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Coronavirus EE.UU

Trump cree que el coronavirus "simplemente desaparecerá", pero los estados toman medidas ante los récords de casos

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Dos sanitaros con equipo de protección esperan a que un coche recoja a un paciente fallecido en un hospital de Houston, Texas
Dos sanitaros con equipo de protección esperan a que un coche recoja a un paciente fallecido en un hospital de Houston, Texas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sostenido este miércoles que el coronavirus "simplemente desaparecerá" en algún momento y ha rechazado ofrecer una estrategia nacional para hacer frente a los repuntes de casos en el sur y oeste del país. Varios gobernadores estatales, en cambio, están revirtiendo o frenando sus planes de desescalada controlar el virus que continúa registrando récords de contagios en sus territorios.

"Creo que estamos haciéndolo muy bien con el coronavirus. Creo que, en algún momento, esto simplemente va a desaparecer. Eso espero", ha aseverado el mandatario en una entrevista con la cadena Fox.

Según los datos de la Universidad Johns Hopkins, el 1 de julio EE. UU. ha sumado cerca de 47.000 nuevos casos, por ello, los gobernadores de los estados de más afectados por el coronavirus están revirtiendo o deteniendo sus planes para reabrir sus economías.

Así ha ocurrido en el estado de California, el más poblado y nuevo epicentro de la pandemia en el país. El gobernador demócrata, Gavin Newsom, ha ordenado el cierre de bares y ha prohibido las cenas en el interior de restaurantes.

Igualmente, están prorrogando las restricciones las autoridades de Nuevo México o Indiana, este último territorio, gobernado por los republicanos.

Con o sin vacuna

La primera vez que Trump hizo declaraciones negando la necesidad de tomar medidas para frenar los contagios fue en febrero, cuando aseguró que la enfermedad se desvanecería "como un milagro", y luego en mayo afirmó que el virus "va a desaparecer incluso sin una vacuna".

Después de los comentarios de Trump en Fox, la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, ha respaldado al mandatario y ha dicho que "el presidente tiene la seguridad de que va a desaparecer, él ha puesto en marcha un equipo revolucionario de primera clase que va a vencer la burocracia y conseguir una vacuna".

Sin embargo, los expertos sanitarios del Gobierno estiman que no habrá una vacuna hasta principios de 2021 y han pedido a los estadounidenses que respeten las normas de distanciamiento entre personas y usen mascarillas para evitar más contagios.

Esta misma semana, el principal epidemiólogo del Ejecutivo, Anthony Fauci, avisó que si no se toman medidas EE. UU. se arriesga a llegar a 100.000 casos diarios de coronavirus, una cifra muy por encima de los 50.000 actuales.

Desde el comienzo de la pandemia, más de 128.000 personas han muerto por el virus en EE. UU. y más de 2,6 millones se han contagiado, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

El epicentro de la epidemia de COVID-19 en el país se ha desplazado desde el noreste hasta California, Arizona y Nuevo México en el oeste junto con Texas, Florida y Georgia.