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La ONU acusa a los ejércitos sirio y ruso de posibles crímenes de guerra en Idlib

  • Lo hace a través de un informe que se debatirá formalmente en la actual sesión del Consejo de Derechos Humanos el 14 de julio
  • Para el jurista brasileño Paulo Pinheiro "han violado de forma flagrante las leyes de la guerra y los derechos de los civiles sirios"

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La ONU acusa a los ejércitos sirio y ruso de posibles crímenes de guerra en Idlib
La ONU acusa a los ejércitos sirio y ruso de posibles crímenes de guerra en Idlib

La Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria ha acusado a las fuerzas leales al régimen de Bashar al Assad de perpetrar en el noroeste del país acciones que equivaldrían a crímenes de guerra, en el marco de una investigación en la que estos expertos han vuelto a denunciar ataques "indiscriminados" contra la población civil.

Al Assad, con Rusia como principal apoyo internacional, ordenó a finales de 2019 el inicio de una ofensiva sobre los últimos bastiones opositores en la región de Idlib. En solo tres meses, casi un millón de personas se vieron forzadas a abandonar sus hogares, en el mayor éxodo de una guerra iniciada en marzo de 2011 y una de las mayores crisis humanitarias recientes. Decenas de ataques a la población civil en la provincia de Idlib, muchos de ellos llevados a cabo por el Ejército sirio y algunos con apoyo de fuerzas aéreas rusas.

El informe, del que se debatirá formalmente en la actual sesión del Consejo de Derechos Humanos el 14 de julio, también se refiere a detenciones arbitrarias, torturas, saqueos y pésimas condiciones de las poblaciones desplazadas en la frontera con Turquía, donde se calcula que hay 1,5 millones de refugiados.

Ataques por tierra y aire de las fuerzas sirias, al menos dos de ellos con apoyo ruso, "diezmaron la infraestructura civil, despoblaron pueblos y ciudades y costaron la vida de cientos de mujeres, hombres y niños", subraya el documento, que también acusa de violaciones de derechos humanos a milicias yihadistas.

La comisión teme que la pandemia de la COVID-19 agrave aún más la situación en Idlib y urge a todas las partes que cesen los ataques a civiles y objetivos no militares, investigando y llevando ante los tribunales a los responsables de los crímenes documentados.

"Es completamente aberrante que tras más de nueve años los civiles sigan siendo atacados indiscriminadamente, cuando no son objetivo directo, mientras intentan llevar adelante sus vidas", recalcó el presidente de la comisión.

Violación de las leyes de guerra y los derechos civiles sirios

La comisión que encabeza el jurista brasileño Paulo Pinheiro ha examinado el periodo comprendido entre noviembre de 2019 y junio de 2020 para elaborar un informe en el que da cuenta de 52 ataques -atribuidos a todas las partes- en los que hubo víctimas civiles o daños sobre infraestructuras teóricamente protegidas por el Derecho Internacional.

Así, hubo al menos 17 ataques sobre centros médicos, 14 sobre escuelas, nueve sobre mercados y doce sobre viviendas atribuidos a las distintas partes en conflicto. "Es completamente atroz que, después de más de nueve años, los civiles sigan siendo atacados de forma indiscriminada o incluso sean objetivo", ha lamentado Pinheiro en un comunicado.

Para este responsable, está "claro" que tanto la ofensiva de Al Assad como los terroristas de Hayat Tahrir al Sham "han violado de forma flagrante las leyes de la guerra y los derechos de los civiles sirios".

En el caso del régimen, "cientos de mujeres, hombres y niños sirios" habrían muerto en acciones susceptibles de ser consideradas crímenes de guerra por su carácter indiscriminado, por alcanzar instalaciones protegidas y por utilizar armamento prohibido como bombas de racimo. Asimismo, la comisión ha apuntado que las fuerzas de Al Assad habrían cometido crímenes contra la Humanidad --"traslado forzoso, asesinato y otros actos inhumanos"-- por sus bombardeados sobre varias regiones.

Las críticas también se extienden a Hayat Tahrir al Sham (HTS), acusados de detener, torturar y ejecutar civiles, así como de saquear viviendas. Los terroristas han sido acusados, además, de bombardear de forma indiscriminada zonas pobladas, "sembrando el terror entre los civiles que vivían en zonas controladas por el Gobierno".

La comisión entiende que también el bando rebelde ha cometido crímenes de guerra, por lo que ha instado a todas las partes a respetar a los civiles en el marco del actual conflicto. Los expertos esperan que la comunidad internacional contribuya a la rendición de cuentas por los abusos detectados en Siria durante estos últimos años.

La violencia por ambas partes genera un callejón sin salida

La violencia ejercida por las dos partes llevó a los civiles a un callejón sin salida en el que estaban abocados a elegir el menor de los males. La investigadora Karen Koning AbuZayd ha explicado que los civiles entrevistados han reconocido que se enfrentaron a la "espantosa elección" entre "ser bombardeados o huir a zonas controladas por HTS donde hay abusos generalizados y una asistencia humanitaria muy limitada".

Estos civiles viven ahora bajo una nueva amenaza, la de la pandemia de COVID-19, que como ha recordado otro de los expertos, Hanny Megally, "no entiende de fronteras". "Ahora más que nunca, los civiles necesitan acceso sostenido y sin trabas a una asistencia humanitaria que no sea politizada por los Estados miembro (de la ONU) ni instrumentalizada por las partes en conflicto", ha subrayado.

"Es completamente aberrante que tras más de nueve años los civiles sigan siendo atacados indiscriminadamente, cuando no son objetivo directo, mientras intentan llevar adelante sus vidas", recalcó el presidente de la comisión.