Enlaces accesibilidad
Análisis

La visita de Xi a Moscú: un paso más en la iniciativa diplomática de Pekín que no cambia la situación en Ucrania

  • La cumbre ha sido un espaldarazo para Putin y lanza el mensaje de que la asociación mutua es fuerte
  • El viaje de Pedro Sánchez se enmarca en los esfuerzos de Pekín por recuperar la relación con la UE
  • Sigue la última hora de la guerra Ucrania-Rusia

Por
Matrioshkas (muñecas rusas) con las caras de Xi Jinping y Vladímir Putin en una tienda de regalos en el centro de Moscú. Foto: NATALIA KOLESNIKOVA / AFP
Matrioshkas (muñecas rusas) con las caras de Xi Jinping y Vladímir Putin en una tienda de regalos en el centro de Moscú.

La visita de tres días del presidente chino, Xi Jinping, a Moscú, y sus negociaciones con Vladímir Putin no han supuesto ninguna novedad para la guerra de Ucrania, pese a las expectativas que se habían creado.

Para Xi, ha sido la escenificación de su peso internacional, presentándose como un posible mediador, además de profundizar las relaciones mutuas. Putin ha podido demostrar que no está solo ni aislado, sino que tiene el apoyo de una gran potencia que está de acuerdo en que el mundo debe ser multipolar.

Los expertos consultados por RTVE destacan que, si acaso, ha sido un pequeño paso en un esfuerzo diplomático de largo alcance, y que hay que mirar a la profundización de la asociación estratégica chino-rusa en otros ámbitos.

Sin novedades respecto a Ucrania

Putin dijo que algunos de los 12 puntos de la propuesta de China para Ucrania podían servir "de base" para una solución pacífica. Pero eso no compromete a nada al presidente ruso. La situación en Ucrania a día de hoy sigue siendo la de hace una semana: combates en torno a Bajmut, bombardeos y una posible ofensiva en ciernes.

Uno de los puntos de la postura china es el respeto a la soberanía nacional y la integridad territorial de los estados, y no parece que Rusia tenga la intención de respetar de repente la soberanía y la integridad de Ucrania.

"No tenemos noticia de que se haya profundizado en esa propuesta de paz, el tema sigue encallado en la integridad territorial", confirma María José Pérez del Pozo, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense (UCM), y experta en las relaciones exteriores de Rusia.

Pérez del Pozo destaca que la propuesta de los 12 puntos "es un plan a largo plazo, necesita un gran despliegue diplomático por parte de China, porque no hay una hoja de ruta ahí, y necesita ser escuchado no solo por parte de Rusia o Ucrania, sino de todo Occidente".

La profesora de la Complutense destaca, en cambio, el respaldo que la visita del líder de la segunda potencia mundial significa para Putin, justo cuando la Corte Penal Internacional ha abierto una causa en su contra por posibles crímenes de guerra. "Es un respaldo simbólico, a la vez que dicen al mundo que ellos están en otra onda, que hay determinadas normas de derecho internacional que no van con ellos".

"Ucrania para nosotros era una cuestión fundamental, pero para ellos no lo era, hay una diferencia de enfoque", puntualiza Xulio Ríos, asesor emérito y fundador del Observatorio de la Política China.

Pekín presentó la visita como un intercambio diplomático normal, pero aun así Ríos cree que la cumbre ha sido "un pequeño paso" en el recorrido de la iniciativa china.

"No sabemos a estas alturas si efectivamente Xi va a tener conversación con Zelenski, que sería muy importante para reforzar la viabilidad del plan - señala Ríos a RTVE.es - Zelenski no se ha opuesto al plan, ni a la mediación china. Reconoce el papel que China puede tener en la solución, a diferencia de los matices expresados por EE.UU., que ha descalificado la propuesta. Pero, indudablemente, tener una propuesta sobre la mesa no significa que su implementación sea fácil".

Inés Arco, investigadora de CIDOB, advierte, en una entrevista en RNE, de que, más que un plan de paz, el documento chino es una "repetición de diferentes informes y posiciones de China desde hace un año", con el que Pekín intenta mantener "un equilibrio imposible".

Arco duda de que, a pesar del interés de China en terminar la guerra, Pekín vaya a ejercer presión sobre Rusia hasta el punto de inmiscuirse en la política del Kremlin.

En lugar de eso, la iniciativa de Xi, continúa la investigadora del CIDOB, va dirigida hacia la audiencia del "sur global". "Hace referencia a las preocupaciones de países de África y Asia, que ven la guerra no como un problema global, sino regional, pero que les afecta a través de la inflación, inseguridad alimentaria, etc. China replica esas preocupaciones, intentando posicionarse como una figura más responsable que EE.UU.".

Un mensaje al mundo: la alianza estratégica chino-rusa es sólida

China tiene interés en una solución pacífica en Ucrania que devuelva la estabilidad a las relaciones internacionales (en especial las económicas), pero la guerra era tan solo una parte de la agenda del presidente chino. Xi y Putin ha firmado un total de 14 acuerdos que van desde el gas a los intercambios de tecnología, la compra de materias primas o productos agrícolas, o la energía atómica.

Además, ambos mandatarios han mostrado una vez más su sintonía personal: con esta se han reunido un total de 40 ocasiones y se califican de "queridos amigos".

El mensaje, según Ríos, es que la relación chino-rusa "va a ser mas fuerte e intensa, y no se va a ver afectada por la guerra ni por los intentos de aislamiento de los países occidentales. En parte porque los dos viven una percepción similar: el sentimiento de acoso por parte de Occidente". Particularmente, de Estados Unidos.

El asesor del Observatorio cree que con la cumbre de Moscú "se ha reafirmado la dimensión estratégica" de la relación, y que los acuerdos tendrán "una onda expansiva". "La cooperación en los órganos multilaterales se va a afianzar", prevé.

El propio Xi ofreció un resumen de la situación, tal y como él la ve, al despedirse de Putin. "Estamos viviendo cambios como no se han visto en 100 años, y somos nosotros quienes los estamos dirigiendo juntos", le dijo, al abandonar el Kremlin, un momento que captaron las cámaras.

La gran pregunta es si China se está metiendo a Rusia en el bolsillo, aprovechando el momento de necesidad que atraviesa por la guerra y las sanciones. Pekín está comprando más baratos el gas y el petróleo rusos, mientras sus empresas y productos están en primera línea para cubrir el hueco que han dejado los de Europa, EE.UU. y Japón. Rusia usa cada vez más la moneda china, el yuan, en los intercambios comerciales.

Pérez Pozo cree que Rusia es cada vez más dependiente de su vecino. "Es una relación de interdependencia asimétrica, la parte más fuerte de la alianza es China. Es la que más se va a beneficiar y va a engrandecer su posición internacional, porque cualitativa y cuantitativamente es muy superior a Rusia", argumenta.

Para Xulio Ríos, la relación es "complementaria", y recuerda que ambas potencias han tenido importantes diferencias en el pasado y podrían tenerlas en el futuro. "Tanto Rusia como China conservan un nivel de autonomía estratégica muy importante, probablemente mucho mayor de la que pueda tener la UE respecto a EE.UU.".

Inés Arco, por su parte, señala que las relaciones bilaterales, pese a ser cada vez más profundas, "están muy mediadas por los propios intereses de las empresas chinas". "Los actores económicos chinos intentan situarse siempre en el límite de las sanciones, tienen aversión al riesgo de convertirse en objetivo de las sanciones", asegura.

La vecindad entre Rusia y China genera oportunidades y tensiones

La visita de Sánchez, parte de la ofensiva diplomática de Pekín

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajará la próxima semana a Pekín para reunirse con Xi. Además de para potenciar las relaciones bilaterales, Sánchez acude con motivo de la presidencia española en la Unión Europea (UE) en el segundo semestre del año, que comenzará el próximo 1 de julio. 

La guerra de Ucrania estará en la agenda, pero también los intereses bilaterales (precisamente este año se cumplen 50 años del establecimiento de relaciones diplomáticas) y la relación más amplia, tanto económica como política, con la UE, sobre el marco geopolítico de la competición China-EE.UU. 

También han visitado Pekín el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, y lo harán el brasileño, Lula da Silva; el francés, Emmanuel Macron; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el alto representante de la UE, Josep Borrell. La capital china ha sido además el escenario del restablecimiento de relaciones entre Arabia Saudí e Irán.

"Pekín se ha convertido en la capital a la que hay que ir", comenta María José Pérez del Pozo. 

Xulio Ríos espera que el gigante asiático multiplique sus iniciativas diplomáticas hacia la UE, interrumpidas por la pandemia del coronavirus. "Este primer contacto abre un ciclo en la relación con Europa por parte de China, mucho más activo - explica - A Pekín también le interesa abrir brecha en la percepción de Europa respecto a China en comparación con EE.UU".