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Cuatro de cada cinco empresas familiares han recortado empleo por el coronavirus

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Planta solar fotovoltaica flotante de Acciona
Planta solar fotovoltaica flotante de Acciona, una empresa familiar.

Cuatro de cada cinco empresas familiares (un 82 %) han recortado empleo este año por el impacto de la crisis del coronavirus, si bien en la mayoría (67 %) la reducción ha sido hasta un máximo del 15 % de la plantilla. Más de la mitad se han acogido a un ERTE.

Según los resultados de la encuesta de empresas familiares presentado en su XXIII congreso que se celebra este lunes, el impacto de la pandemia ha sido mayor sobre el empleo del 6 % de estas compañías, que han disminuido su plantilla entre un 16 % y el 30 %, en tanto que el 5 % la ha visto mermada entre el 31 % y el 45 % y, un 4 %, por encima de esa tasa. Un 18 % asegura que ha incrementado el empleo.

Se observa, respecto a años anteriores, que aumenta el número de empresas que dicen que van a reducir o mantener su plantilla y que disminuye el de aquellas que la van a aumentar. Estas reducciones de empleo neto son proporcionalmente inferiores a las caídas de facturación.

Así, solo un 15 % de las empresas encuestadas dice que ha conseguido elevar sus ingresos en esta pandemia mientras que el resto ha sufrido el impacto en distinta medida.

Un 38 % de las empresas familiares han reducido su facturación hasta un 15 %, mientras que el resto la ha visto reducida más, siendo para un 26 % dicha caída superior al 31 %, casi un tercio.

Teletrabajo y ERTE

De entre las medidas implantadas para sortear esta crisis, la más popular ha sido el teletrabajo, que han aplicado el 71 % de las empresas familiares, seguido por la solicitud de expedientes de regulación temporal de empleo (56 %) y la adaptación de la estructura productiva (55 %). Muchas de ellas además han tenido que reducir inversiones y contrataciones (37 %), endeudarse (30 %) y reducir jornadas o salarios (18 %).

De acuerdo con sus previsiones para 2021, dos tercios de las empresas familiares esperan mantener sus niveles de empleo actuales (63 %), mientras que un 27 % cree que deberá reducir plantilla y un 10 % confía en hacer nuevas incorporaciones.

Y es que un 42 % de estas empresas ve posible mantener su cifra de ventas el año próximo y un 31 % asegura que la podrá aumentar, frente a un 27 % que cree que la reducirá, si bien hay que destacar que estos datos se comparan con los de 2020, en los que se paralizó la actividad durante la hibernación de la economía.

Algo más de la mitad de las empresas familiares creen que no recuperarán los niveles de facturación previos a la crisis hasta 2022 (un 27 % en el primer semestre y un 26 % en el segundo), en tanto que el resto confían en que esto ocurra ya durante 2021.

Así, a corto y medio plazo, dos tercios de las empresas familiares espera un crecimiento económico frágil sin creación de empleo, mientras que el resto cree que crecerá de forma moderada y con un número limitado de contrataciones.

La economía suspende

Con todo, las empresas familiares puntúan con un 4,1 (sobre 10) la situación económica actual, de forma que mantiene la tendencia descendente iniciada en 2017, dejando la nota económica por debajo de los niveles alcanzados en 2014.

Una de cada cinco empresas familiares dice que cerrará el ejercicio en números rojos, mientras el resto sí confía en obtener beneficios que principalmente reinvertirá en la empresa (58 %) o en reducir deuda (12 %), aunque un 7 % lo utilizará para la prospección de nuevos mercados y solo un 2 % los repartirá entre socios o accionistas.

De cara a 2021, más de la mitad de las empresas encuestadas (52 %) tiene previsto aumentar su inversión en España, tasa que se ha reducido respecto a años anteriores.

El Instituto de la Empresa Familiar aúna a un centenar de empresas familiares, entre las que están Acciona, Banca March o Mercadona, que dan empleo a 1.250.000 personas y cuya facturación conjunta equivale al 17,5 % del PIB.