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Elecciones generales

Vox y Sumar pagan el voto útil a PP y PSOE: así ha vuelto el bipartidismo a las provincias pequeñas

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Resultados de las elecciones generales del 23J: reparto de escaños por provincias
Resultados de las elecciones generales del 23J: reparto de escaños por provincias.

España ha vivido en las elecciones generales del 23J un giro en la relación de fuerzas políticas de los principales partidos, por más que al final no resulte en un cambio efectivo de Gobierno. Un resultado paradójico, con un partido ganador en votos y escaños, el PP; que no sumará mayoría absoluta pese a obtener 47 diputados más y crecer tres millones de votos, y un perdedor cuantitativo, el PSOE, que también tiene un millón de votos más y dos escaños adicionales respecto a los 120 que obtuvo en las últimas generales.

El resultado de estas elecciones es un fiel reflejo de los efectos de la ley electoral en España, donde más que una elección se celebran en la práctica 52 pequeñas batallas electorales que se deciden por el número de escaños en juego (demasiado bajo en muchas circunscripciones como para permitir la entrada de más de dos partidos) y donde los resultados quedan muy influenciados por la posición relativa que se alcanza en cada "carrera".

Así es como, en líneas generales, han operado esos efectos en estas elecciones, con el resultado del reparto de escaños en cada provincia y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Un PP 'primado' por ser primera fuerza, pero menos

En las últimas elecciones, el PSOE había sido el partido más votado en 32 provincias, y tras estos comicios adelantados por Pedro Sánchez en pleno verano, solo lo es en diez (las cuatro catalanas, las dos de Extremadura, además de Sevilla, Las Palmas, Navarra y Araba). Con algo menos del 32% de los votos se lleva el 35% de los escaños. Una inversión de papeles con el PP, que pasa de ser el más votado en nueve provincias en 2019 a pintar ahora de azul 38, además de Ceuta y Melilla. Con el 33% de las papeletas se asigna 136 diputados, el 38%. Primer punto de ventaja gracias a la sobrerrepresentación con la que el sistema electoral beneficia en la práctica a los partidos mayoritarios.

Con Vox y Sumar empatados prácticamente en votos y escaños en el conjunto del país, la primera posición del PP en la mayoría de las circunscripciones le otorga esa "prima" del vencedor respecto al PSOE que acarrea una ventaja en el reparto de los últimos escaños en disputa. No obstante, al quedar la distancia del PP con los socialistas reducida a menos de 1,5 puntos cuando el promedio de las encuestas publicadas en el plazo legal apuntaban a una distancia de seis puntos, la ventaja es menor de lo esperado en los cuarteles de campaña del PP.

Provincias pequeñas: el PP crece, pero a costa de Vox

Los cálculos del PP para alcanzar los 150-160 escaños con los que soñaba Alberto Núñez Feijóo para aspirar a gobernar en solitario pasaban por lograr reducir a un diputado la representación del PSOE en las circunscripciones de menor tamaño, las de menos de cuatro escaños, un total de 19 provincias que reparten 66 asientos en el Congreso.


Sin embargo, los socialistas han mantenido el tipo y han perdido solo tres escaños, y aunque el PP ha subido 13, lo ha hecho sobre todo a costa de Vox, que ha perdido ocho, de modo que el bloque de la derecha solo ha mejorado en cinco escaños en estas circunscripciones. Como curiosidad, los 'populares' se han "llevado" el escaño que consiguió ¡Teruel Existe! en 2019 por 1.956 votos de diferencia, un 2,6% del voto válido total en esta provincia.

Castilla y León y Castilla-La Mancha albergan gran parte de las provincias donde menos escaños se reparten. El PP consiguió en estas comunidades de la llamada España vaciada su objetivo de atrapar el voto de derechas y dejar al mínimo las posibilidades del PSOE. Sin que el balance de la izquierda o derecha se haya movido un ápice, el hecho es que los 'populares' en Castilla y León se han llevado cinco de los seis escaños que consiguió Vox en 2019 en esta comunidad que gobiernan conjuntamente, además de otros dos (Toledo y Albacete) en Castilla-La Mancha.

Provincias medianas: Sumar, perjudicada por el voto útil al PSOE

Por efecto de esa concentración del voto útil y de la menor competitividad de las formaciones alternativas en las circunscripciones de menor tamaño, Vox solo ha podido apuntarse escaños en las provincias de cinco o más diputados (Valladolid, Toledo y Ciudad Real), con la excepción de Guadalajara, que reparte tres.


Por la misma razón, Sumar, con el 12,3% de los votos en el conjunto de España, al no cumplir su objetivo de ser al menos tercera fuerza más que en las circunscripciones más grandes (Madrid, Barcelona -donde fue segunda- y Valencia), se ha quedado sin escaño en seis comunidades autónomas: Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Navarra, Extremadura y La Rioja.

En el País Vasco, perdió el único escaño que tenía, en la provincia de Araba, pese a obtener un 12,7% del voto, por encima de su global, al igual que en Castellón (14,3%) y Navarra (12,9%). La coalición de Yolanda Díaz solo ha conseguido representación cuando las circunscripciones repartían seis escaños o más, e incluso ahí ha perdido diputados en Santa Cruz de Tenerife y Gipuzkoa, por la concentración del voto de izquierdas en el PSOE en estos territorios.

Provincias grandes: reflejo de mayor proporcionalidad

Casi el 50% de los escaños del Congreso (171 de 350) se reparten en menos de un 25% del territorio. Las 12 provincias más pobladas, las que reparten de ocho diputados en adelante, se acercan a medida que aumenta su magnitud a un reparto proporcional donde el peso de los votos se traduce más fielmente en porcentaje de escaños. Sin embargo, como explicó en TVE Paco Camas, director de investigación de opinión pública de Ipsos, solo uno de cada tres escaños en España se reparte de forma realmente proporcional, a consecuencia del tamaño de la circunscripción


El PP ha mejorado su representación en todas menos en Bizkaia: recoge 23 escaños más que en 2019 -casi la mitad de los 47 que ha añadido en toda España- por los cinco que ha crecido el PSOE. Es decir, las grandes provincias proporcionan buena parte del incremento de un Partido Popular que solo se ha quedado sin representación en tres circunscripciones vascas (Gipuzkoa) y catalanas (Lleida y Girona). En Girona, de hecho, se ha quedado a 363 votos de arrebatar el último escaño en juego a Junts.

De nuevo, es evidente la dependencia de Sumar de las circunscripciones grandes, ya que ha cosechado en ellas 24 de sus 31 escaños en estas elecciones. Pero también tienen gran peso en el resultado de Vox, que ha conseguido en diez de estas provincias 19 de los 33 escaños que ha logrado en total.

Qué ha pasado en las comunidades con más escaños

Pese a lo anterior, las grandes cifras en el balance de escaños del 23J las mueven las comunidades más pobladas, las que más escaños reparten y en las que había que ver si se reproducían las pautas de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo: Andalucía, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia y Castilla y León, que vienen a representar el 70% de la población y reparten dos de cada tres escaños del Congreso de los Diputados (233 de 350).

En resumen, Cataluña ha votado en clave progresista y ha contribuido a mantener al PSOE y en Andalucía, donde la mayor parte del poder institucional está ahora en manos del PP, el PSOE deja de ser el partido más votado, pero ha conseguido salvar los muebles cediendo solo cuatro escaños. Se esperaba una neta superioridad del PP en la Comunidad de Madrid, Galicia y Castilla y León, y así ha sido, pero no ha producido un vuelco de escaños significativo en términos de bloques.

En la Comunidad de Madrid, el resultado en términos de bloques ha sido casi idéntico: 21 escaños para la derecha y 16 para la izquierda, al igual que en Castilla y León, con 19 para PP y Vox, 12 para el PSOE, sin que Sumar haya podido llevarse ni un solo diputado, como le pasó a Unidas Podemos en 2019.

Solo en Galicia y el partido de Alberto Núñez Feijóo, ahora encabezado por Alfonso Rueda, refuerza su liderazgo con 13 diputados arrebatados al PSOE en A Coruña, Lugo y Ourense, mientras que Sumar hereda los dos de Podemos, por A Coruña y Pontevedra, las circunscripciones más grandes, y el BNG se queda con uno, el que tenía por A Coruña.

Sin embargo, en la Comunidad Valenciana, aunque el PP ha reforzado su primer puesto, no ha habido un realineamiento en términos de bloques, y la derecha se lleva 18 escaños, solo uno más que en 2019, pese a la desaparición de Ciudadanos y el retroceso de Vox, que pierde dos, y teniendo en cuenta que esta comunidad repartía un escaño más en Valencia respecto a las últimas generales. En cambio, el PSOE ha resistido pese al cambio de ciclo que supusieron las elecciones del 28M, y de hecho ha mejorado su representación, ganando un escaño y casi 150.000 votos más. Once escaños que sumados a los cuatro de Sumar-Compromís igualan los que obtuvieron estas siglas por separado en 2019.

En Andalucía, el PP celebra "por tercera vez consecutiva" una victoria en unos comicios en la comunidad -autonómicos, locales y generales-, con un incremento de 700.000 votos respecto a los de 2019, y que ha aportado el 20% de los votos a la victoria de Alberto Núñez Feijóo. Y, sin embargo, los cuatro escaños de ventaja sobre el PSOE (25 a 21) son menos de los que se esperaba obtener al inicio de la campaña, cuando cabía soñar con los 33 que obtuvo Mariano Rajoy en la mayoría absoluta de 2011.

Se anota también el socialismo el triunfo moral de resistir en Sevilla, provincia donde ha sido el más votado en las generales desde 1977, y evita la primera victoria del PP en unas generales. El PSOE-A se ha impuesto a los 'populares' por más de 35.000 votos al obtener cinco escaños, frente los cuatro del PP -que casi duplicó sus papeletas-, dos de Sumar y uno de Vox.

Con todo, de una comunidad que antes votaba en color rojo socialista, ahora sale un balance de 34 diputados para el bloque de la derecha frente a 27 de la izquierda con un Vox que, como en 2019, ha logrado representación en las ocho provincias andaluzas, aunque haya perdido tres escaños, y un Sumar que ha calcado el resultado de Unidas Podemos, con seis diputados.

Como se preveía, el PSC ha arrasado en Cataluña con 19 diputados, siendo el partido más votado en las cuatro provincias, atenuando así la derrota final del PSOE. El cinturón metropolitano de Barcelona ha impulsado al PSC con 13 diputados en la provincia de Barcelona; en Tarragona el PSC también ha ganado con dos diputados, al igual que en Lleida, y en Girona los socialistas han empatado con Junts con dos representantes. Además, Sumar, con siete diputados, ha sido la segunda fuerza más votada, empatando con los independentistas de ERC y Junts que, pese a acusar un retroceso, salen de estas elecciones como decisivos. Los partidos independentistas, que en 2019 se llevaron 23 de los 48 escaños en juego, se desploman a 14, y la CUP pierde sus dos representantes por Barcelona y Girona, al caer casi 150.000 votos, en unas elecciones donde la abstención al final no fue tanta como se preveía, lo que es indicio de una movilización de última hora.

El PP da un gran paso adelante en Cataluña, al pasar de dos a seis escaños y lograr 180.000 votos más, que le convierte en la tercera lista más votada en la comunidad, pero sin rentabilizar esa posición en diputados: con más votos que ERC y Junts en el conjunto de Cataluña, obtiene menos escaños por no poder ser competitivo en las provincias más pequeñas, Lleida y Girona.