Enlaces accesibilidad
Coronavirus

La lucha contra el coronavirus en un hotel de cuatro estrellas

Por
El personal sanitario recibe en el hotel Melià a pacientes leves de coronavirus provenientes del Hospital del Vall d'Hebrón donde permanecerán durante el período de convalecencia.
El personal sanitario recibe en el hotel Melià a pacientes leves de coronavirus provenientes del Hospital del Vall d'Hebrón.

Ricardo Llopiz lleva dos semanas aislado en una habitación en la novena planta del Hotel Alimara de Barcelona. No puede salir ni mantener contacto con nadie, mientras el bullicio del personal sanitario y de limpieza fluye a su alrededor. En RTVE.es nos hemos asomado a la vida en estos hoteles de cuatro y cinco estrellas reconvertidos para alojar a enfermos leves y profesionales en primera línea de la lucha contra la pandemia de coronavirus.

“Es por un bien común y estoy muy agradecido, pero es duro estar alejado de la familia”, nos cuenta este enfermero del hospital Vall d’Hebron, que acabó engrosando la lista de 25.000 sanitarios positivos por coronavirus en España. Para él, el aislamiento fuera de casa era la única manera de no acabar infectando a su familia. Precisamente con el objetivo de atender esa perentoria necesidad algunas Comunidades Autónomas han puesto en marcha los hoteles llamados 'sanitarizados' o 'medicalizados'.

En colaboración con un sector cuya actividad económica ahora se encuentra en pausa por las medidas de confinamiento, el Gobierno de Madrid ha habilitado 13 de estos hoteles, donde se ha asistido hasta ahora a 1.670 pacientes. Igualmente, en Cataluña, solo en Barcelona, están disponibles 2.500 habitaciones, como parte del programa “Hotel Salud”.

Los síntomas de Llopiz han sido “bastante leves” en los primeros siete días y, luego, desaparecieron sin mayor complicación, por lo que ha podido pasar el día "leyendo la prensa, escuchando música o haciendo llamadas con la familia". No ha necesitado asistencia médica, pero en el caso de que su estado de salud empeorara, nos cuenta, le trasladarían al hospital Vall d’Hebrón, justo enfrente del Alimara.

Casi 10.000 profesionales sanitarios han dado positivo por coronavirus en España, el país de mayor porcentaje entre los afectados por la pandemia. Algunos de ellos han preferido mudarse estos días a hoteles para evitar contagiar a sus familias.

De estudiante del MIR a médica en un hotel

El objetivo de otros hoteles, como el Catalonia Barcelona Plaza, no es solo el aislamiento. Su equipo médico se encarga del seguimiento y tratamiento de los pacientes. “La medicación que se está utilizando para el coronavirus (hidroxicloroquina, Kaletra...) puede provocar muchos efectos secundarios y, aunque sean enfermos leves, se tiene que vigilar para que no se descontrolen por otra parte”, nos explica la médica Elena Cases.

Se presentó al examen del MIR en enero. Estaba esperando los resultados de la oposición para acceder a la especialización cuando llegó la pandemia y, junto a otras compañeras, se ofreció para empezar a trabajar en el saturado sistema sanitario.

“Y aquí me encuentro”, dice esta aspirante a psiquiatra desde el hotel en la Plaza de España de la ciudad condal. “Después de tantos meses estudiando echaba de menos entrar en contacto con la medicina real. Estoy contenta de poder ofrecer mi ayuda”.

Según nos explica, el contacto dentro del hotel 'sanitarizado' en el que ahora trabaja es el mínimo necesario para evitar contagios. “Solo entramos [en las habitaciones] en el caso de que sea imprescindible, para tomarles las constantes, hacer una analítica. Si no, pasamos visita por teléfono”, nos cuenta, y apunta que le sorprendió el rango de edad de pacientes afectados. “De los 20 o 25 años hasta los 70. Aquí vemos un poco de todo”.

Servicio de limpieza y voz amiga para los pacientes

Enric Pecero trabaja en el equipo de limpieza del hotel Alimara. En realidad es profesor de educación infantil y estudia un máster, pero no lo dudó cuando le dieron la oportunidad de unirse al equipo. “Salgo, socializo -siempre manteniendo la distancia-, me da un poco el sol, me siento útil e intento ayudar a la gente”, expone Pecero.

El Hotel Alimara, con la mayoría de las habitaciones dispuestas para alojar al personal sanitario, cuenta con una planta entera dedicada a pacientes de COVID-19 como el enfermero Ricardo Llopiz. “Hay diferencias respecto a un hotel ordinario, pero el funcionamiento del servicio de limpieza es bastante similar”, nos cuenta Pecero, con “el cartelito verde o rojo” para comunicarse con el servicio de habitaciones.

Aunque se aprovechan las horas de trabajo del personal sanitario para limpiar sus estancias, los pacientes de coronavirus nunca abandonan la habitación. Tampoco cuando Pecero entra a limpiar, según describe, con “cada uno en una punta de la habitación”.

"Esta mañana me ha tocado fregar con una mujer tumbada en la cama. Íbamos hablando un poco de cómo iba, pero manteniendo esa distancia”, relata. “Así están entretenidos e intentas ayudar a que esto vaya más rápido, que vaya mejor”.

La ansiada vuelta a la normalidad, si es que tal existe, todavía no tiene fecha. “Mi contrato era de un mes y ahora se ha convertido en uno de tres meses. No sé si es un indicativo de algo”, señala la médica Elena Cases. Nos explica el esfuerzo que se está haciendo para recuperar la estabilidad en los hospitales y que haya capacidad también para otras enfermedades: “Es muy importante que a los positivos podamos aislarlos para no volver a subir la curva

Por eso, Ricardo Llopiz, que ya se encuentra bien, pasará otra semana en aislamiento para garantizar la salud de su familia y la de todos: “Al menos tengo vistas”.