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Enfermedades infecciosas

La pandemia de la COVID- 19 provoca un retroceso en la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria

  • El Fondo Mundial ha presentado su informe de 2020, el primero con datos negativos en toda su historia
  • En total, las pruebas del VIH se redujeron un 22% y el tratamiento para la tuberculosis ultrarresistente un 37%

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Imagen: una niña recibe una vacuna para curar la malaria en Burkina Faso
Imagen: una niña recibe una vacuna para curar la malaria en Burkina Faso

El Fondo Mundial contra la propagación del VIH, la tuberculosis y la malaria ha registrado por primera vez en su historia en 2020 un retroceso en la lucha contra estas tres enfermedades, según el nuevo informe publicado este miércoles, que señala como principal responsable a la pandemia de COVID-19.

Los resultados del informe califican el impacto del coronavirus como "devastador" y, aunque se han realizado algunos avances, los resultados programáticos clave han empeorado por primera vez en la historia del Fondo Mundial.

En 2020, el número de personas que recibió tratamiento para la tuberculosis farmacorresistente en los países donde invierte el Fondo Mundial cayó en un abrumador 19%, mientras que el número de personas que recibió tratamiento para la tuberculosis ultrarresistente se redujo incluso más, un 37%. A su vez, el número de pacientes seropositivos con tuberculosis que recibía tratamiento para ambas infecciones disminuyó un 16%.

El informe también muestra una reducción importante en las pruebas y los servicios de prevención del VIH dirigidos a poblaciones clave y vulnerables, que ya estaban desproporcionadamente afectadas. En comparación con 2019, el número de personas que recibieron programas y servicios de prevención del VIH se redujo un 11%, mientras que el número de jóvenes que accedieron a servicios de prevención descendió un 12%.

El número de madres que recibieron medicamentos para evitar transmitir el VIH a sus bebés cayó un 4,5%. En total, las pruebas del sida se redujeron un 22%, con el consiguiente retraso del inicio del tratamiento en la mayoría de los países.

La pandemia complica la atención del VIH

La malaria, la menos afectada

En cuanto a la malaria, parece que la COVID-19 ha tenido menos impacto en las intervenciones para hacerle frente que en las otras dos enfermedades. Gracias a las medidas de adaptación y a la diligencia e innovación de los trabajadores de salud comunitarios, las actividades de prevención se mantuvieron o aumentaron respecto a 2019.

Así, se distribuyó un 17% más de mosquiteras, mientras que las estructuras cubiertas con fumigación de interiores con insecticidas de acción residual aumentaron un 3%. En 2020, 11,5 millones de mujeres embarazadas recibieron terapia preventiva. Sin embargo, las pruebas de casos sospechosos de malaria cayeron un 4,3% y los avances contra la enfermedad se estancaron.

"La respuesta rápida y decidida de la asociación del Fondo Mundial a la COVID-19 evitó que los resultados fueran incluso peores", advierte el informe.

La financiación mitigó los efectos de la COVID- 19

En 2020, el Fondo Mundial desembolsó 3.546 millones de euros para seguir luchando contra el VIH, la tuberculosis y la malaria y fortaleciendo los sistemas de salud, y aprobó 827 millones de euros adicionales como financiamiento para responder a la COVID-19.

A fecha de agosto de 2021, el Fondo Mundial ha aprobado un total de 2.786 millones de euros para más de 100 países con el fin de adaptar los programas vitales de VIH, tuberculosis y malaria; facilitar pruebas, tratamiento y suministros médicos esenciales; proteger a los trabajadores sanitarios de primera línea; y reforzar urgentemente los sistemas para la salud de los más frágiles.

"Estas inversiones, junto con la rápida actuación y el financiamiento de donantes, gobiernos, comunidades y asociados en materia de salud, ayudaron a mitigar el impacto de la COVID-19 en la respuesta al VIH, la tuberculosis y la malaria, así como a realizar algunos progresos en la lucha contra las tres enfermedades", señalan.

Entre los resultados clave conseguidos en 2020 en los países donde invierte el Fondo Mundial, se encuentra que más de 21,9 millones de personas recibieron tratamiento antirretroviral para el VIH, lo que supone un aumento del 8,8% respecto a 2019 a pesar de la COVID-19; los servicios de prevención del sida llegaron a 8,7 millones de personas; o que 4,7 millones de personas recibieron tratamiento para la tuberculosis.

Además, 194.000 niños en contacto con pacientes con tuberculosis recibieron terapia preventiva y se distribuyeron 188 millones de mosquiteras para proteger a las familias de la malaria, lo que supone un aumento del 17% respecto a 2019.

20 años salvando vidas

"Para celebrar nuestro 20º aniversario, teníamos pensado dedicar el Informe de resultados de este año a las extraordinarias historias de valor y resistencia que han hecho posible avanzar en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria durante las últimas dos décadas. Sin embargo, las cifras de 2020 nos obligan a adoptar un enfoque diferente. Confirman lo que temíamos que pudiera ocurrir cuando nos golpeó la COVID-19", ha lamentado Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Mundial.

Pese a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, "la asociación del Fondo Mundial sigue salvando vidas. Ante las dificultades extraordinarias que ha planteado la pandemia de COVID-19, nuestra asociación demostró flexibilidad y decisión, proporcionando medicamentos, suministros y atención a millones de personas en todo el mundo", ha defendido Sands.

Desde su creación en 2002, la asociación del Fondo Mundial ha salvado 44 millones de vidas. En los países donde invierte el Fondo Mundial, el número de muertes causadas por el sida, la tuberculosis y la malaria se ha reducido un 46%.

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Estos logros son consecuencia de los esfuerzos realizados por la amplia variedad de actores que conforman la asociación del Fondo Mundial, entre los que se encuentran gobiernos ejecutores, organismos multilaterales, asociados bilaterales, grupos de la sociedad civil, personas afectadas por las enfermedades y el sector privado.

"Juntos hemos conseguido cambiar la trayectoria del VIH, la tuberculosis y la malaria, y estamos decididos a seguir haciéndolo. Si continuamos innovando y colaborando, a nivel mundial, nacional y local, podemos erradicar el VIH, la tuberculosis y la malaria, derrotar a la COVID-19 y construir unos cimientos mucho más sólidos para prepararnos y responder a las pandemias", concluye.