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Objetivo Igualdad

Elvira Lindo: "Me gusta hacer lo que me pide el cuerpo, no lo que los demás esperan de mí"

  • A corazón abierto, su última novela, es un homenaje a sus padres y a la generación de los niños de la posguerra
  • "Manolito Gafotas es más conocido que yo misma", dice la escritora
  • Objetivo Igualdad ya está disponible en RTVE play

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Objetivo Igualdad - Retrato 100x100 feminista: Elvira Lindo

Elvira Lindo (Cádiz, 1962) llega a la cita con "Objetivo Igualdad" desde la Biblioteca Nacional, cuyo Real Patronato preside desde febrero. Escritora, periodista, guionista de cine y televisión y actriz ocasional parece estar en su mejor momento. Como ella misma reconoce, hace muchas cosas y muy variadas, no se pone límites, usa distintos mimbres para el mismo fin: tejer, contar historias. Y eso lo lleva haciendo desde la más tierna infancia.

-¿Cuándo y cómo decidió ser escritora?

Mi caso, por lo visto, se repite en muchas escritoras de distintas generaciones. Un año, los Reyes Magos me trajeron la novela de Mujercitas de Louisa May Alcott. Ahí estaba ella, Jo March, que escribía. Aquello me sirvió para descubrir la autoría; parece una bobada, pero hasta entonces no entendí que los cuentos que yo leía los escribía alguien. Además, me identifiqué mucho con aquel personaje. Creía que tenía que ver conmigo. Era una chica no dócil, que quería hacer algo diferente, expresarse, llamar la atención, todo aquello pensé iba conmigo. En la adolescencia, como todos, escribía poesía, también empecé a presentarme a concursos del colegio.

la escritora Elvira Lindo contesta a las preguntas del programa sobre feminismo

Elvira Lindo contesta a las preguntas de "Objetivo Igualdad". Luis Esterlich

- La radio le dio la oportunidad de escribir y de cobrar por ello. ¿Cómo fue aquel momento?

Empecé a trabajar muy pronto, con 19 años, en Radiocadena Española, emisora fusionada después por Radio Nacional de España. A principios de los 80 aquella era una radio muy abierta, como sin construir, en la que convivían los residuos de la radio franquista y las nuevas generaciones. Allí descubrí los estudios, las posibilidades de mezclar, de hacer voces, de crear historias y que me pagaran por ello. Sí, hacía guiones aunque yo entonces no sabía que era guionista. La radio es el medio más literario, puedes evocar más cosas con menos coste.

La radio es el medio más literario donde evocar más cosas con menos coste

- Manolito Gafotas nació en aquellos estudios de radio. ¿Cómo pasó de las ondas al papel?

Manolito nació como una voz. Escribí un personaje de un niño, le presté mi voz entre juvenil e infantil, con mi acento de barrio de Madrid y así lo creamos, como los cuentos orales a base de repetición. El personaje gustó mucho, les hizo gracia a los directivos de la radio. Tal vez por eso se mantuvo durante tanto tiempo en las ondas. Hasta que decidí dejar la radio y la televisión para convertirme en escritora. Fue mi marido, Antonio Muñoz Molina, quien me animó a escribir sobre ese personaje radiofónico que estaba en mí. En 1994 se publicó el primer libro, aquel "Manolito Gafotas" se convirtió en un éxito editorial. Ahora se ve normal, pero entonces nadie se esperaba que un libro para niños y adolescentes tuviera ese éxito tan rápido, tan inesperado.

Ocho libros publicados entre 1994 y 2012 cuentan la historia de Manolito Gafotas, un niño con miopía y su familia de un barrio normal que viven sin grandes lujos. Elvira Lindo ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil (1998) por Los trapos sucios de Manolito Gafotas. Su obra incluye, entre otras, las novelas para adultos El otro barrio (1998), Algo más inesperado que la muerte (2003), adaptada a los escenarios, Lo que me queda por vivir (2010), Lugares que no quiero compartir con nadie (2011), la obra de teatro La ley de la selva (1996), y sus crónicas para el periódico El País "Tinto de verano" (2001), "Otro verano contigo" (2002) y "Don de gentes" (2011). En 2005 recibió el Premio Biblioteca Breve por la novela Una palabra tuya, llevada al cine por la directora Ángeles González-Sinde. En 2015 publica “Noches sin dormir” un diario muy personal sobre su invierno en Nueva York.

Manolito es más conocido que yo misma

- ¿Le ha servido el humor en su carrera literaria?

Manolito es cultura popular. Ha llegado a un público muy amplio, niños, adolescentes, padres, maestros. Tal vez porque yo no imitaba lo que decían los niños, sino que creaba expresiones como "el mundo mundial" o "un silencio bastante sepulcral" para ponerlas en la boca de un niño redicho que absorbía de la calle, de la televisión. Y todo con humor. Para mí la ironía y el humor son un hilo conductor que lima asperezas. Hay cosas que se dicen mejor con humor e incluso con una sonrisa. Para mí el humor es algo orgánico, siempre he sido graciosa aunque también rebelde. He escrito drama, pero siempre dejando una puerta al humor. Lo que no me gusta que me encasillen, porque he trabajado mucho, he sido muy osada, tengo una larga experiencia y creo que sí, que ahora ya he encontrado mi sitio.

A mi me gusta hacer lo que me pide el cuerpo no lo que los demás esperan de mí

-¿Es usted una mujer empoderada?

No sé si utilizaría esa palabra, porque soy poco de usar el lenguaje académico; pero sí diría que sí, con todos mis miedos y mis inseguridades. Soy de una generación que ha tenido que luchar a solas. Ahora hay un sentimiento más colectivo sobre los derechos de la mujer. Las chicas hablan con las chicas de temas de mujeres. Nosotras no teníamos esa comunidad femenina. Si tenías algún problema en el curro, te comías el "marrón" tú sola. Ahora te sientes más acompañada, nuestra generación era mucho más dura. Siempre he sido feminista, eso sí una feminista que ama a los hombres. Una persona que cree más en la seducción que en la imposición, por eso conviene acercar esos dos mundos en los que surgen los problemas. Siempre he querido una vida libre, ser determinada y aunque durante mucho tiempo se me ha visto como una persona poco creíble, a la que se le miraba con cierta condescendencia, ahora me siento más libre que nunca.

Soy una feminista que ama a los hombres

-Usted vive con un académico. Igual ha hablado con él sobre por qué no hay más mujeres en la Academia Española.

Se me ocurren muchos nombres de mujeres que podrían estar en la Academia, no solo escritoras. Almudena Grandes podría haber sido una de ellas. No se me ocurre (nótese la ironía) por qué a los académicos que son mayoritariamente señores no se les vienen a la cabeza nombres de mujer y cuando se les ocurren, creen que no son, ni de lejos tan brillantes como ellos.

https://twitter.com/ElviraLindo/status/1462336021719363587

- Su último libro A Corazón abierto es un homenaje a sus padres que le ha reportado muchas satisfacciones. ¿Cómo lo abordó?

No es un libro de recuerdos, aunque cuenta la historia de amor de mis padres. Es una novela muy pensada, desde el título. Me parecía cursi utilizar la palabra "corazón" pero también quería hablar de la operación de mi madre. Me daba pudor poner una foto de mis padres, por eso optamos por una ilustración. La novela se publicó tres días antes del confinamiento, pero gracias al esfuerzo de libreros y lectores ha calado muchísimo. En parte es porque habla de una generación muy sufrida, hombres y mujeres que nunca se victimizaron, aquellos niños de la posguerra han sido también los más atacados por esta pandemia del coronavirus. Tal vez por eso ha tenido tanta repercusión. Nunca había sentido una conexión tan estrecha con los lectores. Les estoy muy agradecida.

-¿Qué tiene ahora mismo entre manos?

Estoy con un guión para una película y tengo planteado, bueno estoy escribiendo un libro sobre las chicas de los 80, sobre cómo era ligar, las relaciones sexuales en aquellos tiempos. Entonces a muchas les decían que si no tenían relaciones eran unas estrechas. Ahora está la "cultura tinder" no beneficia a la mujer, aunque pueda parecer muy moderno. Tenemos que aprender a saber cuáles son nuestros deseos. Parece como si liberarse tuviera que ver con restar la parte emocional. Muchas mujeres buscan la parte emocional.