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Los tres exetarras acusados por un zulo con explosivos quedan en libertad provisional con medidas cautelares

  • Se les atribuye un presunto delito de tenencia de explosivos con fines terroristas
  • El juez les prohíbe salir del territorio nacional, les retira el pasaporte e impone comparecencias semanales ante la justicia

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Agentes de la Guardia Civil trasladan material incautado durante la operación llevada a cabo este lunes en Zarautz (Guipuzkoa)
Agentes de la Guardia Civil trasladan material incautado durante la operación llevada a cabo este lunes en Zarautz (Guipuzkoa)

La Audiencia Nacional ha acordado la libertad provisional con medidas cautelares para los tres exmiembros de ETA detenidos el lunes como presuntos responsables de un antiguo zulo de explosivos de la banda descubierto por un ciudadano en junio de 2019 en Atauri (Álava).

Así lo acuerda el magistrado Ismael Moreno en tres autos en los que atribuye a los arrestados, Kepa Arkauz, Ekhiñe Eizaguirre e Imanol Jaio, un delito de tenencia de explosivos con fines terroristas y que ha dictado tras la comparecencia de todos ellos en el Juzgado, donde se han negado a contestar a las preguntas del juez y del fiscal.

En las resoluciones, a instancias de la Fiscalía el juez les impone como medidas cautelares la prohibición de salida del territorio nacional, retirada del pasaporte, comparecencias semanales en la Audiencia Nacional o en los juzgados más cercanos a sus lugares de residencia y la obligación de designar un domicilio.

Los tres fueron detenidos el lunes por la Guardia Civil en las localidades guipuzcoanas de San Sebastián e Irún y en Vitoria (Álava).

Depósito de materiales para fabricar explosivos

Se les considera responsables de un depósito con material para la fabricación de explosivos con el anagrama de ETA, que fue localizado el 7 de junio de 2019 en el municipio de Arraia-Maeztu, en el concejo de Atauri (Álava), de manera fortuita por un ciudadano que paseaba por el paraje en el que se habían enterrado dos bidones.

El juez explica que en uno de ellos fue encontrada una bolsa con la inscripción "500 gramos de pentrita", cinco metros de cordón detonante, algo más de dos kilos de amonal, ocho detonadores, dos temporizadores, catorce trozos de tubos de diferentes calibres y longitudes y herramientas y material electrónico.

En el otro se encontraban dos garrafas, una con cuatro litros de nitrometano y la otra con veinte kilos de nitrato amónico, además de otros efectos como seis conectores y varias pilas.

El magistrado indica en sus autos que "de la investigación realizada nos encontramos ante unos hechos que revisten inicialmente caracteres de presunto delito de tenencia de explosivos con fines terroristas imputables" a los detenidos.

Para él procede dejarles en libertad provisional con las medidas cautelares citadas, ya que considera que no existe riesgo de que se fuguen dada la nacionalidad española de todos ellos y su arraigo personal en España, entre otras circunstancias.

Formaron parte del "comando Ezpala"

Según ha informado el Ministerio del Interior, los detenidos formaron parte en su día del denominado "comando Ezpala" de ETA, que estuvo activo entre los años 2008 y 2010, y se integraba dentro del "complejo Donosti" de la banda terrorista.

La detención en febrero de 2010 del responsable del citado complejo, Ibai Beobide, propició la huida de sus integrantes, dos de los cuales fueron después detenidos en Francia y condenados por asociación de malhechores.

Las investigaciones realizadas, dirigidas por el Juzgado Central de Instrucción número 2 y coordinadas por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, han permitido identificar al grupo responsable de la estructura logística anteriormente mencionada y a sus presuntos integrantes.

Las detenciones han sido cuestionadas por partidos como Podemos o EH-Bildu, mientras que el Gobierno Vasco ha considerado al respecto que quedan "muchos pasos que dar para alcanzar una convivencia plena en la sociedad" en Euskadi.

Para la portavoz de Elkarrekin Podemos IU las detenciones "llegan fuera de tiempo"; EH-Bildu, por su parte, culpa al "Estado profundo" de querer condicionar así "el debate político y evitar que se produzcan avances en la construcción de la convivencia".