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La suma PP-Cs para "frenar al nacionalismo": ventajas e inconvenientes en Cataluña, País Vasco y Galicia

  • En 2016 y 2017, la coalición hubiera logrado dos escaños más en Euskadi, uno en Galicia y otro en Cataluña
  • El nacionalismo vasco y el independentismo catalán seguirían, sin embargo, siendo mayoría

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Inés Arrimadas y Pablo Casado
Inés Arrimadas y Pablo Casado

Sumar fuerzas para ganar más escaños y "frenar al nacionalismo" es un planteamiento que PP y Ciudadanos sopesan con interés de cara a las próximas elecciones autonómicas, aunque con matices. La portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimadas, pide concurrir conjuntamente en Galicia, País Vasco y Cataluña, mientras que el líder del PP, Pablo Casado, va un paso más allá y se plantea ir juntos en las próximas generales, pero los populares rechazan compartir su marca personal en Galicia, donde el presidente Alberto Núñez Feijóo tiene mayoría absoluta.

Politólogos consultados por RTVE.es ven en esta una estrategia con posibles ventajas para ambos, pero de forma desigual. Por un lado, al PP le interesa lograr más representación en Cataluña, donde son la última fuerza, y "quizá" en el País Vasco, donde aún debe decidir si Alfonso Alonso seguirá siendo el cabeza de lista, si el partido opta por un candidato más cercano a Casado -algo que, por ahora, descartan- o se apuesta por un "independiente".

Por otro lado, los expertos consideran que la unión puede ser un "salvavidas" para Ciudadanos, ausente hasta ahora en Euskadi y Galicia, y a la baja en Cataluña -las encuestas le dan entre 13 y 17 diputados-. En esta última región, “no aparecer como marca propia en las elecciones es una estrategia para esconder sus posibles malos resultados y compartir la responsabilidad con el PP, mientras que si la fórmula funciona, se pueden apuntar el tanto”, expone a RTVE.es el politólogo de la Universidad de Barcelona Jesús Palomar.

Palomar recuerda que estas elecciones vienen en “un mal momento para Ciudadanos” tras el reciente hundimiento de Cs en las generales y en pleno debate por el liderazgo del partido, con voces críticas también respecto a este movimiento por producirse bajo la dirección de una gestora.

Cataluña: un escaño más para PP y Cs a costa de ERC

En Cataluña, Cs representó en las autonómicas de 2017, tras el punto álgido del ‘procés’, el azote del independentismo. Arrimadas hizo lo que no logró el PP en toda la democracia, ganar las elecciones catalanas con una mayoría de 36 escaños, frente a los cuatro únicos que obtuvieron los populares. Era la primera vez que un partido no nacionalista se imponía en Cataluña desde 2006, aunque el independentismo acabó gobernando tras la suma entre JxCat y ERC.

En términos numéricos y de ‘política ficción’, si hubieran concurrido conjuntamente PP y Cs y logrado el mismo número de votos que por separado, la fórmula ‘Mejor unidos’ habría logrado un único escaño más en el Parlament a costa de ERC, que hubiera pasado de 34 a 33. Una suma insuficiente que no habría evitado que hubiera una mayoría independentista en el Parlament.

Pero los sondeos electorales no son optimistas para ellos. Según el promedio de las últimas encuestas -una de GESOP para El Periódico y otra de NC Report para La Razón, y NSC para El Español, Ciudadanos obtendría un 11,5% de los votos, casi 13 puntos porcentuales menos que hace poco más de dos años, y caería a cuarta fuerza.

El PP subiría según el promedio de las encuestas del 4,2% al 6,85%, ganando uno o dos escaños más que los cuatro que ahora tiene, aunque seguiría siendo una fuerza minoritaria -ahora mismo es la última-. Así, la coalición con Ciudadanos podría ser una fórmula de éxito y darle relevancia, aunque no frente a un independentismo -ERC, JxCat y CUP- que mantendría la mayoría en el Parlamento catalán. Y Vox, por su parte, se quedaría en medio de ambos con un 5,9%, logrando por primera vez hasta cinco diputados en el Parlament.

En Cataluña, el objetivo del votante de PP y Cs es frenar el ascenso independentista

Al votante de PP y Cs sí podría convencerle la ‘fórmula Arrimadas’ en esta región porque “su objetivo es frenar el ascenso independentista”, considera la experta en Ciencias Políticas y directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Paloma Román Marugán.

País Vasco: dos escaños más a costa de PNV y Bildu

Repitiendo en el País Vasco el cálculo con la suma de los votos que obtuvieron entonces PP y Ciudadanos, la fórmula de coalición hubiera logrado once diputados, dos más que los que tiene actualmente el PP, a costa de un escaño del PNV y otro de EH Bildu. Pero el nacionalismo vasco hubiera mantenido una mayoría absoluta en el parlamento de 44 diputados.

El PP en Euskadi es más moderado y el elector "no acepta una bandera radical" del españolismo

Sin embargo, Marugán considera que el elector vasco “no acepta una bandera radical del españolismo" de PP y Ciudadanos y cree que el discurso de Cs frente al nacionalismo y la línea más dura del líder popular, Pablo Casado, podría lastrar a los populares en una comunidad autónoma donde el PP es más moderado y ha ganado una reputación tras décadas de resistir y sufrir el terrorismo de ETA.

Reconoce, sin embargo, que el PP “no vive sus mejores momentos” en Euskadi y su objetivo es “mantener” su fuerza en Álava -principal bastión en el territorio- y lograr “algo más” en las otras dos provincias.

Galicia: un escaño más para PP y Cs a costa del PSOE

Galicia es un bastión clave del PP. Allí, el presidente Alberto Núñez Feijóo tiene mayoría absoluta y considera que Ciudadanos -sin ninguna representación-, en lugar de sumar, le “resta”. Casado ya ha rechazado la fórmula porque el PP “aglutina” todo el voto constitucionalista en esta autonomía.

Los resultados de 2016 hubieran dado a la coalición un escaño más -que Feijóo no hubiera necesitado- a costa del PSOE. El Bloque Nacionalista Galego (BNG), contra quien Arrimadas también advierte porque "puede volver a estar" en el gobierno regional, hubiera mantenido los mismos seis escaños que obtuvo.

Ciudadanos puede perjudicar al PP en términos de marca

Sin embargo, las encuestas pronostican la irrupción de Vox en el Parlamento y prevén que Feijóo pueda necesitar su apoyo para ser investido. Jesús Palomar estima que, en términos numéricos, la suma con Ciudadanos podría permitirles evitar al partido de Santiago Abascal en esta autonomía, pero cree que, en términos de ‘marca’, al PP le “perjudicaría”.

El PP tiene posiciones muy diferentes en cada comunidad autónoma. En Galicia ya ha gobernado muchos años o sido líder de la oposición”, por lo que ‘diluirse’ con Ciudadanos sería un error, considera el experto. Una situación muy diferente a País Vasco y Cataluña, siendo en esta última región donde tiene una marca ‘en negativo’ siendo la última fuerza y donde los líderes no han tenido suficiente fuerza.

Todavía no hay fecha para las elecciones en ninguno de los tres territorios, pero el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, está realizando ya consultas para adelantar los comicios posiblemente al 5 de abril y Galicia podría hacer lo mismo para hacer coincidir las elecciones el mismo día.

En Cataluña se podrían retrasar varios meses, mientras que la incertidumbre sobre el futuro de Quim Torra al frente de la Generalitat -ya ha perdido su acta de diputado- y la evolución de la mesa entre gobiernos pueden condicionar todo el proceso. Y entre tanto, PP y Ciudadanos deberán decidir si finalmente concurren juntos en todos los territorios, en alguno o lo hacen definitivamente por separado.