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La "tradición" de los insultos machistas en un colegio mayor: "Es preocupante que algunas lo vean normal, no es un juego"

  • Los expertos alertan de un incremento del machismo y ven peligro en que se "banalice la cultura de la violación"
  • Algunas estudiantes han defendido a los residentes que les gritaron "Putas, salid de vuestras madrigueras"

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Los psicólogos alertan de la normalización del machismo tras los insultos en un colegio mayor de Madrid

Que te llamen “puta”, “ninfómana” y te digan que te van a “follar” como ocurrió el pasado domingo por la noche en el colegio mayor Elías Ahuja de Madrid no es normal, ni aceptable ni tolerable. En esto coinciden los expertos en materia de género y violencias machistas consultados por RTVE. Dicen que no hay “tradición” que lo justifique ni lo ampare, como han señalado algunos de los estudiantes, hombres y mujeres, que residen en ese colegio y en los aledaños, y alertan contra un incremento del machismo, especialmente entre los más jóvenes.

Ni son niños ni es una broma. El lenguaje y la psicología van de la mano y no hay nada que se diga que no se haya pensado”, expone en Las Cosas Claras de TVE el psicólogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid Javier Urra, quien advierte además a las jóvenes: “Me preocupa que algunas lo vean con normalidad. Esto no es un juego”.

El vídeo que se ha hecho viral esta semana en el que un centenar de jóvenes se asoma a la ventana para proferir estos insultos machistas a las estudiantes del colegio de enfrente habla por sí solo. Se trata de una acción coordinada, sincronizada y difundida en redes sociales que ha dado mucho que hablar desde que salió a la luz. A raíz de este, se han conocido otros vídeos similares de este centro, pero a diferencia de lo ocurrido en el pasado, ya hay varios expulsados, la Universidad Complutense está tomando medidas y la Fiscalía ha abierto una investigación. En la esfera política, todos los partidos han condenado lo ocurrido y ha habido también manifestaciones, salvo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien se ha negado a condenarlo y ha criticado que el Ministerio Público invesgigue lo ocurrido: "Estamos politizando todo".

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Sorprende, por tanto, el argumento de algunos jóvenes, sobre todo chicas del colegio mayor Santa Mónica, que son a quienes iban dirigidos estos cánticos. Algunas critican que se ha sacado “de contexto” lo que consideran una “broma” habitual entre colegios, porque ellas también tienden a responder, y niegan que sea algo “machista”. Otras reconocen también que, si escucharan estos insultos por la calle por parte de desconocidos, no los tolerarían, pero no opinan lo mismo cuando estos gritos vienen de compañeros que conocen y los que tienen relación.

"Acabamos aceptando como normal lo que no es"

En esta normalización, explica Urra, influyen mucho las dinámicas de grupo y la falta de “asertividad” de los jóvenes que no se ven capaces de salir de ellas, puesto que tienen el riesgo de verse aislados. “Tenemos un problema con los grupos: se acosa a niños en grupos, se viola en manada y esto (lo ocurrido en el colegio) está perfectamente orquestado”. A su juicio, hay que enseñar a los niños desde pequeños a “decir no” cuando creen que algo no es correcto”.

Diana Díaz, psicóloga de la Fundación Anar de ayuda a niños y adolescentes señala a RTVE.es lo “sorprendente” que es que se permita y tolere la violencia “cuando hay un vínculo emocional”, como en este caso ante compañeros chicos. “Acabamos aceptando como normal lo que no es”, añade, y avisa: “Todo lo que se tolera, al final se normaliza y la violencia va a más”. Pero apunta a otro factor para justificar a los agresores, y es “el miedo, porque ante personas conocidas puedes temer represalias”.

No hace tanto muchas mujeres decían 'mi marido me pega lo normal'

Pero por más que algunos jóvenes lo normalicen, este escándalo ha puesto el grito en el cielo en la esfera pública. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha recordado en su perfil de Twitter que “no hace tantos años muchas mujeres decían ‘mi marido me pega lo normal’ cuando eran maltratadas por sus agresores”. “De hecho, sigue pasando. Normalizar la violencia es la base de la cultura de la violación y el machismo”, prosigue, y concluye con la necesidad de una educación sexual “para aprender que tratar mal está mal”. Precisamente, lo ha dicho el mismo día que entra en vigor la llamada ley “solo sí es sí”, basada en el consentimiento. Y el ministro de Universidades, Joan Subirats, ha calificado en TVE lo ocurrido de "deleznable": "Es una forma de violencia de género".

“Un comportamiento que banaliza la cultura de la violación”

"No es solo lenguaje machista y cultura misógina, es que es un daño objetivo a la dignidad del conjunto de las mujeres, digan lo que digan sus amigas", ha asegurado en TVE Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, organización que ha llevado lo ocurrido ante la Fiscalía.

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Para Yolanda Basteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, lo ocurrido "banaliza la violencia y la cultura de la violación e incita a agredir a las mujeres” ya que “tiende a normalizar la violencia sexual”. “Incita a la perpetuación en el ideario colectivo de que somos un mero objeto para satisfacer sus deseos”, prosigue.

Nos llamaban "Mónicas, putas" a diario. No podías salir al balcón tranquilas

“Para mí lo de menos es el vídeo, lo peor es no poder hacer uso de tu habitación, como le pasaba a amigas mías”, explica a TVE una de las antiguas residentes del colegio Santa Mónica, Ángela Ruiz, quien añade que el “Mónicas, putas” era algo que escuchaban a diario. “Si tu habitación daba al colegio de los chicos, tú no podías salir al balcón tranquila porque sabías que te podían gritar en algún momento. Tenías que tener cuidado en tu propia habitación si, por ejemplo, salías en toalla de la ducha y las cortinas no estaban corridas”, expone. Apunta igualmente a que, cuando llegaba el buen tiempo, “si te apetecía tomar el sol un poco en el balcón, nunca en la vida ibas a las habitaciones que daban a la parte de los niños”.

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Reconoce que entonces se normalizaban estas situaciones, y que las jóvenes tampoco lo denunciaban ante la dirección, pero ahora que han pasado ocho años entiende que “no se pueden permitir este tipo de comentarios”.

“Estamos en un momento de reafirmación del patriarcado”

Aunque estos hechos llevan siendo habituales durante años, la socióloga y profesora de la UC3M Begoña Marugán alerta de que “estamos en un momento de reafirmación del patriarcado durísimo” como “reacción” al feminismo y a los movimientos a favor de la igualdad entre hombres y mujeres. Un crecimiento, añade, que se está “alimentando por otro tipo de discursos” que rompen el consenso que existía contra la violencia de género. Cree que, precisamente porque en los últimos años se le ha “acorralado”, ha llegado un momento en que “el machismo se ha exacerbado y está ganando terreno” en acciones como esta, con el peligro de “volver a la caverna y entender que las mujeres estamos en una posición de subordinación, una idea que es como del neolítico”.

El último Barómetro Juventud y Género del Centro Reina Sofía y la Fad, de 2021, señala que uno de cada cinco chicos niega la violencia machista y opina que es “un invento ideológico” y casi la mitad de los chicos (un 44%) no cree que las mujeres deban tener su propio espacio en la pareja.

La periodista Ana Bernal Triviño, profesora universitaria especializada en juventud y perspectiva de género, ha dicho también en TVE que ella y otras compañeras llevan “advirtiendo de esto desde hace tiempo” ya que las encuestas recogen “ese retroceso en los valores de igualdad y en negacionismo, sobre todo en la juventud”.

Bernal lleva tiempo, además, analizando “cómo se organiza el machismo en redes sociales” y el lenguaje que utilizan los jóvenes. “Me gustaría que reflexionáramos, porque el lenguaje empleado en el vídeo era el que se usaba en las conversaciones de Whatsapp de los miembros de la Manada. Hay determinados círculos de nuevas generaciones de hombres machistas donde se habla así con total normalidad, y es un lenguaje que fomenta una sexualidad de depredadores en la que hay una deshumanización completa de la mujer, a la que se considera como un objeto”, dice. Y lamenta que, si antes este tipo de discursos se hacía de manera “más íntima”, ahora “vemos que ya no hay pudor, que les da igual y lo que quieren precisamente es mostrar miedo e intimidar”.

Educar y prevenir frente a las violencias machistas

Mucho se está hablando estos días de cómo es posible que se escuchen proclamas como las lanzadas por los residentes de Elías Ahuja a día de hoy. Díaz indica que todavía se perpetúan los roles de género, algo “cultural” que los jóvenes reciben por parte de “influencers” o la música y que, ante las carencias en educación sexual, muchos aprenden de la pornografía, con relaciones que no son igualitarias y se mantiene la idea de “dominación” en los hombres y “sumisión” en las mujeres.

Para prevenir violencias machistas, todos los expertos inciden en la importancia de la educación desde la infancia. Hay que educar, dice Díaz, a las familias, a los jóvenes y a los profesionales, y recalca la importancia de que existan recursos especializados en estas violencias. Pide además más campañas de difusión dirigidas a la población general sobre las distintas formas de violencia “para que éstas no se justifiquen y se sepa cómo actuar cuando uno se encuentra ante una situación así”. En este sentido, recuerda los canales de ayuda de la Fundación Anar para menores y adolescentes y el 016, el teléfono gratuito contra la violencia de género.