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Javier Arrés, criptoartista: "El año pasado vendí obras por valor de más de un millón de euros"

  • Los NFT y la tecnología ‘blockchain’ han revolucionado el arte digital, con la creación de un mercado en desarrollo
  • ”Realmente no sabes si esto va a tener continuidad. Lo mío no es una nómina” afirma cauteloso el artista

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Javier Arrés con una pantalla de ordenador detrás.
Javier Arrés durante la entrevista para el documental.

Ha diseñado una ilustración para la portada de The New York Times y ha ganado la Bienal de Arte de Londres en 2019, pero han sido la tecnología ‘blockchain’ y los certificados de propiedad digital conocidos como NFT los que han cambiado su vida. Considerado uno de los criptoartistas más reconocidos del mundo hispanohablante, el granadino Javier Arrés concede una entrevista al equipo de En Portada.

Pregunta.- ¿Cuándo escuchaste hablar de los NFT por primera vez?

Respuesta.- Dani Chu, que es el cofundador de makersplace, una de las plataformas más importantes del mundo de compraventa de criptoarte, me escribió un email a finales de 2019. Me pilló fuera de juego, porque la verdad es que al principio todo es un poco raro. Pero me pareció una solución al problema de la venta de GIF que había tenido años atrás en Singapur y me subí al barco completamente. Antes de los NFT, al no existir un título de propiedad digital, no había manera de vender tu obra.

P.- ¿Qué ha supuesto la irrupción del criptoarte?

La ventaja más grande es encontrar coleccionistas y promocionar tu trabajo sin depender de nadie

R.- Para el artista la ventaja más grande, yo diría, es la posibilidad de encontrar coleccionistas y promocionar tu trabajo sin depender de nadie. Ser más libre. También es una revolución para los coleccionistas. Muchas veces las galerías que uno ve en la calle no te invitan a entrar, están ahí como vacías. Ahora el coleccionista va libremente con su dinero, sin curador, sin opinión, y compra lo que quiere. Al abrirse todo más, hay muchísimos más coleccionistas. A mis familiares y amigos, al principio les sorprendía. Sobre todo cuando empecé a vivir de ello. Al fin y al cabo, es vender obras de otra manera.

Unas gafas con una corona dibujadas en ordenador.

Una de las 26 piezas que componen la colección Cool Glasses, subastadas por medio millón de dólares. JAVIER ARRÉS

P.- Tu gran éxito hasta el momento ha sido la colección ‘Cool Glasses’, con la que ganaste medio millón de dólares en una hora ¿Cómo se llega a esa cifra?

Vendí por 800 dólares una obra y un año después se volvió a vender por 54.000

R.- Cuando comencé, subía las obras y no les ponía precio. Para mí era increíble vender una ilustración por 800 o 1.000 dólares. Recuerdo que vendí por 800 dólares una obra y un año después se volvió a vender por 54.000. Lo que marca la diferencia son los ‘drops’, que sería como el día de la subasta: un día que se dedica a ti. Cuentas con el apoyo y la promoción de la plataforma para presentar la colección. Es el punto de inflexión porque te han puesto todo a tu favor: todos los coleccionistas van a saber de ti, es el momento cuando te puedes dar a conocer.

P.- ¿Qué sientes cuando piensas en lo que has conseguido en los últimos años?

R.- Yo sé que el dinero es la mística y llama mucho la atención pero, realmente, como artista lo que te llena el corazón es que haya tanta gente a la que le interese tu obra, que quiera tener algo hecho por ti. Piensas en el dinero y dices ‘guau’, aunque lo he asumido con responsabilidad. El año pasado vendí obras por valor de más de un millón de euros. Pero realmente no sabes si esto va a tener continuidad. Lo mío no es una nómina. Es algo que he ganado fruto de 10 años de esfuerzo. Como decía Picasso: “esto no son 5 minutos, es toda una vida y 5 minutos”.

P.- ¿Te consideras una persona ambiciosa?

Ser ambicioso no está vinculado a ser destructivo o hacerle daño a los demás

R.- ¡Tengo que serlo para llegar a donde estoy! Pero ser ambicioso no está vinculado a ser destructivo o hacerle daño a los demás. Yo soy como esa persona que corre en un maratón: no contra los demás sino contra el reloj. Yo soy ambicioso conmigo y con mis proyectos. Siempre quiero que el siguiente proyecto que haga llegue a la gente y guste y, a ser posible, que se venda por mucho dinero.

P.- ¿Cómo ha cambiado tu vida?

R.- Me ha cambiado completamente. Tengo mi horario como me da la gana. Soy dueño de mi tiempo. Soy consciente del cambio porque he sido camarero durante 10 años y ahora me voy a poder comprar una casa sin hipoteca, que creo que es algo espectacular. Pero diría que donde me ha cambiado la vida realmente es en el supermercado. Ahora no miro los precios. También me ha cambiado mucho la vida en cuanto a responsabilidades.

P.- ¿Los cobros en criptomonedas son un quebradero de cabeza a la hora de pagar impuestos?

Yo podría estar incluso en la cárcel si no fuera por los asesores fiscales

R.- Cuando ganas tanto dinero envejeces 10 años de golpe. Yo podría estar incluso en la cárcel si no fuera por los asesores fiscales especializados que encontré. Ganar tanto dinero en criptomonedas y de una forma tan novedosa es una locura. Y la verdad es que sería buen momento para decir que no están creadas las vías, ni el marco, para legalizar todo de forma sencilla. Yo quiero saber lo que tengo que pagar y quedarme tranquilo.

P.- ¿En qué te inspiras para crear tus obras?

R.- En todo lo que me gusta. Soy una persona a la que le fascinan muchas cosas: el cine, los videojuegos, la literatura… Y lo combino en una especie de “potaje visual”. A mi lo que me gusta es que la gente, cuando ve mi obra, imagina, proyecta y se hace preguntas. Y eso es lo bonito.

El equipo de RTVE viajó a Fuerteventura y acompañó a Arres en uno de sus hobbys, el surf.

El equipo de RTVE viajó a Fuerteventura y acompañó a Arrés en una de sus aficiones, el surf. EN PORTADA

P.- ¿Por qué decidiste venir a vivir a Fuerteventura?

R.- Busco perderme un poco del mundanal ruido. Quería relajar la mente, dejar ese mundo barroco que caracteriza mis obras y poder mirar al infinito. Me gusta ese contraste con la vida digital, de estar en la oscuridad con la lucecita, la pantalla, a poder salir y respirar aire puro. El trabajo del artista es bastante solitario. Entonces tiramos hacia sitios todavía más aislados para encontrar lo que queremos hacer y la relajación.

P.- En 2021 los NFT vivieron un ‘boom’. El criptoartista más popular del mundo, Beeple, vendió una obra por más de 69 millones de dólares ¿Hay una sobreexpectación en el mercado?

Creemos que cualquier cosa que sea un NFT vale dinero y eso no es así

R.- Yo creo que sí. El mercado se autorregulará con el tiempo. Ahora hay una excitación muy grande, hay una idea que es muy equivocada. Yo hablo de burbuja mental, además de burbuja económica. Creemos que cualquier cosa que sea un NFT vale dinero y eso no es así. Hay gente que piensa que su foto de vacaciones en Benidorm va a ser un NFT que la va a comprar un coleccionista por 20.000 dólares y eso es un error. Esa euforia se relajará. Es algo deseable que los proyectos más sólidos sean aquellos que triunfen.