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Las Fuerzas Armadas de Brasil garantizan que no habrá otro intento de golpe de Estado

  • Como el que perpetraron miles de bolsonaristas radicales el pasado 8 de enero en Brasilia
  • El expresidente Jair Bolsonaro está siendo investigado en el Supremo por incitar a sus simpatizantes a atacar la democracia

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Soldados de las Fuerzas Armadas de Brasil frente al Palacio de Planalto en Brasilia.
Soldados de las Fuerzas Armadas de Brasil frente al Palacio de Planalto en Brasilia.

Las Fuerzas Armadas de Brasil garantizan que no habrá otro intento de golpe de Estado como el que perpetraron miles de bolsonaristas radicales el pasado 8 de enero en Brasilia, según ha afirmado este viernes el ministro de Defensa, José Múcio.

"No tengan la menor duda de que otro (episodio) como aquel no ocurrirá porque las Fuerzas Armadas se anticiparán a él", ha asegurado Múcio a los periodistas, tras participar en la reunión que mantuvo el presidente Luiz Inácio Lula da Silva con la cúpula militar.

Este ha sido el primer encuentro entre el mandatario y los comandantes del Ejército, general Júlio Cesar de Arruda; de la Marina, almirante Marcos Sampaio Olsen; y la Aeronáutica, teniente brigadier, Marcelo Kanitz Damasceno, desde el asalto de Brasilia del 8 de enero.

El expresidente Jair Bolsonaro está siendo investigado en el Supremo

Ese día miles de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, capitán retirado del Ejército, invadieron y causaron graves daños en las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema, en un intento por derrocar a Lula y devolver al poder al líder ultraderechista.

No recomendado para menores de 7 años Informe Semanal - Brasil, después del caos - ver ahora
Transcripción completa

El caos y la violencia en el corazón de la democracia brasileña

corta la respiración durante horas.

Radicales bolsonaristas atacan con ferocidad las sedes

de los Tres Poderes:

El Congreso, La Presidencia y el Tribunal Supremo.

Vamos a buscar quienes a los que les financiaron

y todos pagarán con la fuerza de la ley

este gesto irresponsable, antidemocrático

este gesto de vándalos y fascistas.

El corazón de la democracia recuerda un campo de batalla.

Con enormes similitudes con el asalto al Capitolio,

justo dos años antes, en tiempos del aún presidente.

Los mensajes que ha ido lanzando Bolsonaro

desde antes de llegar al poder han sido un catalizador

de todo lo que nos hemos encontrado.

Bolsonaro en 2018 ya ponía en duda el sistema electoral,

ese mismo sistema electoral que le dio la victoria.

Va a ser un capítulo bastante largo

en la democracia de Brasil, que estuvo unas 3 horas en riesgo.

Horas después del ataque las fuerzas de seguridad

desmantelan el campamento de los bolsonaristas en Brasilia.

Durante 70 días han vivido y planificado sus protestas aquí

a 8 kilómetros de las sedes institucionales

y delante del Cuartel General del ejército.

Y durante todo ese tiempo

han pedido una intervención militar Lula da Silva.

Ningún general se puso de pie para decir, esto no puede pasar,

está prohibido pedir eso, parad todo eso.

Da la impresión de que había personas a las que le gustaba

cuando la gente estaba pidiendo un golpe.

Ellos entienden que las elecciones no han sido justas,

que Lula representa la llegada del comunismo al poder.

Equiparan el comunismo con el satanismo.

Por lo tanto, el Lula es prácticamente el demonio

y lo que piden es que los militares,

amparándose en la propia Constitución,

que especifica que ellos son los garantes de la defensa

del orden constitucional, actúen.

8 de enero.

Brasil se enfrenta a la peor crisis política

desde el fin de la dictadura en 1985.

Cerca de las 2 de la tarde miles de personas

salen del campamento hacia la explanada

de los Ministerios.

La mayoría vestidos de verde y amarillo,

los colores de la bandera,

y con la camiseta de la selección nacional.

Dos horas después irrumpen en la Plaza de los tres poderes.

Sin resistencia policial, asaltan primero el Congreso

después el palacio Presidencial de Planalto

y finalmente invaden el Tribunal Supremo.

Decreto a intervención federal do Distrito Federal.

Lula toma el control de la seguridad de Brasilia.

Poco después, y con un enorme despliegue,

expulsa a los seguidores más radicales de Bolsonaro.

Muchos tenían fe ciega en que los militares

estarían de su lado.

Algunos creen que les han traicionado.

Las Fuerzas Armadas son democráticas, apoyaron a Lula.

Podía haber ocurrido lo contrario,

porque eso era un poco el factor menos previsible, quizá ¿no?,

pero yo creo que en ese sentido,

al resolver la situación en tres horas,

al solidarizarse todas las instituciones

con el presidente electo,

creo que se fortaleció la democracia en Brasil.

A Lula, todo le pilló en Sau Paulo pero ahora su agenda

ya sigue su curso.

Este jueves asistía a la toma de posesión

de la primera ministra indígena.

Pero la crisis, que se ha saldado con 1500 detenidos,

está lejos de haber terminado.

Sí, estábamos preocupados por los golpistas,

pero vinimos porque somos luchadoras y no nos detendrán.

La investigación se centra en quién o quienes son

los arquitectos del ataque.

El círculo judicial se estrecha sobre Bolsonaro,

que sigue en Estados Unidos donde se fue para no entregarle

la banda presidencial a Lula el pasado 1 de enero.

El Tribunal Supremo lo acaba de incluir en la lista

de los investigados por el asalto.

Y el primer detenido ha sido su exministro de Justicia

Anderson Torres,

que era el responsable de la Seguridad

cuando en Brasilia atacaron la democracia.

El vandalismo ha arruinado valiosas obras

de arte mobiliario o equipos informáticos.

Aquí en el segundo piso del Palacio Presidencial de Planalto

como puedes ver está todo destruido

El secretario de Comunicación

del presidente también denuncia el robo de armas.

Armas letales y no letales.

Tenían información de lo que tenían que llevarse de aquí.

Se llevaron armas, se llevaron documentos,

se llevaron munición y esto es muy grave.

Se está investigando hasta qué punto

miembros de las fuerzas de seguridad brasileñas

e incluso senadores o diputados brasileños bolsonaristas

estaban informados de que esto podía ocurrir

y dieron pistas o ayudaron,

facilitaban de algún modo a esos asaltantes

Es evidente que Bolsonaro está detrás de esto.

Él de alguna forma había incentivado este movimiento

y había dicho también antes de las elecciones

y solo hay tres salidas:

o gano las elecciones, o me arrestan, o me muero.

Desde Estados Unidos, Bolsonaro ha reaccionaba con tibieza,

a través de tuits,

al ataque de sus seguidores más radicales

a los que durante meses ha defendido.

De hecho, en noviembre, después de su derrota,

él mismo justificó el bloqueo de carreteras.

Quiero empezar agradeciendo a los 58 millones de brasileños

que me votaron el pasado 30 de octubre.

Los actuales movimientos populares son fruto de la indignación

y del sentimiento de injusticia con el proceso electoral.

La condena ha sido unánime.

De izquierda a derecha y dentro y fuera gigante latinoamericano.

Y en Brasil incluso parte de los bolsonaristas

se han posicionado en contra.

Según los analistas, Lula sale reforzado.

Pero con un congreso de mayoría conservadora

tendrá un mandato complicado.

Su gran reto: la reconciliación en un país muy fragmentado.

Muchos hablan de una versión tropical del asalto al Capitolio.

Con exaltados de ultraderecha golpeando los símbolos

de la democracia.

La incógnita es si habrá contagio.

Vamos a ver réplicas de los discursos,

eso por supuesto,

sobre todo en cuanto a la deslegitimación

del Gobierno electo y de todo el sistema

y el proceso electoral.

Pero a nivel de Unión Europea me cuesta más ver

un partido de extrema derecha

que tenga tal capacidad de poner en tela de juicio

y llenar las calles,

sobre todo de asaltar las instituciones.

Tanto en Brasil como en Estados Unidos,

las instituciones han aguantado y recuperado el orden.

Pero alertan del riesgo que existe cuando no se respetan las reglas.

Y el juego es la democracia.

Han pasado cuatro meses desde el fallecimiento

en un hospital de Teherán de Mahsa Amini,

una joven de 22 años y de origen kurdo,

que previamente había sido detenida por no llevar bien el hiyab.

Hay quienes denuncian que, incluso, la torturaron.

Su muerte no ha sido en vano.

Muchas mujeres iraníes, de diversas partes del mundo

y también muchos hombres,

a pesar de las durísimas condenas que están imponiendo en su país,

han convertido a Amini en un símbolo revolucionario.

Informe Semanal acaba de estar allí,

donde para algunas mujeres es muy difícil hablar.

Aunque, para otras.

Ahora es el momento de hacerlo.

Sahar Bigi era una directiva de publicidad

hasta que hace ocho años se pasó a la mecánica.

Me cansé de que mi coche me dejara siempre tirada

en la carretera.

Empecé a trabajar en el taller y me gustó tanto que decidí

cambiar de trabajo.

Con tanto éxito que, con Zahedeh Eskandarloo,

han ganado el último campeonato nacional de rallies de Irán.

Los trofeos se acumulan en sus estanterías.

Al principio fue muy difícil,

porque los pilotos no nos reconocían como rivales,

pero no paré y luché por nuestros derechos

hasta el final.

Ahora las mujeres en este campo no somos consideradas diversas

ni menos capaces.

El camino ha sido largo, y la lucha también.

La carga de una nueva revolución dentro de la revolución islamica

liderada por las jóvenes de la franja de población

menor de 24 años,

más de un tercio de los 85 millones de iraníes.

La victoria de la demografía sobre la vieja guardia religiosa.

Que salieron en masa a las calles, en 25 de las 31 provincias del país,

para protestar por la muerte de Mahsa Amini,

el pasado 16 de septiembre.

Arrestada por la policía religiosa por no llevar cubierto el pelo,

su familia acusó al régimen de asesinato.

El clamor nacional e internacional,

con el velo de las mujeres como bandera,

sumía a la república islámica en la mayor crisis

tanto interna como externa contra el Gobierno religioso

de los turbantes.

Sahar Bigi, la primera mujer mecánica de Irán,

y la campeona nacional de rallies, Zahedeh Eskandarloo,

tienen coche nuevo.

Han importado el motor de un Lexus de segunda mano

y lo han instalado en su todoterreno.

Sin apoyos ni subvenciones,

su sueño es competir a nivel internacional.

Desde hace tres años,

cuando un misil norteamericano

acabó con el general de división Qasem Soleimani,

la primera semana de enero se dedica a la memoria del líder

de las fuerzas de élite

de la Guardia Revolucionaria islámica.

Los miembros del batallón de Fátima, veteranos de Siria,

muestran su luto en las plazas al modo chiíta.

En la mezquita Mosala, la más nueva de Teherán,

se dan cita los mandos del régimen.

Ondean banderas de Hezbolá, las milicias proiraníes de Líbano,

y el presidente Raisí repite las amenazas

para vengar la muerte de Soleimani.

Nos habéis declarado la guerra cibernética,

política, económica, militar, de prensa, pero os hemos derrotado.

No vais a ninguna parte con vuestras acciones hostiles,

y vais a continuar perdiéndolas todas.

Todas las mujeres que acuden a los actos organizados

por el Gobierno llevan chador.

Nos protege.

Y no supone ninguna cortapisa para actividades culturales,

académicas, o deportivas.

Nuestro creador es Dios y él nos dice cómo tenemos

que vestir los hombres y las mujeres.

Las mujeres tuvieron un papel predominante

en la revolución de 1979, uno de cuyos epicentros

estaba en la universidad central de Teherán.

Uno de los eslóganes del levantamiento contra el Sha

a favor de Jomeini,

era el regreso al modo de vestir tradicional de Irán,

que incluye el pre-islámico chador.

Estos días las puertas principales de la universidad

aparecen cerradas con candados.

Los universitarios pertenecen a la Generación Z,

nacidos entre 1997 y 2012,

los años del primer gobierno reformista del presidente Jatamí,

cuando se empezó a hablar de estado de derecho en Irán.

Ahora los estudiantes deben pasar un cribado de seguridad

por las entradas secundarias.

Y pocos se atreven a hablar.

No sabría qué decir.

Espero que mejore la situación.

No tengo nada más que añadir.

Buena suerte.

No sé qué decir.

No tengo tiempo.

¿Podría no decir nada?

Lo siento.

Con miles de arrestos y, según la ONU,

al menos 300 muertos, entre ellos 40 niños,

la gente huye de las cámaras.

Aun así, el despliegue de melenas al viento,

con el cabello teñido,

parece indicar que no hay marcha atrás.

Cuatro jóvenes han sido ahorcados tras su condena, a puerta cerrada,

por la muerte de agentes de seguridad en las protestas.

Los bazarín son la clase de comerciantes,

la sabia del sistema económico de Irán, la antigua Persia.

Su apoyo a los ayatolás contra el Sha,

determinó el éxito de la revolución de 1979.

30 años después, con el denominado Movimiento Verde,

dio comienzo la serie de levantamientos democráticos

contra la teocracia islámica.

El proclamado vencedor de aquellos comicios,

Mir Husein Musaví,

continúa desde entonces en arresto domiciliario.

Los bazarín han sido obligados a reabrir sus puestos.

Pero no quieren vender.

Con una hiperinflación del 48 por ciento en el último año,

y los precios del oro ligados al dólar,

cada día pierden un 10 por ciento de su valor.

En 2015, con la firma del Acuerdo Nuclear, Irán

y Estados Unidos vivían una pseudo luna de miel

de tres años, hasta que lo canceló tres años

después Donald Trump y volvieron las sanciones

contra Irán.

Hay 625 nombres de iraníes que nadie quiere conocer muertos

por no poder tener acceso a medicamentos

para tratar sus enfermedades concretas,

por culpa de las sanciones.

La situación económica de Irán es tan desesperada

que el régimen ha eliminado el dinero de la circulación.

Solo se puede pagar con tarjetas de débito locales.

Hasta las especias que se usan para cocinar.

Cada euro se cotiza en unos 4 millones de riales.

Difícil de imaginar tal marcha atrás

en las relaciones internacionales de Irán

después de los intentos de apertura de sus gobiernos reformistas,

una de cuyas protagonistas fue Masumé Ebtekar.

La gente quería que todos esos cambios continuaran adelante,

particularmente en los campos de la justicia, igualdad femenina.

Esos eran valores importantes de la Revolución Islámica,

en consonancia con las enseñanzas del Islam,

pero desgraciadamente una vieja guardia retrógrada

ha tomado el control y se resisten a estas reformas.

Ebtekar fue vicepresidenta con sendos líderes progresistas,

Jatamí y Ruhaní.

En su día fue una de las revolucionarias

que asaltó la embajada americana en 1979.

Muerte a América, muerte a Israel, y precisamente el hijab,

pañuelo o bufanda que cubre la cabeza,

eran los tres pilares de un régimen que cumple 44 años.

Cuatro décadas de protestas

en la plaza de la Libertad de Teherán.

Libertad es la palabra que más se ha escuchado

en los últimos cuatro meses.

El 4 de enero, Alí Jameneí, el líder supremo

de la república islámica de Irán,

declaraba que el hecho de que haya jóvenes

con su cabeza descubierta,

no significa que sean antirreligiosas

o contrarrevolucionarias.

Y pedía tolerancia.

Algunos lo han interpretado como un gesto de apertura

hacia las jóvenes heroicas que han echado un pulso al régimen.

Si la policía moral que parece haber desaparecido

de las calles, no regresa, corroboraría esa lectura.

Los cien días de protestas que han conmovido Irán

han puesto contra las cuerdas al régimen de la República Islámica,

cuya ala dura está en el poder desde el verano de 2021.

El presidente Raisí, muy próximo a la Guía Suprema, Jameneí,

deriva la responsabilidad a las sanciones impuestas

tras la ruptura del Acuerdo Nuclear hace cuatro años.

Irán es una potencia energética y geoestratégica de primerorden,

pero su situación social y económica es la peor de su historia moderna.

Aprovechando la serie de fiestas que coincidían

en el calendario iraní con el fin de año occidental,

los habitantes de las grandes ciudades,

sobre todo la fría capital, se desplazaban al Golfo Pérsico,

con temperaturas primaverales.

Me gusta la naturaleza, y eso es lo único

que nos queda en Irán para disfrutar.

Por eso hemos venido a pasar aquí unos días desde Kermán.

Si se abrieran las fronteras y se acabara la enemistad

entre Irán y los países extranjeros,

mejoraría mucho la calidad de vida de los iraníes.

La isla de Qeshm acaba de ser nombrada Geoparque por la UNESCO.

El primero de Irán y el único de Oriente Medio.

Es uno de los geoparques más singulares del mundo

en términos de fenómenos geológicos, ecológicos, o de medio ambiente.

Frente a la isla de Qeshm, se halla la de Ormuz,

y estas aguas son el as en la manga,

incluso se podría decir el verdadero botón nuclear iraní:

el cuello de botella más estratégico del mundo.

Mientras el resto puede contar con una alternativa,

el Estrecho de Ormuz carece de ella.

Por aquí pasa un tercio del petróleo que se transporta por mar,

y más de la cuarta parte del gas licuefacto mundiales,

porque confluyen el gas y el petróleo

de potencias energéticas como Irán, Iraq, Kuwait,

Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.

Si Irán, que tiene una costa de 1500 km,

decide interrumpir su tráfico, aunque fuese de modo temporal,

el mundo entraría inmediatamente en recesión.

Sevda, Nina, y Emma contemplan la puesta de sol

sobre el Estrecho de Ormuz.

Todavía no tengo una idea precisa de lo que quiero hacer,

pero sí de dedicarme a los negocios.

Estamos en la misma clase y hemos venido a explorar,

queremos hacer lo mismo que cualquier adolescente,

probar lo que nos espera en el futuro.

Quisiera hacer tantas cosas antes de decidir.

Tener experiencias.

Las tres responden al unísono cuando se les pregunta

cómo se imaginan en unos cinco o diez años.

Navegamos entre la fila infinita de naves de mercancías

y cargueros de petróleo y gas por esta ruta marítima

comercial global,

crítica para la seguridad energética del planeta,

cuando cae la noche en el Irán de los velos y los turbantes.

Nos vamos.

Recuerden que pueden volver a ver nuestros reportajes en RTVEPlay,

la plataforma de la radiotelevisión pública,

que es la suya.

¡Les esperamos el proximo sábado!

Informe Semanal - Brasil, después del caos - ver ahora

Bolsonaro, quien actualmente se encuentra en Estados Unidos y durante su gestión (2019-2022) llenó de militares el Gobierno, está siendo investigado en el Supremo por incitar a sus simpatizantes a atacar la democracia.

Múcio ha señalado que ese asunto "no fue discutido" en la reunión, pero ha indicado que "los militares son conscientes y están de acuerdo" en "tomar providencias" contra los implicados en la intentona golpista, entre los que se sospecha que hay algunos miembros de las FF.AA. activos y de la reserva.

"Entiendo que no hubo un envolvimiento directo de las Fuerzas Armadas. Si algún elemento, individualmente, participó, responderá como ciudadano", ha indicado.

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Lula asumió de nuevo el poder el pasado 1 de enero

El ministro también ha subrayado que "todos se indignaron" con el asalto a los tres poderes, aunque ha pedido moderación en las acusaciones "en el calor de la emoción".

Lula, que asumió el poder el pasado 1 de enero, afirmó la semana pasada, en un desayuno con periodistas, que cree que "muchos" militares y policías fueron "conniventes" con los golpistas que asaltaron los edificios públicos, lo que ha generado cierto clima de desconfianza entre el gobernante y algunos sectores de las FF.AA.

Sin embargo, Múcio ha afirmado que Lula manifestó en la reunión de este viernes su "entusiasmo" y "fe" en el trabajo de la actual cúpula militar, y les trasladó su objetivo de modernizar las tres fuerzas, como ya hizo en sus dos primeros mandatos, entre 2003 y 2010.

El ministro de Defensa brasileño, José Múcio.

"Tenemos que pacificar este país, hay que gobernar", ha expresado el ministro, quien ha dicho que el objeto de la reunión fue discutir las necesidades más urgentes de las tres fuerzas.