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Varufakis quiere un plan de reformas y afirma que la austeridad "es peor que la enfermedad"

  • El ministro de Finanzas griego está dispuesto a aceptar todas las reformas
  • Varufakis argumenta que más austeridad frenaría el crecimiento de Grecia

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El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis
El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis.

El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, asegura que Atenas está dispuesta a aceptar todas las reformas económicas que le exigen sus acreedores pero rechaza las exigencias de una nueva cura de austeridad en la que es "peor el remedio que la enfermedad".

En la página de internet Proyect Syndicate, Varufakis publica una tribuna de opinión titulada La austeridad será la única razón del fracaso en la que denuncia la falacia de que Grecia "no quiera ni pueda acometer un plan de reformas económicas".

El titular de Finanzas afirma que el Gobierno griego "está dispuesto a poner en marcha un programa que incluya todas las reformas económicas sobre las que insisten los expertos europeos".

Dispuesto a poner en marcha todas las reformas para sanear la economía

Además subraya que el Ejecutivo heleno, elegido en enero, "está en una posición única para mantener el respaldo popular a un plan de reformas para sanear la economía". En efecto, el gobierno de izquierdas de Syriza goza de altos niveles de aprobación ante la opinión pública.

Varufakis asegura que Grecia está dispuesta a "crear una agencia tributaria independiente, mantener unos superávits primarios razonables, realizar un plan de privatizaciones sensato y ambicioso combinado con una agencia de desarrollo que explote los activos públicos para atraer inversiones, reformar las pensiones asegurando la sostenibilidad a largo plazo del sistema y liberalizar el mercado de bienes y servicios".

Los acreedores insisten en la austeridad

En este contexto, subraya que lo que está fallando es la insistencia de los acreedores en una mayor austeridad, tanto este año como los posteriores, una exigencia que impediría la recuperación, obstruiría el crecimiento, empeoraría el ciclo deflacionario y, en última instancia, erosionaría la voluntad y la capacidad de los griegos para hacer las reformas que el país "tan desesperadamente necesita".

El economista resalta que la insistencia de la troika en una mayor austeridad es "sutil, pero firme", como demuestra su exigencia de mantener un superávit primario "insostenible", para lo que debe incrementar la recaudación por IVA, recortar las pensiones y compensar los menores ingresos por privatizaciones con medidas equivalentes de ajuste.

Asimismo, afirma que la opinión de que Grecia no ha llevado a cabo una suficiente consolidación fiscal "no sólo es falsa, sino que es evidentemente absurda". A este respecto, recuerda con un gráfico la evolución de países donde la austeridad ha sido al menos la mitad que la de Grecia, como España, Portugal, Irlanda o Chipre.

"El principal punto de conflicto, lo único que evita el acuerdo, es la insistencia de los acreedores en más austeridad, incluso a expensas de la agenda de reformas que nuestro Gobierno está dispuesto a adoptar", incide el ministro. Añade, no exento de ironía, que la verdadera motivación de los acreedores "es una cuestión que habrá que dejar a los futuros historiadores".