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La Eurocámara aboga por un etiquetado energético más estricto para los electrodomésticos y más claro para los consumidores

  • Pide una escala "más exigente" de A a G que elimine las subcategorías de pluses
  • A+, A++ y A+++ han surgido porque casi todos los aparatos cumplen las exigencias de la clase A
  • Facilitará al consumidor saber si un electrodoméstico es o no eficiente

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Panel de control de una lavadora
Panel de control de una lavadora.

El pleno del Parlamento Europeo (PE) ha apoyado la introducción de cambios en la legislación comunitaria sobre el etiquetado de eficiencia energética para que resulte más fácil al consumidor saber si un electrodoméstico es o no eficiente.

El texto aprobado pide la introducción de una "escala más exigente de A a G" para acabar así con las subcategorías A+, A++ y A+++ que han surgido debido a que la mayoría de los aparatos que hay en el mercado cumplen las exigencias de la clase A impuestas en 2010.

Para ello, los eurodiputados contemplan un plazo de entre 21 meses y seis años, en función del tipo de electrodoméstico, para rediseñar los subgrupos de nivel de eficiencia "para garantizar una escala de A a G homogénea". El objetivo es asegurar que los consumidores no son engañados al considerar que una categoría A es la más eficiente del mercado, cuando de hecho según las normas vigentes puede ser la menos eficiente.

El PE ha apoyado que las etiquetas contengan información sobre la clase de eficiencia energética del modelo de producto, y su consumo total de kilovatios hora (kWh). Bajo el nuevo sistema que defienden los eurodiputados, el etiquetado tendrá una validez de al menos diez años y se aplicará cuando el 25% de los productos en el mercado de la UE entren en la categoría A o cuando el 50% sea clasificado en la A y B.

En el momento de introducir un reajuste en las etiquetas, la clase A quedará vacía. En grupos de productos en los que el progreso tecnológico es muy rápido se dejarán vacías las clases A y B.

En adelante, los suministradores y comerciantes se deberán referir a la clase de eficiencia energética del producto en todos los anuncios y en el material promocional para los modelos de productos. Asimismo, la Eurocámara ha pedido que se establezca una "base de datos de productos" compuesta por una página web destinada al consumidor, donde la información sea accesible de manera individual y esté disponible en todos los idiomas donde los productos sean vendidos.

Por otra parte, ha indicado que las nuevas normas en la materia deberán incluir excepciones para los artículos de segunda mano y los medios de transporte cuyo motor se mantenga en el mismo lugar durante su operación, como es el caso de los ascensores o los elevadores.

Además, la Eurocámara ha indicado que los métodos de prueba y de impacto medioambiental deberán replicar de la mejor manera posible las condiciones reales de uso de un producto determinado por parte de un consumidor medio.

Escala actual de eficiencia energética

Escala actual de eficiencia energética. European Union-EP

El primer etiquetado energético europeo, que entró en vigor en 1995, consistía en una escala desde la G, el extremo menos eficiente, hasta la A. Posteriormente, se amplió la escala hasta A+++ para reflejar las mejoras aplicadas a los productos. Pero la introducción de la categoría A+ y las superiores redujo la eficacia del etiquetado concebido para animar a los consumidores a comprar los productos más eficientes, porque en la actualidad la tendencia es que la mayor parte de ellos están clasificados en la clase A o en otras aún más eficientes.

A partir de ahora, tras la adopción de estos criterios por el pleno del PE reunido en Estrasburgo (Francia), se iniciarán los contactos con los Veintiocho para buscar un acuerdo en primera lectura.