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Los servicios ferroviarios turísticos se liberalizan, con algunas reservas de Competencia

  • Empresas podrán operar en paquetes turísticos a partir de este 31 de julio
  • La CNC cree que hay obstáculos a la competencia que favorecen a Renfe

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La liberalización gradual de los trenes de pasajeros comienza este miércoles y lo hace por el sector de los paquetes turísticos, el primero en el que se permitirá funcionar a empresas distintas a Renfe, la única operadora hasta ahora. La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha criticado la normativa aplicada al considerar que crea "obstáculos a la competencia efectiva en los mercados" al establecer "barreras económicas de acceso".

A partir de ahora, cualquier empresa ferroviaria que haya obtenido la licencia de empresa ferroviaria, el certificado de seguridad y la correspondiente asignación de la capacidad de infraestructura, podrá prestar este servicio sin necesidad de título habilitante.

Quedan excluidos de esa libre competencia los llamados trenes históricos -que cuentan con una regulación específica-, como el Transcantábrico, el Tren de la Fresa entre Madrid y Aranjuez, el Tren de Cervantes a Alcalá de Henares o el Tren Medieval a Sigüenza.

Servicios con fines culturales y de ocio

El Gobierno decidió el pasado mes de febrero restringir la apertura a la competencia de los servicios ferroviarios de pasajeros: en lugar de liberalizarlos de una vez a partir de este 31 de julio -tal y como había establecido en julio de 2012-, prefirió hacerlo de forma gradual, con lo que solo se inicia el proceso este miércoles en los denominados servicios "prioritariamente turísticos", una categoría nueva que se crea a partir de un real decreto publicado en el BOE el 23 de febrero de este año.

Así, se consideran dentro de ese grupo servicios de trenes -de carácter periódico o no- aquellos en los que todas las plazas del tren se prestan dentro de una combinación previa que incluya, además del transporte ferroviario, otros servicios "relacionados con actividades recreativas, culturales o de ocio", según se lee en el real decreto.

Según determina la orden ministerial que regula estos servicios y que fue publicada en el BOE el pasado 25 de julio, si los servicios son periódicos y coinciden en su trayecto con otros servicios ferroviarios, tendrán que cumplir dos condiciones: su calidad y seguridad no podrá ser inferior a la de los servicios con los que coinciden y el precio correspondiente al transporte del tren no podrá ser más de la mitad del precio total del paquete en el que se incluye.

Todas las plazas se tendrán que vender u ofrecer a través de una agencia de viajes "con arreglo a un precio global". En ese precio deberán incluirse "como principales", al menos, dos prestaciones más: o alojamiento durante al menos una noche, o manutención alimenticia -no se pueden considerar como tal "los servicios de restauración a bordo del vehículo, en estaciones o durante la realización de paradas intermedias"-, o "la asistencia a cursos, conferencias o eventos deportivos, realización de excursiones o visitas a centros de interés cultural o turístico, entradas para la asistencia a un espectáculo en el lugar de destino, alquiler de vehículos o servicio de guía turística".

"Obstáculos a la competencia efectiva"

Precisamente, estos requisitos específicos han sido criticados por la CNC, ya que considera que al exigir que todas las plazas del tren "se presten en el marco de una combinación previa" eleva "los costes fijos de entrada al obligar a dedicar material rodante en exclusiva a esta modalidad y dificultan las economías de escala".

En un informe del pasado 29 de mayo -sobre lo que entonces era todavía el proyecto de la orden ministerial-, la autoridad española responsable de Competencia considera que la exigencia de comercializar toda la oferta a través de agencias de viajes, con un precio global y con otros servicios incluidos restringe "la libertad comercial del prestador, no permitiéndole elegir el canal de distribución de su oferta y limitando su posibilidad de configurar estrategias de precios".

"La institución de esta modalidad específica [la de servicios prioritariamente turísticos] introduce una asimetría en relación con Renfe Operadora", concluye la CNC, que recuerda que la operadora será la única encargada del cuidado y gestión del transporte ferroviario de pasajeros "hasta que se consume la liberalización" en 2019.

Así -continúa el informe-, Renfe podrá ofertar sus servicios "como parte de paquetes turísticos, propios o ajenos, sin necesidad de sujetarse a las disposiciones" fijadas en la orden ministerial.

Según Competencia, esas ventajas pueden agravarse "atendiendo a otras asimetrías que ya favorecen de forma global a Renfe Operadora", en referencia a la situación actual en el sector del transporte de mercancías, también criticada por ella.

Finalmente, el organismo que vigila la competencia se muestra contrario a la exclusión de los trenes históricos de esta liberalización, realizada "sin que se hayan justificado las razones de dicha reserva".