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El Banco de España rebaja las expectativas recaudatorias del Gobierno en su última reforma de pensiones

  • Calcula que la subida de cotizaciones elevará los ingresos un 0,9% del PIB en 2050, frente al 1,1% que estima el Gobierno
  • Reconoce que hay "gran incertidumbre" sobre el efecto de estas medidas, ya que "el horizonte de cuantificación es muy amplio"

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El Banco de España rebaja expectativas recaudatorias del Gobierno en su última reforma de pensiones
Fachada de la sede del Banco de España en Madrid.

La subida de cotizaciones sociales incluida en la última reforma de pensiones a través de diferentes vías elevará los ingresos de la Seguridad Social un 0,6% del PIB en 2030 y un 0,9% en 2050, por debajo del 1,1% estimado por el Gobierno para ese último ejercicio. Así lo calcula el Banco de España en un análisis publicado este miércoles sobre la incidencia del incremento de las cotizaciones sociales aprobado este año.

Las proyecciones de la institución que gobierna Pablo Hernández de Cos, coincidentes con las de la AIReF y Fedea, no tienen en cuenta el efecto que el aumento de los costes laborales podría tener sobre el empleo y los salarios, de modo que el organismo advierte de que la capacidad recaudatoria de la reforma podría ser incluso menor.

La última reforma de pensiones pretende incrementar los ingresos de la Seguridad Social para afrontar las tensiones de gasto derivadas de la jubilación de los baby boomers nacidos entre 1957 y 1977.

Para ello, la reforma contempla un aumento de las cotizaciones, de implantación progresiva, a través de tres vías: subida de las bases máximas de cotización por encima del repunte de los precios entre 2024 y 2050; una cuota de solidaridad para la parte de los salarios más altos que no cotiza a la Seguridad Social, que entrará en vigor en 2050; y la sobrecotización que establece el llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) entre 2023 y 2050.

Reconoce que hay "gran incertidumbre" sobre su efecto

Según el artículo del Banco de España, estas medidas tendrán un impacto "asimétrico" en la distribución de ingresos, pues los salarios por debajo de la base de cotización máxima se verán afectados únicamente por el MEI, mientras que los ingresos más altos deberán afrontar el aumento de cotizaciones derivado de las tres vías mencionadas.

Con respecto al MEI, el organismo calcula que el incremento de los recursos de la Seguridad Social derivado de esta medida ascenderá a algo menos del 0,5% del PIB a partir del año 2029, cuando el tipo de cotización alcanzará una cuantía constante del 1,2%. Por su parte, la cotización adicional fijada en la reforma para los salarios que excedan de la base máxima arrojará un incremento gradual de los recursos de la Seguridad Social a lo largo del horizonte de proyección hasta situarse en el entorno de una décima del PIB, según el Banco de España.

Por último, estima que la subida de las bases máximas de cotización a un ritmo superior al IPC tendría un impacto recaudatorio del 0,1% del PIB en 2030, que iría creciendo hasta alcanzar el 0,3% del PIB en el año 2050.

De este modo, el Banco de España señala que la suma de estas tres medidas elevará los ingresos de la Seguridad Social un 0,6% del PIB en 2030 y un 0,9% del PIB en 2050. En todo caso, el organismo reconoce que existe una "gran incertidumbre" sobre el efecto de estas medidas, ya que "el horizonte de cuantificación es muy amplio". "La materialización de cambios en el mercado de trabajo y la propia reacción de los agentes obligarán a reevaluar su alcance en el futuro", apunta la institución.

El 6,8% de los ocupados cotiza por la base máxima

El organismo advierte de que la subida de la base máxima tendrá un impacto "desigual" entre trabajadores y empresas, ya que los trabajadores en edades medianas y con mayor cualificación y las grandes empresas tienen de manera más frecuente bases de cotización topadas por el máximo legal.

Utilizando la Muestra Continua de Vidas Laborales, el Banco de España señala que el número de personas cuya base de cotización se situó en 2021 en el máximo legal era de cerca de 1,3 millones, el 6,8% del total de afiliados a la Seguridad Social. Por características, la base de cotización máxima es más predominante en los hombres que en las mujeres (8,2% frente a 5,1%) y en las personas en edades medianas en relación con los jóvenes. Así, el porcentaje de afiliados cotizantes por la base máxima superara el 8% en los trabajadores de entre 44 y 63 años, frente a menos del 3% entre los menores de 30 años.

Por nivel educativo, el porcentaje de trabajadores cuya base de cotización está topada llega al 19,3% entre aquellos con una titulación superior, frente al 7,5% y al 1,3% entre los que tienen una titulación media o con una titulación inferior o equivalente al graduado escolar, respectivamente.

Por otro lado, los cotizantes por la base máxima son relativamente más numerosos en las empresas grandes y suponen el 2,4% en empresas de entre 1 y 9 trabajadores, mientras que alcanzan el 9,7% y el 13,8% en empresas con entre 50 y 499 trabajadores y con al menos 500 empleados, respectivamente.

Concentrados en servicios financieros e informáticos y consultoría

Por sectores, la proporción de trabajadores cotizantes por la base máxima más elevada se encuentra en las industrias de servicios financieros; actividades de consultoría de gestión empresarial; actividades relacionadas con servicios informáticos, y actividades sanitarias. En estos cuatro sectores, las ratios de trabajadores sujetos a la base máxima son del 54,4%, 20,2%, 19,3% y 17%, respectivamente.

En la mayoría de las empresas, sobre todo las de menor dimensión, los afiliados vinculados a la base máxima de cotización representan una proporción pequeña del total de los trabajadores. Así, el Baco de España apunta que un 95% de las empresas con entre 1 y 9 trabajadores carece de empleados sujetos al tope de cotización, mientras que la proporción de este grupo de trabajadores es también nula en el 75% de las empresas con entre 10 y 49 empleados.

No obstante, en un grupo reducido de compañías los cotizantes por la base máxima suponen una proporción notable de la plantilla. Así, en un 5% de las empresas de entre 50 y 499 empleados este grupo de cotizantes representa en torno al 40% de los empleados, mientras que en un 5% de las empresas de al menos 500 trabajadores supone casi el 75% del total.

El peso de las bases de cotización de este colectivo sobre el total de las bases de cotización de la empresa es más elevado. En concreto, en un 5% de las empresas con entre 50 y 499 empleados y de aquellas con al menos 500 trabajadores, dicho peso alcanza casi el 50% y el 80%, respectivamente.

De esta forma, algunas sociedades de gran tamaño se enfrentarían a los mayores incrementos en sus costes laborales como consecuencia del aumento de la base de cotización máxima y del recargo establecido sobre la parte salarial por encima de ella, avisa el Banco de España.