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Rosell: un millón de "amos y amas de casa" se apuntaron al paro para ver si cobran un subsidio

  • El presidente de la CEOE se queja de las diferencias entre la EPA y el SEPE
  • Pide "valentía" para abordar una reforma de la negociación colectiva desde cero
  • Solicita un pacto social para que todos los contratos sean indefinidos

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Rosell: un millón de "amos y amas de casa" se apuntaron al paro para ver si cobran un subsidio

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, se ha quejado este martes de las diferencias que arrojan las dos maneras de medir el paro en España (la EPA y el dato de paro registrado del SEPE) y ha asegurado que en los últimos años alrededor de "un millón de amos y amos de casa" se han apuntado al paro "para ver si tiene alguna oportunidad de recibir algún tipo de subsidio".

"Amas de casa y amos de casa, se han incorporado alrededor de un millón de personas, que antes no estaban apuntados al paro. Ahora creen que apuntándose al paro (...) ven que hay alguna oportunidad de poder recibir algún tipo de subsidio", ha subrayado el presidente de la patronal en la Escuela de Verano de la Fundación FAES.

Rosell, además, ha hablado de lo que le 'cuesta' al país el subsidio por desempleo. "En este momento, la gran ventaja del Estado del Bienestar es que hay 2,8 millones de personas cobran el subsidio de paro. En el año 2000 nos costaba 8.000 millones, este año nos costará alrededor de 30.000 millones de euros", ha afirmado.

En España, para cobrar un subsidio por desempleo siempre se tiene que haber cotizado antes. Como mínimo tres meses si se tienen responsabilidades familiares o seis meses si no se tienen y, además, las rentas no superan el 75% del salario mínimo interprofesional, excluidas las pagas extraordinarias. En el caso de tener derecho al "subsidio por desempleo para trabajadores mayores de 55 años" se percibiría éste. Además hay que demostrar que realmente se busca empleo, entre otros requisitos.

Quejas por las diferencias entre EPA y SEPE

Juan Rosell también se ha quejado de las diferencias que arrojan las dos maneras de medir el paro en España: el registro del servicio público de empleo (SEPE) y la Encuesta de Población Activa (EPA), con una brecha de cerca de más de un millón de desempleados entre una y otra, algo que "no le parece del todo serio".

"Cuando hablamos de parados no hablamos de lo mismo. Aunque tenemos Eurostat, cada país hace sus estadísticas, con las reglas que hay, pero adaptándolas mucho a sus circunstancias", ha precisado Rosell, que ha indicado que la EPA, por ejemplo, incluye al colectivo de prejubilados "que han llegado a un acuerdo con su empresa", alrededor de medio millón. En sentido contrario, los que están en procesos de cursos de formación no están incluídos en estas estadísticas" y, a su entender, deberían estarlo. "Y son 200.000 personas", ha afirmado.

Los colectivos que mide cada estadística son distintos porque la EPA pretende recoger a todas las personas desocupadas que buscan empleo, mientras que el paro registrado refleja solo a los que se inscriben en las oficinas públicas de empleo (SEPE). La EPA se elabora según los criterios de medición recomendados por los organismos internacionales -Organización Internacional del Trabajo y Comisión Europea-, por lo que está considerada como la estadística armonizada, la que sirve para comparar con el resto de países.

Apuesta por reformar la negociación colectiva

En otro orden de cosas, Rosell ha apostado por reformar la negociación colectiva en España porque está "anquilosada" y ha animado tanto a las organizaciones sindicales como a las empresariales a afrontar esta tarea con "valentía", desde cero.

"En negociación colectiva nos queda un camino tremendo. Está anquilosada en el pasado y hay que darle la vuelta al calcetín. La culpa es tanto de los sindicatos como de los empresarios, porque no somos lo suficientemente valientes para poner un papel en blanco sobre la mesa. Tenemos algunos convenios de hace 30 años, con 200 páginas, que no entendemos, pero que seguimos firmando", ha explicado.

Aunque ha valorado favorablemente la reforma laboral de febrero de 2012, el presidente de la CEOE ha insistido en que dicha reforma no será la última (ya ha habido 35 reformas del Estatuto de los Trabajadores) y ha señalado que los empresarios no han pedido "una vuelta de tuerca" de la misma, sino "apertura al siglo XXI".

En la Fundación FAES, Rosell ha defendido que todos los contratos deberían ser indefinidos y ha explicado que los contratos temporales que se hiciesen deberían tener "todas las características de los indefinidos". "Esto sería muy importante porque cuando tienes un contrato indefinido tienes mayor necesidad de seguir en la empresa" ha dicho, mientras que cuando la empresa tiene dificultades estos contratos permiten una mayor adaptación.

El presidente de la CEOE no ha dicho si esta unificación de contratos conllevarían una reducción de derechos (como menor indemnización por despido) o si éstos se mantendrían como hasta ahora.