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Coronavirus

El yihadismo se adapta para sacar provecho de la pandemia

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El yihadismo se centra en el reclutamiento durante la pandemia del coronavirus

Desde el comienzo de la pandemia, el terrorismo yihadista ha tratado de sacar provecho. Según su propaganda el coronavirus es un 'castigo de Alá' a los infieles por su modo de vida. Y aunque sus mensajes han parecido confusos, en realidad no lo han sido. Ha facilitado a sus seguidores consejos para protegerse y han recomendado hasta evitar Europa, cuando era el principal foco de la pandemia. "Los que están sanos no deberían ingresar a la tierra de la epidemia y los enfermos no deberían abandonarla", decía un comunicado del DAESH. Pero a los que estaban dentro, les pedía que aprovechasen cualquier medio para atentar y sembrar más caos en una sociedad ya de por sí asustada. Los principales objetivos señalados: la policía y los sanitarios. Sus mensajes han dado frutos y varios atentados han sido abortados en Francia, Alemania o España.

"Han utilizado esta crisis sanitaria más como un instrumento propagandístico que como una dimensión operativa que se haya manifestado específicamente en Europa occidental", señala la investigadora del Real Instituto Elcano, Carola García Calvo. "El perfil del combatiente o del adepto tanto del DAESH como Al Qaeda, pero sobre todo al DAESH, en muchas ocasiones es alguien que se autoradicaliza, sin necesidad de un captador", añade el Profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillla, Alberto Priego.

Las reglas de confinamiento han incrementado el riesgo ante las personas más vulnerables. En España, los servicios de inteligencia han desarticulado hasta cuatro posibles ataques, la mayoría de ellos autoradicalizados. Pero la Europa occidental no parece ser, en estos momentos, la prioridad operativa, aunque existen otros territorios.

El yihadismo se adapta

Desde que comenzara en los años 70, el movimiento yihadista se ha ido adaptando a los distintos contextos. "Si algo nos ha demostrado el movimiento yihadista global, es su enorme resiliencia, su capacidad de transformarse, mutar y adaptarse a los nuevos contextos", recuerda García-Calvo. Y ahora, tanto DAESH como Al Qaeda parecen estar en pleno periodo de transición interna.

Tras la pérdida de territorio, el terrorismo yihadista trata de ampliar sus operaciones en otros lugares del mundo que se han quedado sin soldados occidentales. "Se ha visto en cierto modo favorecida por la retirada de tropas por parte de los países que tienen misiones militares antiterroristas en la zona", señala García-Calvo. Países Francia, Alemania Canadá o España, que han retirado sus tropas de la coalición internacional que lucha contra el DAESH en Irak.

Y en algunas ocasiones estas consecuencias han favorecido sus estrategias. "Puede que haya sido más fácil gracias a la pandemia, pero la estrategia del DAESH era replegarse hacia zonas desérticas donde hay menos ciudades, menos centros urbanos, un poco recuperarse y este año lanzar la ofensiva que están haciendo ahora", señala el profesor Priego.

Y en esos contextos, África Occidental, Siria, Irak o Afganistán son algunos de los puntos calientes más importantes. Los atentados allí no han cesado pese a la pandemia, más de 70 en los últimos meses. Solo en Irak, 170 civiles y funcionarios de seguridad han perdido la vida en los primeros cuatro meses de 2020 debido a los ataques de Daesh.

La crisis sanitaria ha obligado a centrar recursos de seguridad en abordar la pandemia. "Ahora mismo los estados están volcados en atender otro tipo de emergencia, en este caso, sanitaria", señala la investigadora principal del Real Instituto Elcano. "Parte de la inteligencia de los estados está un poco centrada en combatir la epidemia pero hay una parte, sobre todo esa parte que está desplegada sobre el terreno, los infiltrados, etc, que sí está funcionando", añade Alberto Priego.

Oportunidades para el reclutamiento

Pero, además, la crisis sanitaria ofrece también una oportunidad a estas organizaciones para ganar simpatías, allí donde los estados son más débiles. "Los talibán, por ejemplo, han repartido mascarillas y jabón a la población, tratando de cubrir los huecos a los que el estado no llega", señala Carola García-Calvo."Y esto es algo a tener muy en cuenta porque, al final, en estados frágiles, con carencias de lo más básico, el hecho de que estos grupos ocupen el lugar del Estado es una ventana de oportunidad enorme para reclutar y atraer nuevos miembros"

​Durante las últimas dos décadas, el yihadismo ha sido la gran amenaza a la seguridad, nacional e internacional. Ahora, el coronavirus parece haberle relegado a la irrelevancia mediática. Pero los expertos recuerdan que seguimos en alerta grave y que el terrorismo internacional también se está preparando para un mundo post-pandemia.