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La OCDE pide adaptar el régimen de las pensiones ante la aparición de "empleos atípicos"

  • Considera atípicos a trabajadores independientes, autónomos, empleados a tiempo parcial o en contrato temporal
  • ADemás, insta a España a limitar la flexibilidad de los autónomos para cotizar

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La OCDE llama a adaptar las pensiones ante la irrupción de "empleos atípicos"

Los sistemas de pensiones de los países de la OCDE no están adaptados a las nuevas tendencias del mercado, según ha denunciado la organización este miércoles en un informe en el que alerta de las desigualdades entre los asalariados y los autónomos, trabajadores a tiempo parcial o trabajos temporales.

En su informe bienal sobre pensiones, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico destaca los cambios que se están produciendo en la sociedad y el mercado laboral, impulsados principalmente por las tendencias digitales, pero también por la globalización y los cambios demográficos y climáticos.

Una situación que está creando oportunidades crecientes, especialmente en internet con trabajos fáciles de ofrecer y encontrar, pero también grandes desafíos, sobre todo por las condiciones inestables de trabajo.

Estos puestos, a los que el organismo se refiere como "empleos atípicos", incluyen principalmente a trabajadores independientes, autónomos, empleados a tiempo parcial o en contrato temporal y suponen uno de cada tres trabajos en el conjunto de los países de la OCDE.

Este conjunto destaca además por su heterogeneidad tanto en las condiciones como en las reglas de protección social y laboral, pero también en las retribuciones, con unas pronunciadas brechas salariales.

El régimen de pensiones no fue concebido para las nuevas formas de empleo

Ante esta realidad, que avanza rápidamente, la OCDE constata que los regímenes de pensiones no fueron concebidos para cubrir estas formas de empleo y que, al contrario de lo que podría parecer, no se trata de empleos que se realicen durante un corto período de tiempo, sino que los trabajadores permanecen en ese estatus mucho tiempo con sueldos bajos.

Los países, añade, deben prepararse a la posibilidad de que cada vez haya más trabajadores atípicos, porque "los mercados de trabajo cambian rápido mientras que las respuestas políticas, especialmente en materia de pensiones, son procesos difíciles en los que puede pasar mucho tiempo antes de que se vean los efectos".

La OCDE, que en su informe analiza las medidas tomadas por los países entre septiembre de 2017 y septiembre de 2019, constata que numerosos países han dado marcha atrás a reformas de pensiones que se aplicaron tras la crisis financiera, aumentando los beneficios y la cobertura y facilitando los requisitos de obtención.

Esto ha pasado en países como Hungría, Islandia y Lituania, donde han cambiado los niveles de contribución; las pensiones mínimas han aumentado en Austria, Francia, Italia, México, Eslovenia o Alemania, donde se han incrementado los ingresos de los trabajadores con salarios bajos, mientras destaca que España ha suspendido su reforma.

La OCDE insta a España a limitar la flexibilidad de los autónomos para cotizar

Por otro lado, la OCDE ha alertado a España de que deberá restringir la flexibilidad que tienen los autónomos a la hora de fijar su base de cotización para evitar en el futuro pensiones precaria.

La OCDE calcula que la edad de jubilación aumentará desde los 65,5 años actuales hasta los 67 a partir de 2027, para aquellos que hayan contribuido 38,5 años frente a los 36,5 que se necesitan hoy. La edad de jubilación en España será entonces menor que la de sus vecinos, y "sustancialmente más baja" que la de países como Dinamarca (74), Estonia, Italia u Holanda (71).

Preocupada también por el envejecimiento acelerado de la sociedad española, la organización recomienda al Gobierno español proponer mecanismos para garantizar el equilibrio del sistema de pensiones. Este equilibrio se ve además amenazado por el envejecimiento del país, que se produce a un ritmo mayor que la media de los países de la OCDE.

Según las proyecciones de la ONU, en 2050 habrá 78 mayores de 65 años por cada 100 españoles de entre 20-64, frente a los 33 actuales. En comparación, en esa fecha, la media de la OCDE será de 53 por cada 100.

El organismo ve especialmente como "un problema muy serio" la flexibilidad del sistema para los trabajadores atípicos, que engloba a autónomos, trabajadores a tiempo parcial o con contratos temporales. Así, en los países en los que las bases de cotización de los autónomos no funcionan de manera proporcional, las futuras pensiones se encuentran, según los cálculos, entre las más bajas.

La jubilación de un autónomo será por tanto un 42% de la que corresponderá a un trabajador contratado, muy por debajo de la media de la OCDE (79%): solo Japón, México y Holanda están peor que España a este respecto.