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El Banco de Rusia gastó casi 70.000 millones de euros en 2014 para defender el rublo

  • Empleó 76.100 millones de sus reservas en dólares, el triple que en 2013
  • En euros, vendió 5.400 millones para frenar la depreciación de su divisa

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Calle de Moscú con carteles que muestran los tipos de cambio del rublo
Calle de Moscú con carteles que muestran los tipos de cambio del rublo.

El Banco de Rusia gastó casi 70.000 millones de euros de sus reservas (76.100 millones en dólares y otros 5.400 millones en euros) en todo 2014 para tratar de frenar la caída del rublo, según los datos publicados este lunes por el banco central ruso. Eso significa el triple de dólares y el doble de euros que en 2013. A pesar de ello, la divisa rusa perdió un 41% de su valor frente al dólar y un 34% frente al euro a lo largo del año pasado, sacudida por las sanciones económicas impuestas a Moscú por su actuación en la crisis ucraniana y por la caída del precio del petróleo.

Ese hundimiento del crudo, unido al embargo decretado por Rusia a los alimentos europeos y estadounidenses, ha disparado los precios un 11,4% el año pasado.

Según los datos mensuales, las mayores intervenciones del organismo emisor ruso fueron en marzo (22.300 millones de dólares) -un mes marcado por la anexión de Crimea-, octubre (27.200 millones) y diciembre (11.900 millones), meses en los que se acentuó el abaratamiento del petróleo.

En las últimas semanas de 2014, la caída del rublo impulsó los cambios masivos de moneda por parte de la población, que llevó a que perdiera un cuarto de su valor en solo dos días (el 15 y 16 de diciembre). Parte de esa caída se recuperó en los días posteriores, pero aún así, la divisa rusa ha iniciado el año muy frágil y con tendencia a la depreciación por la persistencia de la bajada de los precios del petróleo.

Además de las intervenciones en el mercado, el banco central de Rusia decidió subir su tipo de interés hasta el 17% a mediados de diciembre para defender su moneda y frenar la inflación. Sin embargo, ese movimiento puede dificultar aún más el crédito, con lo que se agravaría la recesión que ya prevén para 2015 las autoridades rusas y los analistas.