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La Audiencia Nacional señala que los recursos contra la venta del Popular deben dirigirse a los tribunales europeos

  • También rechaza aplicar la suspensión cautelar a la operación
  • Reconoce que los "perjuicios" causados son "de muy difícil reparación"
  • Se han presentado más de 250 recursos con más de 6.000 recurrentes

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La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, informa sobre la compra del Popular en junio
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, en la rueda de prensa en la que informó de la compra del Banco Popular. La operación valoró esa entidad en un euro, lo que supuso la pérdida de toda la inversión a accionistas e inversores.

La Audiencia Nacional ha rechazado suspender de forma cautelar la venta del Banco Popular al Santander al estimar que, si bien ha podido generar "perjuicios de difícil reparación", la ejecución del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) "dimana" de una decisión adoptada por los organismos de la Unión Europea.

La operación de venta al Santander valoró el Banco Popular en tan solo un euro, lo que supuso la pérdida de toda la inversión a accionistas.

En el auto conocido este viernes, la sala de lo Contencioso-Administrativo califica de "instrumental" el papel del FROB y considera que los "perjuicios invocados" por los recurrentes deben dirigirse a los tribunales europeos con competencia sobre las actuaciones, en este caso, de la Junta Única de Resolución (JUR), el organismo comunitario que acordó la operación el pasado 7 de junio.

Según ha informado para propia sala, hasta ahora se han registrado más de 250 recursos, que incluyen a más de 6.000 recurrentes de diferentes perfiles, desde personas físicas o jurídicas, hasta asociaciones o fundaciones.

Según los magistrados, la Junta Única de Resolución fue la encargada de valorar tanto las dificultades por las que atravesaba el Popular como la necesidad de esa medida para el interés público, razones por las que "la paralización pretendida, incluso si se tratara de la misma venta, dejaría sin efecto la decisión de la JUR y mantendría unas circunstancias que los organismos europeos han considerado que hacen inviable la entidad y conllevan un riesgo para el interés público”.

No obstante, la sala admite que la ejecución de las medidas propuestas por Europa "puede generar perjuicios si no de imposible, sí de muy difícil reparación", aunque entiende que éstos son imputables directamente a la decisión de la Junta Única de Resolución, "que es la que ha decidido la venta".

JUR: "Tuvimos mucha suerte" porque hubo un comprador

Por su parte, la presidenta de la Junta Única de Resolución, Elke König, ha asegurado este viernes que la resolución de Banco Popular fue un "logro", aunque ha reconocido que tuvo,"hasta cierto punto, mucha suerte" porque hubo un comprador, Banco Santander, con la "voluntad y capacidad" de adquirir su cartera.

"Tuvimos, hasta cierto punto, mucha suerte porque era una situación en la que había un proceso en marcha y había alguien con la voluntad y capaz de adquirir la cartera con una aplicación perfecta de nuestras normas", ha expresado durante la conferencia anual del organismo que preside.

König ha defendido en todo caso que la resolución del Popular fue un "logro" que demostró que el marco de resolución puesto en marcha por el bloque comunitario "funciona". "Claramente lo que pudimos ver fue que un banco que estaba quebrando pudo ser resuelto con las herramientas que teníamos", ha afirmado.

En este sentido, ha destacado que se hizo sin que provocase ningún efecto negativo en la estabilidad financiera ni en otras entidades, así como sin que tuviera impacto para los contribuyentes españoles ni para el Estado.

Además, la presidenta de la JUR ha pedido para futuros casos que las resoluciones de entidades bancarias tengan lugar si es necesario durante el fin de semana, como está pensado en la normativa comunitaria, y no durante la noche de un martes a un miércoles, como ocurrió en el caso de Banco Popular.

La presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Daniele Nouy, ha salido al paso de esta solicitud. "Cuando los bancos están en un punto en el que no hay otra solución, que no va a ser capaz de pagar sus deudas cuando debe, cuando se tiene que tomar la decisión desafortunadamente no elegimos el día. Puede ser un viernes, puede ser un lunes. No puedo prometer a Elke que es la última vez que tiene que hacerlo durante la semana", ha expuesto.