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EE.UU. anuncia el envío de bombas de racimo a Ucrania pese a la reticencia de algunos aliados y la ONU

  • Desde la Casa Blanca reconocen el peligro que suponen para los civiles pero creen que Ucrania "minimizará el riesgo"
  • Formarán parte de un nuevo paquete de ayuda militar por valor de hasta 800 millones de dólares
  • Guerra entre Rusia y Ucrania, en directo

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EE.UU. anuncia el envío de bombas de racimo a Ucrania pese a la reticencia de algunos aliados y la ONU
Un contenedor de municiones de racimo en las afueras de Járkov

Estados Unidos ha anunciado este viernes que enviará bombas de racimo a Ucrania para luchar contra Rusia, pese a las críticas de algunos de sus aliados, como Alemania o Austria, de organizaciones como Human Rights Watch (HWR), o de la ONU, preocupadas por el impacto de estas armas sobre la población civil.

Desde Washington reconocen, de hecho, el riesgo que suponen para los civiles y aseguran que, por ello, han retrasado la decisión todo lo posible. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha reconocido durante una entrevista en la 'CNN' que la decisión "ha sido muy difícil" pero necesaria, ya que "los ucranianos se están quedando sin munición". Las bombas de racimo formarán parte de un nuevo paquete de ayuda militar por valor de hasta 800 millones de dólares.

"Reconocemos que las municiones de racimo suponen un riesgo para la población civil, por lo que hemos aplazado la decisión todo lo que hemos podido", ha asegurado ante la prensa el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, que ha subrayado las diferencias que existen entre la munición que proporcionarán a Ucrania y la que utilizan las tropas del Kremlin.

Sullivan ha explicado que las bombas que se entregarán a Ucrania no son como las rusas, ya que tienen una tasa de no explosión, las que fallan y quedan enterradas, inferior al 2,5%. Las utilizadas por Moscú, ha dicho, rondan el 40%.

"Ucrania minimizará el riesgo para la población civil"

"Ucrania minimizará el riesgo para la población civil", ha dicho Sullivan. El Gobierno ucraniano, ha explicado, entregó hace semanas un documento en el que se comprometía a que sus fuerzas armadas solo usarán esas bombas de racimo en el campo de batalla y no en zonas urbanas.

Sullivan ha añadido que Moscú utiliza municiones de racimo contra Ucrania desde el comienzo de la guerra y que el uso de proyectiles de artillería por parte de Ucrania es tan frecuente que resulta difícil mantener el ritmo de producción.

Asimismo, desde Estados Unidos han advertido de que la contraofensiva ucraniana contra las fuerzas rusas está yendo más lento de lo esperado, según el alto funcionario del Pentágono Colin Kahl, que ha reconocido, sin embargo, que "es demasiado pronto para juzgar cómo va la contraofensiva en un sentido o en otro porque estamos al principio".

Ucrania justifica el uso de las bombas de racimo

El ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Réznikov, ha agradecido el nuevo paquete miliar de EE.UU. y ha justificado que incluya armas de racimo porque "la Federación Rusa ha estado utilizando indiscriminadamente municiones de racimo desde el primer día de la agresión no provocada a gran escala" y "cuantas más pérdidas les inflijamos, más vidas del pueblo ucraniano podremos salvar".

"Nos interesa salvar las vidas de nuestros soldados. Por eso seguiremos haciéndolo utilizando todas las armas letales a nuestro alcance", ha defendido Réznikov. En cuanto a las municiones de racimo, el ministro ucraniano ha aseguado que tienen cinco principios clave que respetarán y que han comunicado claramente a todos sus socios, incluido Estados Unidos.

Estos son:

1. Ucrania utilizará estas municiones únicamente para la desocupación de nuestros territorios internacionalmente reconocidos. Estas municiones no se utilizarán en el territorio oficialmente reconocido de Rusia.

2. No utilizaremos municiones de racimo en zonas urbanas (ciudades) para evitar los riesgos para la población civil - se trata de nuestro pueblo, son ucranianos a los que tenemos el deber de proteger. Las municiones de racimo se utilizarán únicamente en los campos donde haya una concentración de militares rusos. Se utilizarán para romper las líneas de defensa enemigas con el mínimo riesgo para la vida de nuestros soldados. Salvar la vida de nuestras tropas, incluso durante operaciones ofensivas extremadamente difíciles, sigue siendo nuestra máxima prioridad.

3. Ucrania mantendrá un registro estricto del uso de estas armas y de las zonas locales donde se utilizarán.

4. Sobre la base de estos registros, tras la desocupación de nuestros territorios y nuestra victoria se dará prioridad a estos territorios a efectos de desminado. Esto nos permitirá erradicar el riesgo de los elementos sin estallar de las municiones de racimo. El Ministro de Defensa de Ucrania actúa por ley como Jefe de la agencia nacional de desminado. En calidad de tal, garantizaré la aplicación del marco jurídico pertinente para el proceso de desminado tras nuestra victoria.

5. Informaremos a nuestros socios sobre el uso de estas municiones y sobre su eficacia para garantizar el nivel adecuado de transparencia en la información y el control.

Prohibidas en más de 100 países

Las municiones de racimo, en el punto de mira de organizaciones de derechos humanos desde hace décadas, suelen liberar un gran número de bombas más pequeñas que pueden matar de manera indiscriminada en una amplia zona, y las que no explotan suponen un peligro durante décadas.

De hecho, están prohibidas en más de 100 países, entre ellos miembros de la OTAN como Francia y Alemania y desde Berlín, ya han expresado su desacuerdo con la decisión tomada este viernes. El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, ha optado por mantenerse al margen asegurando que cada Estado miembro debe decidir de manera individual si entrega bombas de racimo o no.

También se ha mostrado su desacuerdo el ministro de Exteriores de Austria, Alexander Schallenberg, que ha dicho tener "una posición clara". "Somos uno de los Estados que lideran el desarme y este es un sistema de armas o de municiones que está proscrito internacionalmente porque tiene un efecto similar al de las minas antipersona", ha asegurado el ministro austriaco.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha dicho, poco antes de confirmarse la decisión de Washington, estar en contra de "un uso continuado" de las bombas de racimo.