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Coronavirus

Italia marca el camino: una semana esperanzadora y planes para una segunda fase que podrían inspirar a España

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Coronavirus en Italia: Empieza el largo descenso de la curva de la epidemia

Aunque la COVID-19 prosigue su aceleración elevando el número de contagios y muertes en todo el mundo, la buena noticia llega a Europa, actualmente el continente más afectado por el coronavirus, con la estabilización de sus dos principales focos, Italia y España.

Italia está a punto de cumplir un mes en confinamiento, ordenado el 9 de marzo, y lleva dos semanas, desde el 23 de marzo, con todas las actividades no esenciales suprimidas para intentar frenar la escalada de casos de coronavirus. El aislamiento y la reducción de la movilidad están funcionando. El objetivo de aplanar la curva ya está más cerca.

El domingo, Italia registró 525 fallecidos con coronavirus en las últimas 24 horas, la cifra más baja desde el 19 de marzo, y ya se prepara para aplicar la segunda fase de la emergencia, acabar progresivamente con el confinamiento nacional, siempre y cuando la tendencia a la baja continúe en los próximos días.

"Si los datos se confirman, debemos comenzar ya a pensar en una segunda fase" que devuelva la normalidad de forma gradual, ha afirmado el presidente del Instituto Superior de Sanidad italiano, Silvio Brusaferro.

En la crisis provocada por esta pandemia todo está sucediendo por primera vez y la improvisación es inevitable. Pero España da sus pasos a poca distancia de Italia, que, al margen de la disparidad inevitable en algunas cifras, camina como precedente que hasta ahora ha venido marcando la secuencia de las actuaciones en España. El día a día de Italia en la lucha contra el virus SARS-CoV-2 es el futuro inmediato de España, con apenas siete jornadas de diferencia.

De hecho, las señales de la mejoría de Italia empiezan a asomar tímidamente en España, lo que permite pensar que, de mantener la misma estela, lo que ocurre y ocurrirá en Italia puede trasladarse a nuestro país:

1. Mueren cada vez menos personas

Italia ha encadenado esta semana una tendencia esperanzadora de reducción de los fallecidos diarios, que ha logrado bajar de los 837 del martes a los 525 de este domingo, la cifra más bajada de muertes diarias desde hace más de dos semanas, el 19 de marzo. Durante tres días se mantuvo en torno a los 700 fallecidos diarios, pero en las últimas ha experimentado un descenso que, aun estando condicionado por un posible efecto fin de semana en el recuento, apuntala la tendencia observada.

También la aparición de nuevos casos confirmados ha ido disminuyendo desde que empezó abril. Tras el repunte del lunes respecto al fin de semana, el registro de casos (que incluye a los casos activos, las muertes y los recuperados), se ha estabilizado en torno a los 4.000.

En España, según los datos de Sanidad, se registraron 674 fallecidos en las últimas 24 horas y 6.023 nuevos contagiados, cifras que también muestran una desaceleración en comparación con jornadas anteriores.

2. Los casos activos caen

Con altibajos diarios, el número de casos activos en Italia se va estabilizando de los 3.815 positivos nuevos del pasado domingo 29 de marzo a los 2.972 de este. Y a pesar de que el número de casos confirmados no ha dejado de subir en Italia, el tercer país del mundo en este ránking por detrás de Estados Unidos y España, la proporción que representan los activos respecto al total se ha ido reduciendo desde que empezó el confinamiento.

El 15 de marzo, fecha en la que se cumplían los primeros siete días de confinamiento, los casos activos analizados -bien ingresados en hospitales, bien en seguimiento domiciliario- representaban casi el 80% del total. Al final de la cuarta semana de restricciones, los activos han bajado diez puntos y representan poco más del 70%. Han pasado también dos semanas desde que el Gobierno de Giuseppe Conte decidió suspender las actividades esenciales para reducir aún más los movimientos y las posibilidades de contagio, una medida que el Ejecutivo español introdujo asimismo desde el 31 de marzo hasta el 12 de abril.

3. Descenso de personas en la UCI

El número de nuevos hospitalizados diarios disminuyó este domingo en Italia por primera vez. En la actualidad hay 28.949 personas hospitalizadas en Italia, y aunque solo suponen 61 personas menos que la víspera, es la primera vez que se rompe la tendencia.

Además, 3.977 pacientes están ingresados en cuidados intensivos, 17 menos que el sábado, de modo que es el segundo día consecutivo en que descienden los casos atendidos en UCI. Entre hospitalizados con síntomas y pacientes en UCI, los ingresados en Italia suponen el 36% del total de casos activos.

En España (pese a las limitaciones de la información proporcionada por Sanidad y las comunidades autónomas), la hospitalización es mayor, 58.654 personas, casi el 70% de los casos activos.

Al mismo tiempo que las noticias son buenas en cuanto a los pacientes, en Italia también se reclama mayor protección para el personal sanitario. Hasta el sábado habían fallecido 80 médicos, y entre el 10 y el 20% eran jubilados voluntarios que se ofrecieron a ayudar a combatir esta pandemia ante la saturación de hospitales y la falta de personal. Según el sindicato médico Annao, "entre un 20 y un 25% de los contagiados" con coronavirus en Italia son médicos.

4. Las regiones más afectadas logran un respiro

Las regiones más afectadas por la COVID-19 en Italia, Lombardía, Emilia-Romaña y Piamonte -que adelantó a Veneto en número de casos el 31 de marzo- representan cada vez menos incidencia total del coronavirus en Italia, lo cual no es tampoco una buena noticia, porque da fe de que la pandemia se ha ido propagando en el resto del país. Así, el 9 de marzo, cuando empezó el confinamiento, los casos en estas tres regiones representaban el 95% del total y el 5 de abril no llegan al 62%.

A lo largo de la semana, Lombardía, que ya ha superado los 50.000 casos y llega casi a los 9.000 fallecidos, ha mantenido a raya los nuevos fallecimientos por debajo de los 400 diarios, en una tendencia descendente que llegó el domingo a los 249 decesos respecto a las últimas 24 horas.

En las regiones del centro y sur del país "el sistema sanitario ha sido capaz de contener un aumento significativo en el número de sujetos infectados", dijo el sábado el presidente del Consejo Superior de Sanidad, Franco Locatelli, algo muy positivo que ahora deben conseguir también las regiones del norte, las más afectadas.

El jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli, subrayó que los hospitales lombardos ya no están saturados y no necesitan transferir enfermos ingresados en UCI a otros centros del país por primera vez desde el inicio de la gestión de la emergencia.

Las otras dos regiones que siguen a Lombardía son Emilia-Romaña, con 17.089 contagiados y 2.051 muertos y Piamonte, con 12.362 contagios y 1.168 fallecidos. La primera ha logrado mantener el aumento de nuevos casos diarios en el entorno de los 550-600 desde el día 1 de abril y el Piamonte, aunque ya supera los 1.000 muertos con coronavirus, ha visto aumentar su número de recuperados diario por encima del centenar en las últimas cuatro jornadas.

Si se compara la evolución de estas regiones italianas con otras del mundo, se observa que están logrando doblar su curva y hacer que la propagación epidémica se frene. Si la semana anterior aún se encontraban en un ritmo de duplicación de sus muertes cada tres días, ahora esa teórica duplicación llegaría en el doble de tiempo.

La política en Italia que ¿veremos en España?

Es un hecho: Italia vive la fase de la pandemia que los expertos denominan como "meseta", en la que no hay grandes variaciones en el número de nuevos casos y que, si todo va según lo previsto, debería ser la antesala de la remisión de la enfermedad.

Igualmente, tras anunciar el sábado una ampliación del estado de alarma y el confinamiento de la población hasta al menos el 26 de abril, el Gobierno español se prepara ya para una segunda etapa de "desescalada" o transición, una vez alcanzado el pico de contagios.

En el país transalpino, aunque oficialmente las medidas de confinamiento están en vigor hasta el 13 de abril, las autoridades ya han avanzado que el confinamiento no empezará a levantarse hasta al menos la mitad de mayo, lo que es fácilmente extrapolable a España, donde además hay un puente festivo en esas fechas en la Comunidad de Madrid, la más afectada por la COVID-19.

Ante las buenas perspectivas, Italia prepara un plan de cinco puntos para reabrir del país de forma gradual y controlada, según ha explicado el ministro de Sanidad, Roberto Speranza: mantener el actual distanciamiento social (algo cada vez más difícil a medida que pasan los días, como demuestra el aumento diario de sanciones, 9.000 el sábado, mil más que el viernes), crear más hospitales para asistir a enfermos con coronavirus, aumentar los tratamientos dentro de los hogares para reducir la presión sobre los hospitales, el lanzamiento de una herramienta digital que ofrecerá datos sobre los movimientos de los enfermos durante las 48 horas previas a haber dado positivo, y el aumento exponencial de los test a la población.

Este incremento de los tests debería revelar "cuántos italianos han sido infectados, si son inmunes y cómo son inmunes, cuántos y en qué áreas pueden regresar a una vida normal", según ha detallado el ministro en una entrevista a La Repubblica.

Otra cuestión polémica en Italia -y que España se plantea como "probable" medida- es el uso de las mascarillas en los espacios públicos compartidos. Lombardía ha decidido que multará desde este domingo con 400 euros a todos los ciudadanos que salgan a la calle sin mascarillas o, al menos, con bufandas que les cubran la boca y la nariz. También Toscana hará obligatorio el uso de mascarillas mediante una orden "razonada y equilibrada", según el gobernador regional, Enrico Rossi, que afirma que garantizará que se distribuyan "gratis" a los ciudadanos de sus municipios los diez millones de mascarillas que han comprado.

Pero el Ejecutivo italiano insiste, en un aviso para el resto de países que miran a Italia: "La emergencia no ha terminado. El peligro no ha acabado, nos esperan todavía meses difíciles. Nuestro trabajo es crear las condiciones para convivir con este virus. Aquí el verbo correcto es convivir, al menos hasta que tengamos la vacuna o una cura", advirtió el ministro Speranza.