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Unos 10.000 empresarios se manifiestan en Francia contra la política del Gobierno

  • Reclaman la eliminación de la jornada laboral de 35 horas semanales
  • Aseguran que la rebaja de cotizaciones no compensa la subida de impuestos

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Un manifestante en la protesta de empresarios franceses contra la política del Gobierno
En la pancarta de esrte manifestante se lee: "Impuestos, tasas, cargas: demasiado es demasiado".

Unos 10.000 empresarios franceses -según los convocantes de la principal organización de pequeñas y medianas empresas de Francia- han salido este lunes a las calles de París (unos 6.000 manifestantes) y Toulouse (otros 4.000) para protestar por la política del Gobierno del socialista Manuel Valls.

La manifestación de París se ha desarrollado bajo el lema "Liberen a nuestras empresas" y ha terminado ante el Ministerio de Finanzas galo. Muchos de los manifestantes llevaban cadenas y candados, por lo que los medios galos han bautizado la movilización como "la revuelta de las cadenas".

Esta jornada es la primera de una semana de movilizaciones de la Confederación General de Pequeñas y Medianas Empresas (CGPME) contra la política empresarial del jefe del Estado, François Hollande, a quien el presidente del Movimiento de Empresas de Francia, Pierre Gattaz, ha instado a que ponga en práctica las promesas de facilitarles las cosas y de eliminar trabas a su actividad.

Contra los impuestos y la jornada de 35 horas

Los patronos piden al Ejecutivo la retirada de la jornada laboral de 35 horas semanales, una causa que ya sacó a los empresarios a las calles hace 15 años, en 1999, cuando 25.000 personas protestaron con esa medida.

También se ha quejado de que los empresarios apenas han empezado a notar la rebaja de las cotizaciones sociales de 40.000 millones de euros aplicada por el Gobierno para el período 2014-2017, y que esa bajada no va a compensar las subidas de impuestos que se han producido desde 2010 y cuyo impacto en las pymes cifran en 42.000 millones en estos cuatro años.

Los patronos protestan también por varias medidas que consideran "inaplicables", como la que obliga a los empresarios a tener en cuenta la exposición de sus asalariados a cuatro factores de peligrosidad (trabajo nocturno solo o en equipo, trabajo repetitivo y entorno de presión), por los que los empresarios cotizarán más para el cálculo de esa pensión y estos trabajadores podrán sumar puntos para poderse retirar con antelación.

Otros seis factores -como posturas perjudiciales durante el trabajo o exposición a temperaturas extremas- se aplicarán a partir de 2016. Según las empresas, el coste anual de este cambio se situará entre 500 y 600 euros por trabajador.

Además, también critican la obligación de informar a los asalariados con dos meses de antelación en caso de cesión de una pyme, y el establecimiento de un mínimo de 24 horas semanales en los contratos a tiempo parcial.

Gattaz, en una entrevista en la emisora Europe 1, ha pedido una revisión de esas normas, e incluso su supresión, por considerar que son "anti-económicas", costosas y complejas para su aplicación efectiva.

El punto culminante de la semana de protestas será un mitin unitario de las tres grandes organizaciones patronales francesas (Medef, CGPME y la Unión de Profesiones Artesanales), el miércoles en Lyon.