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María Jesús Montero, la pericia negociadora para rearmar el liderazgo del PSOE

  • Sánchez ha propuesto que se convierta en su mano derecha en Ferraz, avalada por su capacidad de trabajo y diálogo
  • La titular de Hacienda es, además, una de las integrantes del Gobierno de perfil político más marcado

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La ministra de Hacienda, María Jesús Montero durante una sesión de control al Gobierno
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero durante una sesión de control al Gobierno

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha sido propuesta para asumir a partir de este sábado la Vicesecretaría General del PSOE en sustitución de Adriana Lastra. Erigida como uno de los principales pilares del Gobierno de coalición, Montero se convierte así en la número dos del partido y refuerza su papel como una de las personas de la máxima confianza de Pedro Sánchez.

"Con responsabilidad, orgullo y agradecimiento al Secretario General Pedro Sánchez, por su propuesta como Vicesecretaria General del PSOE", ha avanzado este jueves la propia ministra en su cuenta de Twitter, donde ha trasladado su "reconocimiento y gratitud" a su predecesora y "admirada compañera".

Tras la dimisión el pasado lunes de Lastra, que llevó a Sánchez a convocar un Comité Federal extraordinario el sábado 23 de julio para abordar cambios tanto en la Ejecutiva Federal como en los grupos parlamentarios, el PSOE estaba a la espera de emprender una renovación profunda.

Ahora, el líder socialista ha propuesto que quien se convierta en su mano derecha en Ferraz sea Montero, avalada por su pericia negociadora y su capacidad de trabajo, características son las que le valieron, entre otras cosas, para sacar adelante el acuerdo de Gobierno con Unidas Podemos y para afrontar la portavocía del Ejecutivo durante la pandemia de la COVID-19.

De consejera de Salud andaluza a ministra y portavoz del Gobierno

Nacida en Sevilla (1966) y licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Hispalense, hizo su primera incursión en la política como viceconsejera de Salud de la Junta de Andalucía en 2002. Fue precisamente en el Gobierno andaluz –primero con Manuel Chaves, luego con José Manuel Griñán y Susana Díaz– donde desarrolló durante 16 años su trayectoria previa al Gobierno de España.

En 2018, tras la moción de censura al entonces presidente Mariano Rajoy (PP), la dirección del PSOE-A y la cúpula socialista en Ferraz negociaron la entrada de Montero como nueva responsable de Hacienda, cargo que ha ocupado desde entonces y al que sumó la competencia de Función Pública tras la remodelación del Gobierno de hace un año.

Su papel también fue clave en el marco de la crisis sanitaria generada por la COVID-19, durante la que ejerció de portavoz y cara visible de un Ejecutivo obligado a ir tomando medidas sobre la marcha para paliar una crisis que alteró todas las perspectivas económicas y que se cobró miles de muertos. Finalmente, fue sustituida como portavoz en julio de 2021 por la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez.

Una dura negociadora con capacidad de diálogo

La titular de Hacienda es una de las integrantes del Gobierno de perfil político más marcado y lo saca a relucir siempre que puede sin ahorrar críticas a la oposición, especialmente desde el debate para defender el proyecto presupuestario en 2019, que se convirtió en su carta de presentación a nivel nacional.

Aunque aquellos presupuestos no salieron adelante, el agrio debate le sirvió para ganar popularidad y salir reforzada dentro de su propia formación gracias a su capacidad para rebatir con dureza los argumentos de la oposición, de la que ha sabido sacar partido durante las sesiones de control al Gobierno tanto en el Congreso como en el Senado.

Pese a su discurso duro, compañeros y adversarios subrayan que dispone de una gran capacidad negociadora y facilidad de trato, destacando su trabajo minucioso y la capacidad de diálogo. Mérito suyo fue el sacar adelante la parte económica del acuerdo de Gobierno con Unidas Podemos –si bien en un principio no se mostraba tan confiada en su viabilidad– y el haber consensuado dentro y fuera de la coalición dos presupuestos generales del Estado.

Memorable fue el episodio en el que las cámaras grabaron parte de su discusión con el entonces líder de Podemos, Pablo Iglesias, a quién le pedía que no fuera "cabezón" en una sala aledaña al hemiciclo del Congreso de los Diputados, en un contexto de tensión entre ambos partidos por cuestiones como la subida del salario mínimo.

Sus próximos retos

Entre sus próximos retos como ministra están el de elaborar las cuentas para un 2023 incierto, en el que no se descarta algún episodio de recesión, pero que está decidida a superar. "Quiero trabajar para tener unos presupuestos en el año 2022 y, aunque algunas formaciones han trasladado que éstos serían los últimos, quiero desmentirlo: mi intención es unas nuevas cuentas públicas porque el presidente del Gobierno va a agotar la legislatura", aseguró el pasado mes de noviembre.

También tiene como objetivo poner en marcha sendos impuestos a las empresas energéticas y a la banca para ayudar a pagar el impacto de la guerra en Ucrania.

"De cada cual según sus capacidades y a cada cual según sus necesidades" es el principio socialista que no se cansa de repetir para ilustrar la equidad fiscal necesaria para financiar un Estado del bienestar que defiende a ultranza.

Como vicesecretaria general del PSOE, se espera que su elección, junto al resto de cambios previstos para los portavoces del Congreso y del partido, sirva para hacer frente al impulso obtenido por el nuevo presidente 'popular', Alberto Núñez Feijóo, que incluso ha superado por primera al PSOE en el CIS desde que Sánchez está al frente del Gobierno.

Montero ya entró a formar parte de la Ejecutiva socialista como vocal en el pasado Congreso federal de Valencia y su nombre ha sonado en varias ocasiones como cabeza de cartel del PSOE para las andaluzas, lo que nunca ha llegado a concretarse.