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Irlanda presenta un programa fiscal para siete años con el objetivo de lograr el pleno empleo

  • El Producto Interior Bruto crecerá una media del 3,4% entre 2017 y 2020
  • Prevé recortar su deuda una cuarta parte a finales de esta década
  • El país abandonó oficialmente el rescate el pasado domingo

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Una agencia de empleo en Dublín
Una agencia de empleo en Dublín.

El Gobierno de Irlanda ha presentado este martes su programa fiscal  para los próximos siete años, con el que pretende impulsar su economía  tras el fin del rescate y mostrar que puede crecer lo suficiente para  recortar su deuda una cuarta parte a finales de esta década, que ahora roza el 125% del Producto Interior Bruto (PIB).

"El pueblo irlandés ha hecho muchos sacrificios para garantizar la   recuperación de Irlanda. Nos aseguraremos de que los errores del  pasado  no se repitan", ha dicho el primer ministro irlandés, Enda  Kenny.

Irlanda se ha convertido en el primer miembro de la zona euro en  completar con éxito un programa de rescate y el Gobierno está  dispuesto a demostrar a los inversores que mantendrá su rigor fiscal,  al mismo tiempo que ofrece un alivio a la austeridad después de que  haya pasado lo peor.

"Se trata de mantener el rumbo. Es una hoja de ruta para la  economía  irlandesa. Proporcionará certidumbre para el pueblo irlandés  y para los  que invierten en nuestro país", ha añadido Kenny en la rueda  de prensa  de presentación del informe.

Objetivo: pleno empleo en 2020

El plan presentado por el Ejecutivo tiene como principal objetivo  reducir el desempleo por debajo del 10% a finales de 2016, año de  elecciones parlamentarias en Irlanda, y lograr el pleno empleo, lo  que equivale a una tasa de entre el 5% y el 6%, en 2020.

En opinión del viceprimer ministro y titular de  Exteriores y Comercio, Eamon Gilmore, la tasa de empleo puede volver a situarse en los  niveles del "Tigre Celta", pero ha prometido que los nuevos trabajos se  crearán sobre la base de una economía "real y sostenible", alejada del  modelo del "ladrillo" que imperó entonces.

Gilmore también ha dicho que es necesario "desarrollar vínculos comerciales"  con nuevas economías, mientras se mantienen las relaciones con sus  socios tradicionales, como la UE y Estados Unidos, al tiempo que se harán esfuerzos para "diversificar las exportaciones", el motor de  crecimiento irlandés.

El Gobierno mantiene que el PIB crecerá  dos décimas este año y un 2% en 2014, para después acelerar su  crecimiento hasta una media del 3,4% entre 2017 y 2020. En este escenario espera alcanzar en 2018 el equilibrio presupuestario, en el  que el Estado "gastará menos de lo que ingresa a través de los  impuestos", ha señalado Kenny.

Las medidas de austeridad seguirán al menos hasta 2016

El titular de  Exteriores y Comercio ha reiterado que, "de ninguna manera",  se relajarán las medidas de austeridad, al menos hasta 2016, incluso si  el Gobierno alcanza sus objetivos fiscales. El dirigente laborista ha reconocido que el éxito de la salida limpia de su  rescate es fruto de los sacrificios de la ciudadanía, a la que, de  alguna manera, habrá que recompensar, si bien ha advertido de que "eso, quizá,  no suceda inmediatamente".

En este sentido, el plan estratégico señala que los presupuestos  generales para 2014 contemplan subidas de los impuestos y recortes en el  gasto público por unos 2.000 millones, si bien la austeridad  podría relajarse en 2016, coincidiendo con las elecciones generales.

Por otra parte, el Gobierno reconoce que algunos aspectos heredados de la  reciente crisis, como los elevados niveles de deuda hogares y  empresas, suponen una amenaza, así como que los riesgos a la demanda  doméstica e internacional indican que las previsiones están sujetas a  un alto grado de incertidumbre.

Después de doce revisiones trimestrales positivas, la troika de  inspectores de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y  el Fondo Monetario Internacional dio luz verde en octubre a la conclusión del rescate a Irlanda,  que lo abandonó oficialmente el pasado domingo.

El Gobierno ha decidido también salir del programa de ayuda sin solicitar una  "línea de crédito preventiva" de unos 10.000 millones, que  hubiese sido concedida con ciertas condiciones para hacer frente a  imprevistos, ya que tiene cubiertas sus necesidades presupuestarias  hasta comienzos de 2015.