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Coronavirus España

Así han evolucionado los brotes de COVID-19 desde el fin del estado de alarma hasta la segunda oleada

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Los brotes de COVID-19han marcado el verano más atípico por la pandemia. Hasta el 3 de septiembre, el Ministerio de Sanidad notificó un total de 3.601 brotes, compuestos por agrupaciones de contagios de tres personas vinculadas o una sola persona en el caso de centros sociosanitarios. Al menos 29.500 positivos y más de una veintena de muertes se han asociado a algún foco en los últimos tres meses.

Con el fin del estado de alarma y la llegada de la llamada nueva normalidad el 21 de junio, los ciudadanos recuperaron la libertad de movimientos, un escenario que llevó a las autoridades sanitarias a centrarse en la importancia de detectar, aislar y controlar los brotes.

Pero la vuelta de la movilidad se tradujo en un mapa epidemiológico desigual en el país y un repunte constante de los contagios desde mediados de julio. "En Aragón se inició con los temporeros y se extendió a Cataluña. Posteriormente se fue moviendo al oeste de Navarra y al País Vasco con brotes asociados a eventos sociales", resumía esta semana el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.

La mayoría de brotes se han originado en locales nocturnos, desplazamientos por las vacaciones de verano, las reuniones sociales y familiares, las empresas hortofrutícolas y la vuelta a los centros laborales, aunque las residencias comenzaron a notificar más brotes a lo largo del mes de agosto. Así han evolucionado los focos a lo largo del verano:

Simón: "Los brotes ahora mismo están en general relativamente controlados"

Confinamientos y aislamientos por brotes descontrolados

Los más de 16 brotes asociados a los temporeros que trabajan en la Franja de Huesca y residen entre Aragón y Cataluña desencadenaron transmisión comunitaria en Lleida y Aragón en julio, lo que hizo que se propagara el SARS-CoV-2 hasta las provincias de Barcelona y Zaragoza. Al menos 3.535 personas se infectaron, lo que llevó a las autoridades locales a aplicar las primeras medidas restrictivas, como la limitación de la actividad social o la reducción de aforos en espacios públicos.

Varios municipios de la comarca del Segrià estuvieron confinados durante semanas, un grupo de comarcas de Aragón y Huesca retrocedieron a la Fase 2 de la desescalada para contener la transmisión del virus y los gobiernos apelaron a la limitación de la movilidad. Los brotes llegaron a estabilizarse más de un mes después, pero convirtieron a Aragón y Cataluña en las comunidades más afectadas al inicio del verano.

También A Mariña (Lugo), Íscar y Pedrajas de San Esteban (Valladolid), Aranda del Duero (Burgos), Cantalejo y el Carrascal (Segovia), Benigánim (Valencia), Villarta de los Montes (Badajoz), Alcántara (Cáceres) y Santoña (Cantabria) han estado aisladas por el aumento de contagios.

Marcha atrás en la desescalada

La otra vía a la que han acudido las autoridades para frenar la propagación del nuevo coronavirus ha sido el retroceso en las fases del desconfinamiento que en julio estrenaba Aragón. La localidad murciana de Totana fue la primera en volver a una Fase 1 "flexibilizada" del desconfinamiento durante tres semanas tras detectar más de un centenar de casos positivos en un pub. Esta misma línea ha seguido la Junta de Castilla y León al decretar el retroceso de Salamanca y Valladolid.

La Morera (Extremadura), retrocedía en agosto a la Fase 2 por un foco tras una comunión y lo mismo ocurrió semanas antes en el barrio de Mendillorri (Pamplona), por un brote tras las fiestas de los 'No Sanfermines' con más de un centenar de positivos.

Sanidad reconoce estar preocupada por los "rebrotes de coronavirus en zonas de ocio nocturno"

Andalucía y la Comunidad Valenciana concentran la mayoría de brotes

Este verano, la mayoría de desplazamientos se han producido dentro de España. Como consecuencia, localidades costeras como Andalucía o la Comunidad Valenciana han sido las que más brotes han detectado, por encima de los 284 en el caso de la primera y más de 364 en la región valenciana.

Gran parte de ellos se han notificado en ambientes sociales, por lo que la Generalitat Valenciana decidió limitar algunas actividades vinculadas a la restauración, tal y como hizo Cataluña.

Las localidades vallisoletanas de Íscar y Pedrajas vuelven al confinamiento por los brotes

La batalla al ocio nocturno

Los encuentros sociales, especialmente en locales de ocio nocturno, hicieron saltar las alarmas de las autoridades ante las escenas de discotecas sin apenas mascarillas ni distanciamiento social. Por eso, el Gobierno decretó el cierre de los locales de ocio nocturno en todo el país y limitó el horario de apertura de la hostelería hasta la 1 de la madrugada, entre otras medidas.

Este tipo de brotes resultaron especialmente problemáticos por la dificultad para rastrear a los contagiados. Gandía y Santa Pola (Alicante), Córdoba (Andalucía) Mendillorri (Navarra) o el País Vasco llegaron a recurrir a las pruebas PCR masivas para contener los focos. Según el último balance oficial, los focos en este ámbito se había reducido a principios de septiembre por las restricciones, si bien seguían siendo los que más casos concentraban: unos 3.500 positivos asociados a 138 brotes.

Las reuniones sociales han desencadenado más del 33 % de los brotes y el 32,4 % de los casos asociados a todos los brotes; seguidos de los brotes mixtos -que se extienden de uno a otro ámbito-, y los vinculados al ámbito laboral.

Alerta en las residencias

Pero la situación más delicada se empezó a dar en agosto en los centros sociosanitarios, donde un único contagio supone un brote. Este tipo de focos alcanzaban el 8 % de los brotes y el 10,6 % de los casos el 3 de septiembre, mientras que el 3, 7 % de los focos correspondían a colectivos socialmente vulnerables y el 2,2 % a centros sanitarios.

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Andalucía llegó a detectar 289 focos con más de 2.000 casos positivos, si bien el brote más destacado se dio en un centro de acogida de la Cruz Roja en Málaga, con más de un centenar de contagiados. De hecho, otras comunidades como Canarias y Murcia notificaron varios brotes asociados a la llegada pateras con migrantes en situación irregular.

En agosto, Galicia intervino la residencia de O Incio (Lugo) tras la muerte de siete personas y la situación también empeoró en los centros de Aragón. Lleida, Valladolid, Asturias, Gipuzkoa, Bizkaia, Ciudad Real, Cáceres, Barcelona y Madrid también tomaron medidas tras la aparición de brotes, la mayoría destinadas a las restricciones en las visitas y las salidas al exterior.

Preocupación por el goteo de brotes de coronavirus en las residencias

Por último, los hospitales también fueron escenarios frecuentes de los focos de una enfermedad que ya ha infectado a más de 56.900 sanitarios en toda España. Los primeros focos preocupantes se detectaron en julio en los hospitales vascos de Basurto (Bilbao) y Txagorritxu (Vitoria), pero también hubo en Reus, el Río Hortega de Valladolid, el Hospital Infantil de Zaragoza, el Hospital de Xátiva o el Provincial de Castellón.

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Con el inicio del curso escolar y laboral, las autoridades ponen ahora el foco sobre los centros educativos, que han optado por fórmulas semipresenciales, la reducción del número de alumnos por aulas y el uso de las mascarillas entre niños. Sanidad monitorizará la situación en los colegios para priorizar la educación presencial en un ámbito en el que dos contagios vinculados ya configurarán un brote.

Metodología y fuentes

Para la elaboración de esta información utilizamos los datos facilitados por las comunidades autónomas bajo el criterio del Ministerio de Sanidad, que en su documento titulado Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de Covid-19 y actualizado el 16 de junio, define cada brote como "cualquier agrupación de tres o más casos confirmados o probables con infección activa en los que se ha establecido un vínculo epidemiológico" o "un solo caso" si se trata de centros socio-sanitarios, "a efectos de la puesta en marcha de las medidas de actuación" pertinentes dada su "vulnerabilidad". Por el contrario, descarta los brotes en el hogar "salvo que tengan características especiales".

Para que un brote forme parte de este mapa, es necesario que exista una definición expresa de una autoridad competente de la comunidad autónoma o de un rango superior. Además, la información se completa con los datos adicionales que facilitan los ayuntamientos de los municipios afectados y los centros territoriales de RTVE.