', es decir, con un impacto más positivo que negativo para la humanidad.

Entre los fundadores constan el empresario y dueño de la red social X, Elon Musk, y Sam Altman.

En 2019, Altman crea una empresa dentro de esta organización y que sí tiene ánimo de lucro para desarrollar la IA y esta crece exponencialmente, en especial gracias a su producto estrella, ChatGPT. La parte de la compañía que no tiene ánimo de lucro y que vigila al ala que sí lo tiene, "ha pedido la cabeza de Altman" y ha dado comienzo a una "guerra de cinco días", como explica a RNE Marta Peirano, escritora y periodista.

¿Qué ha ocurrido?

El pasado viernes, 17 de noviembre, OpenAI anunció la "salida" de Sam Altman como consejero delegado y miembro de la junta directiva de la empresa. En un comunicado, la compañía alegaba que esta decisión se tomaba por "falta de confianza" de la junta directiva de entonces. Poco después ocurrió lo mismo con Greg Brockman, que ocupaba la presidencia de la compañía. Como respuesta, Mira Murati, directora de tecnología de la tecnología, asumió de forma interina el puesto de Altman mientras buscaban a otro sucesor.

Tres días después, el 20 de noviembre, el gigante tecnológico Microsoft decidió que iba a incorporar a Altman para liderar un nuevo equipo de investigación avanzada de inteligencia artificial, como anunció el consejero delegado de la compañía, Satyla Nadella, en la red social X. De forma paralela, OpenAI decidió entonces nombrar como nuevo consejero delegado interino de la compañía a Emmett Shear, cofundador y exconsejero delegado de Twitch, lo que cerraba la puerta de retorno a Altman al puesto tras su despido.

De hecho, el papel de Microsoft es también un punto clave, ya que posee el 41% de las acciones de OpenAI y, además, iba a dar empleo a los más de 700 trabajadores que amenazaron con dejar OpenAI si no dimitía la nueva junta directiva y readmitían a Altman y a Greg Brockman, que ocupaba la presidencia de la compañía.

El capítulo más reciente ha ocurrido este miércoles, 22 de noviembre, cuando la propia OpenAI ha anunciado a través de la red social X que ha alcanzado un principio de acuerdo para la vuelta de Sam Altman como consejero delegado, con una nueva junta directiva que estará presidida Bret Taylor, junto a Larry Summers y Adam D'Angelo. De hecho, el propio Altman ha reaccionado a la publicación a través de la misma red social.

¿Qué ha provocado todo este proceso?

Para comprender mejor lo sucedido también es preciso poner el foco en el papel de la IA. Manuel Moreno, director del medio de comunicación TreceBits, incide en que hay dos corrientes en relación con la forma de pensar el futuro de la IA en el mundo.

Una de ellas, con la que coincide Altman, es la que está a favor de comercializar productos y desarrollar la IA, mientras que otra busca regularla y valorar sus riesgos, lo que defendía el antiguo consejo de administración de OpenAI. "Por eso le despidieron, porque no estaban de acuerdo en que se comercializara de la manera en la que Altman quiere hacerlo", explica al Canal 24 horas el experto.

No obstante, señala que ahora Altman podría salir más reforzado porque "vuelve con más poder todavía y liderando esa corriente de desarrollar comercialmente la inteligencia artificial", cuenta Moreno.

Pese a que OpenAI encamina su función a mejorar la vida humana, Altman ha mostrado en alguna ocasión que esto podría desvirtuarse. "Mi temor es que esta industria dañe a la humanidad", decía hace unos meses en el Senado estadounidense. Por su parte, Elon Musk, otro de los que impulsaron el inicio de OpenAI, sentenció en la red social X: "Habéis hecho todo esto para nada. Gran truco publicitario".

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