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Coronavirus

Bolivia cumple ocho días de protestas contra el aplazamiento de las elecciones que asfixian a hospitales

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Vista aérea de un punto de bloqueo por partidarios del exlíder Evo Morales que exigen la celebración de las elecciones presidenciales, pospuestas debido al coronavirus.
Vista aérea de un punto de bloqueo por partidarios del exlíder Evo Morales que exigen la celebración de las elecciones presidenciales, pospuestas debido al coronavirus.

Bolivia ha cumplido este lunes ocho días de protestas en contra del aplazamiento de las elecciones, cuyos efectos ponen más en riesgo en plena pandemia de coronavirus su precario sistema de salud y empiezan a afectar a sectores económicos.

Los sectores movilizados a instancias de la Central Obrera Boliviana (COB) y el llamado Pacto de Unidad, que agrupa a sindicatos de campesinos e indígenas afines al partido del expresidente Evo Morales, mantienen cortadas varias rutas bolivianas, tras dos intentos fallidos de diálogo que hubo el fin de semana.

Los bloqueos con neumáticos, piedras o escombros se mantienen en regiones donde la tensión es más notoria como la central Cochabamba, en lugares estratégicos que conectan con Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia y capital financiera del país, o La Paz, sede del Gobierno y del Parlamento bolivianos.

En esta jornada ha habido concentraciones en algunos puntos de bloqueo en La Paz y Cochabamba donde los manifestantes reclamaron elecciones en la fecha antes prevista del 6 de septiembre, en vez de posponerlas al 18 de octubre, aunque también hubo voces que han pedido la renuncia de la presidenta interina, Jeanine Áñez.

En las concentraciones en Cochabamba se ha alertado de que muchos de los asistentes no llevan mascarillas, ni guardan la distancia física de seguridad exigida dentro de las medidas sanitarias contra el COVID-19.

Presión en los hospitales

El Gobierno interino ha denunciado que los bloqueos impiden el paso de cisternas y camiones que llevan oxígeno medicinal, insumos médicos e incluso alimentos, aunque los movilizados aseguran que les están permitiendo avanzar.

El puente aéreo dispuesto por las autoridades nacionales para trasladar el oxígeno a las regiones donde hace falta no ha sido suficiente para cubrir las necesidades de hospitales en departamentos como La Paz y Cochabamba, donde varios centros de salud se declararon en emergencia.

Los médicos han advertido de que el oxígeno se agota, pone en riesgo a los enfermos de COVID-19 y otros pacientes.

"En el momento que les quiten el oxígeno de imprevisto, se mueren", ha señalado este lunes con la voz entrecortada el doctor Luis Bedregal, neonatólogo de ese hospital, cuyo tanque generador que nutre de este elemento al centro está en cero.

La falta de este elemento ha provocado la muerte de al menos una treintena de personas, según datos del Ministerio de Salud.

La Alcaldía paceña ha informado este lunes el fallecimiento de dos pacientes con COVID-19 en uno de los hospitales municipales por falta de oxígeno y otros treinta "están en riesgo".

Una caravana de camiones escoltada por militares y con acompañamiento de la Cruz Roja ha salido en este lunes desde Santa Cruz con 66 toneladas de oxígeno medicinal para La Paz, Cochabamba y Oruro.

Despliegue de militares para escoltar al personal de salud

Las Fuerzas Armadas apoyan desde este lunes a la Policía Boliviana para custodiar a personal de salud y el transporte de insumos médicos, además de reforzar el resguardo de instituciones públicas, ante las manifestaciones por la crisis sanitaria y política en el país.

El ministro interino de la Presidencia, Yerko Núñez, ha expresado en conferencia de prensa en La Paz que las movilizaciones en distintos puntos del país contra el nuevo aplazamiento de las elecciones "ponen en riesgo los bienes y patrimonio del Estado" y no lo van a permitir.

"Desde este lunes las Fuerzas Armadas y la Policía nacional cumplirán con la misión constitucional de resguardar las instituciones públicas e infraestructuras estratégicas como aeropuertos, plantas de gas, entre otras, que generen condiciones para que el país siga operando", señaló Núñez.

De la misma forma, custodian la provisión de insumos médicos y oxígeno. Núñez ha reiterado que es necesario que se ponga "un punto final" a estas movilizaciones, en medio de la emergencia sanitaria que vive Bolivia por el nuevo coronavirus.

Bloqueos en carreteras y desabastecimiento

Los bloqueos de rutas han puesto contra las cuerdas a productores agrícolas y ganaderos, cuyos productos están parados en las carreteras, echándose a perder sin poder llegar a destino en las ciudades, donde ya se advierte la falta de algunos alimentos como la carne.

La desesperación y el enfado han llevado a los lecheros de Cochabamba a arrojar varios litros de leche que no han podido distribuir en el edificio de la Gobernación y en la sede de la Central Obrera Departamental.

Los productores han lanzado duras críticas contra la gobernadora de Cochabamba, Esther Soria, del partido de Morales, por no frenar los conflictos, y contra el máximo dirigente de la COB, el minero Juan Carlos Huarachi, por promover las protestas.

También se ha pronunciado la Cámara de Empresarios Gastronómicos de La Paz, que ha expresado su "profunda preocupación" por el desabastecimiento producto de los bloqueos y pidió garantías para que no falten alimentos "a precio justo".

Las protestas han derivado en una nueva denuncia penal contra Evo Morales, los candidatos de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce y David Choquehuanca, Juan Carlos Huarachi y ocho personas más, por los supuestos delitos de genocidio, terrorismo, atentado a la salud pública y contra la libertad de transporte.

Las elecciones ya se habían pospuesto de mayo a septiembre por la emergencia sanitaria en el país por el coronavirus, que acumula más de 3.600 fallecidos y cerca de 90.000 casos de la COVID-19, según datos oficiales.