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Datos y contexto sobre el acercamiento de presos de ETA al País Vasco

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Imagen de archivo de un centro penitenciario facilitada por el Ministerio del Interior con el sello: VerificaRTVE
Imagen de archivo de un centro penitenciario facilitada por el Ministerio del Interior

El Ministerio del Interior ha autorizado el traslado de los últimos cinco reclusos de la banda terrorista ETA a prisiones de Euskadi y de Navarra, un paso con el que ha completado el acercamiento a estas dos comunidades de los 175 presos de ETA que cumplen condena en España. Natividad Jáuregui, extraditada desde Bélgica y en prisión provisional en Madrid, se queda como la única reclusa encarcelada fuera de estas dos comunidades. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido el acercamiento de presos de ETA con el argumento de no se puede mantener la política de dispersión cuando la banda terrorista ya no existe. En VerificaRTVE te explicamos con datos el acercamiento de reclusos de la banda terrorista ETA.

¿Cuántos acercamientos de presos de ETA a las cárceles del País Vasco ha habido durante el Gobierno de Pedro Sánchez?

Fuentes de Instituciones penitenciarias nos indican que entre septiembre de 2018 y septiembre de 2022 (primera fecha de publicación de este artículo) se han producido 351 traslados que han afectado 216 presos diferentes. De estos traslados, según las mismas fuentes, 146 han tenido como destino final cárceles vascas. Después de esa fecha, el Ministerio del Interior publica comunicados sobre traslados de presos de ETA a cárceles del País Vasco o Navarra en los meses de octubre, noviembre, diciembre y marzo. En octubre se confirmó el traslado de once condenados, en noviembre fueron seis, en diciembre otros seis y en marzo se ha informado del acercamiento de cinco reclusos. Desde VerificaRTVE hemos contactado con Instituciones Penitenciarias para contrastar estas cifras, pero no hemos recibido respuesta en la fecha de actualización de este artículo. Desde 2018, el Gobierno informa de los traslados de presos de ETA con el nombre del interno, la cárcel de origen y la de destino. Hay más traslados que personas trasladadas porque una misma persona puede haber sido desplazada más de una vez en el periodo que abarcan estos datos.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo habla de un “acercamiento a cárceles del País Vasco y Navarra del 100% de los presos de ETA” con 164 presos en Euskadi y 11 en Navarra. En esta nota de prensa publicada el 24 de marzo se detalla que “en esta última tanda se acercan 5 [presos]” y se explica que “Sebasten Jon Gurtubay quedó en libertad el pasado fin de semana y Jaione Jauregi, cuenta con una causa pendiente y se encuentra en prisión preventiva en Madrid”. Así actualizaba la AVT la información publicada en su último boletín mensual de febrero de 2023 en el que cifraban en 7 los presos que quedaban fuera del País Vasco. El colectivo Etxerat, que se define como organización de apoyo a los familiares de “presos políticos” vascos, publica sus propios datos de traslados de presos basados en fuentes propias. En VerificaRTVE hemos comprobado mediante una muestra aleatoria que las listas de nombres de este colectivo coinciden en líneas generales con las que difunde la Asociación de Víctimas del Terrorismo si bien hay algunas diferencias poco significativas. En esta presentación interactiva de RTVE.es puedes ver de dónde a dónde se han producido los principales movimientos desde septiembre de 2018 hasta octubre de 2021.

¿Cuántos acercamientos hubo antes de 2018?

No existe una estadística oficial y las fuentes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que hemos consultado tampoco nos han ofrecido una cifra concreta. El secretario general de Instituciones Penitenciarias Ángel Luis Ortiz dijo en el Congreso de los Diputados el 22 de abril de 2021(pág 29) que durante los gobiernos del PP (con José María Aznar entre 1996 y 2004 y con Mariano Rajoy entre 2011 y 2018) se habían producido “803 traslados de condenados por terrorismo”. Esta cifra no fue rebatida por ningún miembro del Parlamento, si bien Jaime Mayor Oreja, ministro del Interior entre 1996 y 2001 (pág 16) dijo en 2021 a la agencia Europa Press que "el PP no acercó a 800 presos de ETA, nunca hubo tantos". Los datos disponibles, tanto en fuentes oficiales como de parte, confirman que no hubo 800 presos de ETA de manera simultánea. El número máximo que hemos localizado en documentos del Ministerio del Interior es de 622 y corresponde al 31 de diciembre de 2008 (pág. 86). En cualquier caso las declaraciones de Ortiz se refieren a “traslados” y como ya hemos explicado anteriormente, una persona puede ser trasladada varias veces a lo largo de un periodo de tiempo.

¿Se puede confirmar que los traslados que se han producido son efectivamente “acercamientos” al País Vasco y Navarra?

El colectivo Etxerat ubicaba en las prisiones más alejadas del País Vasco (Andalucía y Extremadura) a 133 presos de ETA en octubre de 2014 (pág. 7). Analizando los datos de la Asociación de Víctimas del Terrorismo comprobamos que, desde 2018, 71 de los traslados realizados tuvieron su origen en prisiones andaluzas o extremeñas y no hubo ninguno con destino a cárceles de estas comunidades. Etxerat en su informe de 2021 no deja constancia de que haya algún preso ingresado en una cárcel alejada más de 600 km. del País Vasco o de Navarra (pág. 4). Hemos preguntado expresamente a la Secretaría de Estado por esta cuestión y nos han confirmado que “de los 47 miembros de ETA que quedan en cárceles dependientes de la Administración General del Estado (sin contar las que dependen del gobierno vasco o del francés), no hay ninguno en centros ubicados en la mitad sur de la península”.

¿En qué contexto se ha producido el acercamiento de presos?

La política de dispersión de miembros de ETA se inició en 1989 durante el gobierno de Felipe González. El que era entonces su ministro de Justicia, Enrique Múgica, dijo en 2005 "Yo fui el ministro que dispersó a los presos de ETA". En 2007, Alfredo Pérez Rubalcaba intervino en el Congreso como ministro del Interior e hizo este relato sobre cómo se gestó la decisión de repartir a los presos de ETA por numerosas cárceles españolas: “Hasta el fracaso de las conversaciones de Argel, en abril de 1989, la política seguida con estos internos seguía las pautas de la concentración. Se trataba, por decirlo con claridad, de facilitar los procesos de discusión entre los presos de ETA” (pág. 3). Rubalcaba añadió que, antes de la dispersión, los presos de ETA estaban recluidos en solo cuatro cárceles y añadió: “Los denominados sectores duros terminaban imponiendo a todos los presos sus criterios”. Rubalcaba justificó este cambio de política con este argumento: “La dispersión era [...] fundamentalmente un instrumento para facilitar la reinserción, es decir, el abandono de la violencia de los presos etarras”.

En paralelo con la política de dispersión, ETA siguió matando. En la década de los 90 añadieron a 165 personas a su lista de asesinados. En esta etapa la organización terrorista también incluyó a los trabajadores de las cárceles entre sus objetivos. Según la Fundación de Víctimas del Terrorismo cinco de ellos fueron ejecutados entre 1990 y 2000. El hecho con mayor repercusión vinculado al personal penitenciario fue el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara en 1996, que fue liberado por las fuerzas de seguridad tras 532 días de cautiverio.

Otro hito significativo de este periodo fueron los contactos entre los distintos gobiernos y la dirigencia de ETA. En 1988 se firmó el “Pacto de Ajuria Enea” que apostaba por el “final dialogado de la violencia” y que suscribieron todos los grandes partidos parlamentarios presentes en la política del País Vasco, incluidos los dos que han estado al frente del Gobierno de España: PP y PSOE. También es un hito de esta etapa el pronunciamiento del Parlamento Vasco a favor de un “plan global de acercamiento” de los presos a cárceles de Euskadi. (pág. 220) que fue repetidamente invocado por las instituciones vascas en los años posteriores (pág. 107)

Si bien, como ya hemos explicado en otros párrafos, no existe una estadística oficial al respecto. Hay numerosas referencias periodísticas al acercamiento de presos de ETA durante la década de 1990. Probablemente la más significativa es la que rodeó el traslado de 33 de ellos la última semana de junio de 1996 durante una de las treguas de ETA y mientras José Antonio Ortega Lara estaba secuestrado. El entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, aparece citado en ABC en su edición del 30 de junio de 1996 (pág. 29) diciendo que el plan de acercamiento “es un proceso abierto, pero sin fechas ni calendarios”. También ABC recoge unas declaraciones del dirigente de Herri Batasuna Florencio Aoiz afirmando: “El hecho de que se vaya dando marcha atrás en la política de alejar a los presos de Euskal Herría nos parece positivo”. El estudio “Terrorismo y comportamiento político: España y el caso de ETA” de Teresa Mata López ofrece una recopilación pormenorizada del significado de los acercamientos de presos de ETA en esta etapa de nuestra historia en su contexto político.

¿Qué dicen los organismos internacionales de derechos humanos sobre la dispersión de presos?

En el Convenio Europeo de los Derechos Humanos, el artículo 8 sobre el Derecho al respeto a la vida privada y familiar, declara que “toda persona tiene derecho al respeto de su vida privada y familiar, de su domicilio y de su correspondencia”, y añade, que “no podrá haber injerencia de la autoridad pública en el ejercicio [a nos ser que] sea necesaria para la seguridad nacional, la seguridad pública, el bienestar económico del país, la defensa del orden y la prevención del delito”. Las Naciones Unidas recogen en sus Reglas mínimas para el tratamiento de reclusos (también conocidas como Reglas Mandela) en la regla 59 que “en la medida de lo posible, los reclusos serán internados en establecimientos penitenciarios cercanos a su hogar o a su lugar de reinserción social” (página 21).

Amnistía Internacional sostiene en su informe Afrontar el pasado para construir el futuro: Verdad, Justicia y Reparación en el contexto del País Vasco de 2017 que “todas las personas deben poder cumplir su condena cerca de su lugar de arraigo, siempre que sea posible y que individualmente lo soliciten” (pág. 47). El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha emitido sentencias donde insta a Rusia (2005) y a Ucrania (2015) a acercar a varios presos a sus domicilios para no impedir el derecho al contacto con sus familiares. Sin embargo, el mismo tribunal rechazó la queja realizada en 2013 por tres presos pertenecientes a ETA y encarcelados en Francia por estar internos en cárceles alejadas del País Vasco. En su resolución, el TEDH considera que su internamiento en Lyon “no estaba encaminado a obstaculizar de manera significativa sus derechos de visita” (pág. 11) y desestima la demanda.

También en 2017 el Tribunal Constitucional avaló la dispersión de un preso vinculado a ETA que pedía un acercamiento al País Vasco explicando que el artículo 8 del CEDH “no reconoce el derecho del preso a elegir su lugar de detención” y que “la separación familiar es una consecuencia inevitable de su prisión”. En 2021 el Consejo de Europa pidió al Gobierno español trasladar a los presos de ETA más cerca de sus familias.

Las víctimas de ETA

Varias asociaciones de víctimas de ETA son abiertamente críticas con los acercamientos de presos al País Vasco. Desde la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) entienden que los encarcelados no han mostrado “un ápice de arrepentimiento”, una condición que siempre han demandado desde esta y otras agrupaciones de víctimas. AVT en concreto hace hincapié en la falta de “colaboración con la Justicia”, algo que ellos consideran “verdadero síntoma de arrepentimiento”. AVT también rechaza lo que llama “cartas tipo de arrepentimiento” pues, desde su punto de vista, no garantizan su colaboración con la justicia.

Otras organizaciones como el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) exigen que los presos “rechacen la violencia” y muestren de manera “individual” su repudio a ETA como condición fundamental para que se concedan los acercamientos. En la misma línea se mostró la Fundación de Víctimas del Terrorismo en un comunicado publicado en enero de 2019 al manifestarse en contra de las palabras del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska sobre la dispersión de presos de ETA. El punto 5 del manifiesto de esta fundación que suscriben varias organizaciones, muestran su rechazo al acercamiento de presos, que califican de “indiscriminado”, cuando los terroristas no renuncian a su “pasada actividad terrorista” ni reniegan “de la actividad de ETA”.

*27-3-2023. 18:40 h. Esta noticia se ha actualizado para incorporar los últimos datos sobre traslados de presos de la banda terrorista ETA