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La UE apoya prohibir durante dos años los plaguicidas que amenazan a las abejas

  • Bruselas espera su entrada en vigor el 1 de enero de 2014 y no en  julio
  • En contra han votado ocho delegaciones, entre ellas Reino Unido e  Italia
  • La apicultura supone 22.000 millones de euros  para la agricultura europea

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UNA ABEJA RECOLECTA POLEN
Fotografía de archivo que muestra a una abeja recolectando polen en un prado en Fráncfort (Alemania).

La Comisión Europea ha conseguido el apoyo de una  mayoría de países suficiente para seguir adelante con su propuesta de  prohibir durante dos años el uso de los tres neonicotinoides más  frecuentes como plaguicidas en la siembra del girasol, la colza, el  algodón y el maíz, por los riesgos que plantean para la salud de las  abejas. Bruselas espera que la medida entre en vigor en enero de 2014.

Un total de 15 países han dado su visto bueno al veto de dos  años, incluidos Alemania y Bulgaria, países que en reuniones  anteriores se abstuvieron, y de España, que ya se mostró a favor  meses atrás, según han informado a Europa Press fuentes comunitarias.

En contra han votado ocho delegaciones, entre ellas Reino Unido e  Italia, y se han abstenido cuatro países.

Este voto no supone una "mayoría cualificada suficiente" para  adoptar automáticamente la medida, pero sí impide que los países  contrarios formen una fuerza de bloqueo, por lo que "da a Bruselas la  autoridad para adoptar" el veto, explican desde el Ejecutivo  comunitario.

La medida podría afectar a un tercio de las semillas preparadas en  la UE y España es uno de los principales productores, por lo que  inicialmente pidió aplazar cualquier decisión hasta tener más datos  científicos concluyentes, aunque finalmente se pronunció a favor en  una primera votación celebrada en marzo.

Poco después del voto, el comisario de Salud y Consumo, Tonio  Borg, ha declarado que su plan "se basa en una serie de riesgos para  la salud de las abejas identificados por la Autoridad europea de  seguridad alimentaria (EFSA)" y se ha comprometido a "hacer todo lo  posible para proteger" a estos insectos, "vitales para nuestros  ecosistemas".

La producción apícola supone 22.000 millones de euros  para la agricultura europea, según Borg.

Para el 1 de diciembre de 2013

El comisario quiso inicialmente que las medidas restrictivas  entraran en vigor a partir del próximo julio, pero finalmente  propondrá su aplicación desde el 1 de diciembre de este año.

Fuentes  comunitarias han explicado a Europa Press que este retraso se debe al  requisito legal de notificar los cambios con tres meses de  antelación, pero también a la voluntad de dar a los productores el  tiempo necesario para adaptarse.

Borg ha sumado los apoyos necesarios en una reunión del Comité de  Apelación que forman expertos de los 27 en Bruselas, tras fracasar el  pasado marzo en un primer intento sometido a los Estados miembros en  otro comité.

Entonces, trece Estados miembros, entre ellos España,  votaron a favor de la propuesta comunitaria, pero nueve países se  opusieron y cinco, entre ellos Alemania y Reino Unido, se  abstuvieron.

La propuesta se basa en el principio de precaución a partir de un  informe de la EFSA que señala tres plaguicidas de la familia de los  neonicotinoides comercializados en Europa por Bayer y Syngenta:  clotianidina, tiametoxam e imidacloprid.

Estos químicos pueden afectan al sistema nervioso de los insectos  causándoles parálisis y hasta la muerte, pero no suponen un riesgo  para la salud humana.

Bruselas quiere que se limite el uso de estos plaguicidas a  profesionales y que se impida su aplicación en semillas, granos o  plantas y cereales que resulten "atractivos" para las abejas. Si bien  prevé la posibilidad de excepciones para cultivos dentro de  invernaderos y, en el caso de cultivos a cielo abierto, "solo después  de la floración".

Además, el comisario se compromete a revisar la medida en un plazo  de dos años y tan pronto como haya nuevos datos científicos y avances  técnicos.