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Inflación

Huelga general en Grecia y Bélgica para reclamar medidas contra la inflación y la pérdida de poder adquisitivo

  • Atenas ha amanecido este miércoles sin metro ni autobuses, y muchos vuelos han sido cancelados
  • En Bélgica, además de los transportes, han sido aplazadas las consultas y operaciones no esenciales en hospitales

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Las huelgas contra la inflación en Gracia y Bélgica paralizan el transporte
Una manifestante sostiene una bengala durante las protestas de este miércoles en Atenas, Grecia.

La inflación agita las calles de Grecia y Bélgica, donde hay dos huelgas generales en las que los manifestantes piden medidas contra la subida generalizada de precios.

Grecia ha amanecido este miércoles con sus servicios mínimos mermados y numerosos vuelos cancelados, sobre todo en su capital, Atenas, como consecuencia del paro de 24 horas convocado por los sindicatos para exigir subidas salariales "dignas" que ayuden a ahcer frente a la inflación, que en este país se situó en octubre en el 9,8%, según el dato premilinar publicado por Eurostat.

De forma paralela, una huelga general en Bélgica también ha paralizado este miércoles de forma parcial los servicios y transportes. Estos partos han sido convocados por los sindicatos socialista y cristiano, que piden un límite a los precios de la energía y que se negocien unos salarios adecuados para garantizar el poder adquisitivo de la población.

Sin metro ni tranvías en Atenas

Miles de personas de todas las edades y profesiones se han concentrado en los puntos neurálgicos de Atenas. Han realizado marchas hacia la plaza de Syntagma, el corazón de la capital y sede del Parlamento heleno.

En Atenas, la jornada ha comenzado sin metro, autobuses ni trolebuses, y solamente operan parcialmente los tranvías y los trenes de cercanías. Además, en el puerto del Pireo, que está junto a la capital, tampoco ha salido ningún barco ni ferry.

También se han suspendido buena parte de los vuelos nacionales operados desde el aeropuerto de Atenas y se han cambiado los trayectos internacionales, ya que este paro paro se han sumado los controladores aéreos.

Entretanto, la mayoría de los medios de comunicación ha dejado de informar desde las cinco de la madrugada de este miércoles hasta la misma hora del jueves, salvo para ofrecer boletines sobre el transcurso de la huelga o de la manifestación que se ha celebrado en Atenas.

La manifestación ha servido para denunciar las reformas en política laboral emprendidas por Mitsotakis desde que asumió el Gobierno en 2019, entre las que figura restricciones en la posibilidad de convocar una huelga.

En su llamamiento, los sindicatos exigen aumentos salariales que permitan a los trabajadores "vivir con dignidad" y reclaman una bajada del IVA en Grecia, que tiene un tipo general del 24% (13% el reducido y 6% el superreducido), uno de los más altos de Europa.

Protestas contra medidas que la ciudadanía considera insuficientes

Al igual que en otros países, Grecia experimenta desde la primavera un fuerte repunte del IPC, que en septiembre superó el 12%, en un país donde el poder adquisitivo todavía está lastrado por la larga crisis económica.

Según un reciente informe del Instituto Laboral de la Confederación General de Trabajadores Griegos (INE/GSEE), la combinación entre la subida de precios y las rentas muy bajas ha llevado a una pérdida del poder adquisitivo de hasta el 40% para los hogares con ingresos bajos.

El Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis ha aplicado una serie de medidas paliativas, como ayudas en la factura de la luz o la aplicación de techos flexibles en los precios de productos básicos, la subida del salario mínimo, pero los ciudadanos consideran que esto no alivia la situación.

Las medidas del Gobierno para contrarrestar la crisis no son suficientes, y la idea de poner un techo flexible a los productos básicos en los supermercados ha sido un "engaño", la gente sigue sufriendo y además el país "está hundido en los escándalos", ha señalado Elpida Myrila, una profesora de guardería, durante la manifestación.

Huelga en Bélgica: transporte, hospitales y servicios

La huelga en Bélgica ha provocado que solo una línea de metro en la ciudad esté operativa, y con menos de la mitad de los convoyes habituales. Por otro lado, solo funciona una quincena de líneas de tranvía y autobús, según la empresa de transportes públicos de la capital, STIB.

La red de autobuses de la región de Valonia (al sur) se ha visto muy afectada, con casi el total de líneas detenidas, mientras que la de Flandes (norte) funciona al 55%, tal y como ha apuntado el diario Le Soir.

Los ferrocarriles también han iniciado paros de 24 horas y solo circula, aproximadamente, un tren de cada cuatro. No obstante, la mayoría de los itinerarios en hora punta ha sido cancelada.

En el aeropuerto de Bruselas, más de 200 vuelos han sido cancelados, el 55% de los vuelo, mientras que en el de Charleroi, al sur de la capital y segundo en importancia en el país, se ha cancelado la totalidad de las rutas y el aeródromo permanece cerrado.

Los hospitales también han secundado la huelga y, aunque las urgencias y tratamientos de urgencia se han mantenido, numerosas consultas y operaciones no esenciales han sido aplazadas. Los colegios, por su parte, solo están obligados a organizar la acogida de los alumnos.

Los sindicatos también han llamado a bloquear supermercados y grandes centros comerciales, principalmente en el sur del país. Según han informado medios locales, hay numerosos piquetes en zonas industriales en las sedes de Otis, Aquiris, Brucargo, Renault, Mercedes-Benz o BMW en Bruselas.

Al tratarse de una huelga intersectorial, todos los sectores pueden verse afectados por acciones más puntuales, de manera que podrá afectar a recogidas de basuras y a la distribución de periódicos.

Los sindicatos protestan porque, según idica, no hay margen para negociar los salarios en el próximo convenio interprofesional, a lo que se ha unido el malestar por los altos precios de la energía a raíz de la guerra de Rusia en Ucrania. Los representantes de los trabajadores piden soluciones para mantener el poder adquisitivo, que viene en parte garantizado por la indexación automática de los salarios en función del coste de la vida, una medida que va a ser mantenida.

El primer ministro belga, Alexander De Croo, ha confirmado este lunes que “la indexación es hoy en día la mejor protección que tenemos contra la pérdida de poder adquisitivo, y seguirá siéndolo. No es cuestión de que se ponga en duda”, ha afirmado a la cadena La Première.