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Sánchez rechaza el "falso dilema" de la abstención del PSOE y exige que Rajoy se someta a la investidura

  • "Debe dar un paso al frente y poner en marcha el motor de la democracia"
  • El líder del PSOE se instala en el 'no' y al frente de la oposición al PP
  • "Que los demás tengamos que apoyarle es no aceptar los resultados electorales"

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Sánchez rechaza el "falso dilema" de la abstención del PSOE

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha dado un paso al frente para negar el "falso dilema" de la solicitada abstención del PSOE para hacer posible que Mariano Rajoy sea investido presidente del Gobierno y ha trasladado a Rajoy la responsabilidad de someterse a la investidura para acabar con el desbloqueo y trabajar para "articular una mayoría suficiente".

Tras cincuenta minutos de entrevista con el rey en el Palacio de la Zarzuela, y a pocas horas de que el rey dé por terminada la ronda de consultas en busca de un candidato a la Presidencia del Gobierno, el líder de los socialistas ha querido sacar de sí la presión y la atención política y recordar su "obligación" al presidente en funciones y aspirante a mantenerse en el puesto en virtud de los últimos resultados electorales.

"El dilema real -ha dicho Sánchez- es si Rajoy es capaz de articular una mayoría suficiente". "En un sistema parlamentario, no es de recibo que la alternativa de Rajoy a hacer él su trabajo es que se lo hagamos las demás fuerzas parlamentarias", ha objetado.

"Que los demás tengamos que apoyarle es no aceptar los resultados electorales y querer alterarlos", ha sostenido.

Sánchez ha recordado que el PSOE es la primera fuerza política de la oposición y que, aunque no pretende interferir en los tiempos y las negociaciones del PP, "no va a apoyar aquello que quiere cambiar", en referencia a las políticas en materia laboral, sanitaria, de educación y dependencia.

En consecuencia, entiende el líder del PSOE, "la obligación que tiene Rajoy es ofrecer a sus aliados potenciales unas políticas distintas a las que ha venido realizando durante estos últimos cuatro años". E incluso le ha recetado la fórmula política para ello: "Tiene que ofrecer un gobierno conservador y no continuista", ha señalado.

Rajoy, "obligado" a ir a la investidura

A su entender, es necesario que se produzca la investidura, para al menos "poner en marcha el motor de la democracia", de modo que el debate consiguiente sirva para empezar a contar los dos meses que establece la ley al término de los cuales habría que convocar nuevas elecciones si no se forma un gobierno.

"Es la responsabilidad constitucional que tiene el actual presidente del Gobierno en funciones, que es además el líder de la fuerza parlamentaria con más escaños en el Congreso", ha dicho.

"No me cabe en la cabeza que Rajoy vuelva a decir que no al jefe del Estado", ha afirmado el líder socialista.

El rey concluye este jueves su ronda de consultas recibiendo en el Palacio de la Zarzuela a los líderes de Ciudadanos, Albert Rivera; Podemos, Pablo Iglesias; PSOE, Pedro Sánchez; y PP, Mariano Rajoy. Después, como en anteriores ocasiones, se espera un comunicado de la Casa Real en el que se conocerá la decisión del rey Felipe.

La fecha de investidura no tiene por qué ser inmediata

Una vez haya hablado con todos el rey podría ya proponer a un candidato a la investidura o bien convocar una nueva ronda de contactos. En caso de proponer a un candidato, después sería la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, la que tendría que convocar ese debate, y podría hacerlo de forma inmediata o dando un plazo al candidato para negociar los apoyos necesarios. De hecho, su antecesor, el socialista Patxi López, dio 30 días a Pedro Sánchez hasta la celebración del debate parlamentario.

El lapso de tiempo que puede transcurrir entre la propuesta del rey y la celebración del debate de investidura no está establecido legalmente, y puede dilatarse incluso dos meses, como ocurrió en 1996 cuando fue elegido presidente José María Aznar.

Sin embargo, en esta ocasión la premura para aprobar el techo de gasto y comenzar a tramitar los presupuestos para el próximo año es uno de los argumentos que esgrime Rajoy para pedir a los demás partidos que no dilaten un proceso que debe resolverse cuanto antes.

En todo caso, una vez celebrada la primera votación de investidura comenzaría a correr el plazo de dos meses establecido en la Constitución para convocar nuevas elecciones en caso de que ningún candidato obtenga la confianza necesaria para ser investido presidente del Gobierno.