Asaltan la joyería del hotel Ritz en París y se llevan un botín de cuatro millones de euros

• Cinco hombres asaltaron la joyería del hotel, en la exclusiva plaza Vendôme
• Tres están detenidos y los otros dos se han dado a la fuga

Un coche de policía aparcado ante el hotel Ritz en París.

Cinco hombres, al menos uno provisto de un hacha, asaltaron este miércoles la joyería del lujoso hotel Ritz de París y se llevaron un botín valorado en al menos cuatro millones de euros. Tres de los cinco individuos han sido detenidos por las autoridades, mientras que dos se han dado a la fuga.

"La pérdida económica es muy alta y está todavía por estimar", ha señalado una fuente policial a Reuters. Otro agente sitúa la cifra en 4,5 millones de euros, pero ha señalado que en la bolsa que han recuperado posiblemente figuraba parte del botín.

El atraco ha ocurrido en torno a las 18:30 hora local, cuando el grupo de atracadores rompió vitrinas para robar las joyas del local que está situado dentro del vestíbulo del hotel, ubicado en la exclusiva plaza Vendôme, en el primer distrito de la capital francesa. Antes de huir, se hicieron con varias joyas expuestas detrás de los escaparates.

Los atracadores pudieron huir en moto

Según ha explicado una fuente policial a AFP, un empleado del hotel dice haber visto a una moto huir a gran velocidad y circular por el sentido contrario en la calle Cambon, detrás del hotel.

A pesar de la violencia empleada, no se han registrado heridos durante el asalto. Según el diario Le Figaro, algunas personas se refugiaron en el subterráneo del hotel cuando vieron irrumpir a los asaltantes.

La Policía francesa ha abierto una investigación por robo de banda organizada con arma, según ha indicado una fuente judicial a AFP. En ella participa el cuerpo especial de Policía para la lucha contra el crimen.

El hotel Ritz de París, abierto en 1898, fue el primero en instalar electricidad en todas las plantas e incluir baños en las habitaciones. La que fuera la casa del diseñador Coco Chanel, ha sido lugar de inspiración desde entonces para muchos artistas, entre ellos Ernest Hemingway. En 1997, el hotel fue el último lugar en que la princesa Diana de Gales pasó su última noche antes de morir.