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Cuatro presidentes estadounidenses y un proceso de paz palestino-israelí

  • La Conferencia de paz de Madrid sobre Oriente Medio dio comienzo al proceso
  • Desde entonces, 22 años después, no se ha llegado a un acuerdo de paz
  • La violencia desatada por ambas partes ha ralentizado el proceso

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El presidente de Estados Unidos en su visita a Israel, acompañado por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente israelí Simon Peres
El presidente de Estados Unidos en su visita a Israel, acompañado por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente israelí Simon Peres

Cuatro presidentes estadounidenses han patrocinado el proceso de paz entre israelíes y palestinos desde la Conferencia de paz de Madrid sobre Oriente Medio de 1991, que puso fin a mas de medio siglo de guerras e instauró la fórmula de "paz por territorios", vigente 22 años después.

La histórica gira que el presidente Barack Obama emprende hoy en Israel, y que incluye Palestina, es un paso más en el inacabada carrera pacificadora que empezó George Bush en la Conferencia de Madrid, y en la que tomaron el relevo Bill Clinton y George W. Bush, hijo.

A pesar de las numerosas cumbres celebradas desde entonces, quedan por resolver los temas espinosos: la capitalidad de Jerusalén que reivindican ambos Estados, el retorno de los palestinos a su tierra (más de 3 millones) o la vuelta a las fronteras de 1967, que exigen los palestinos antes de que Israel ocupara Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este en la "Guerra de los Seis Días".

El proceso se ha visto interrumpido por la violencia desatada por ambas partes (dos Intifadas, los atentados suicidas, las operaciones militares israelíes en Gaza, el muro de separación construido por Israel en Cisjordania para evitar atentados, y la ampliación de los asentamientos judíos en territorio palestino).

Después de la Conferencia de Madrid, se empezó secretamente en Oslo, en 1992, el diálogo directo entre las dos partes y el 13 de septiembre de 1993, el entonces primer ministro laborista de Israel, Isaac Rabin, y el líder de la OLP, Yaser Arafat, pusieron los primeros cimientos de la paz con la firma en Washington de la llamada Declaración de Principios que otorgaría la autonomía para Gaza y Jericó.

Con bastante retraso sobre el calendario previsto, se fueron cumpliendo las condiciones del pacto. Sin embargo, el asesinato de Rabin en noviembre 1995 y la victoria del derechista Benjamín Netanyahu en las elecciones israelíes de 1996 ralentizaron las negociaciones.

El último acuerdo representativo (octubre de 1998) se firmó en la localidad estadounidense de Wye Plantation, bajo mediación de Bill Clinton entre el entonces primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente palestino, Yaser Arafat, e incluía una nueva retirada israelí del 13,1 por ciento de Cisjordania, a cambio de mayores garantías de seguridad para Israel.

Las demás cumbres fallaron en recuperar la paz, entre ellas Camp David II en el año 2000, que también patrocinó Clinton, aunque esta vez el interlocutor israelí fue el laborista, Ehud Barak.

Consecuencia de ello fue el estallido de la Segunda Intifada, en septiembre de ese año, tras una visita de Ariel Sharón, líder de la oposición, a la Explanada de las mezquitas de Jerusalén.

Sin embargo, nunca se estuvo más cerca que en esta ocasión de la paz, cuando -según algunos medios de prensa- Barak ofreció a Arafat un 90 por ciento de Cisjordania para un Estado independiente recibiendo compensaciones con tierras dentro del Estado judío por el 10 por ciento restante que sería anexionado por Israel.

Pero el precio que exigía Barak a Arafat era el de mantener la plena soberanía israelí sobre Jerusalén, si bien le cedía un control de los lugares santos islámicos de la ciudad, (puntos estos inaceptables para los palestinos, junto con el derecho al retorno de los refugiados).

Otro nuevo intento fue Taba (Egipto) en 2001, que fracasó al agudizarse la violencia, y la cumbre de Annápolis (2007) presidida por George W. Bush pero ya sin la presencia de Arafat que había fallecido en 2004 y fue sustituido por Mahmud Abás.

El siguiente encuentro importante aconteció el 3 de septiembre de 2010 en Washington cuando, bajo la mediación de Obama, y donde se retomaron las negociaciones directas después de estar suspendidas tras la operación "Plomo fundido" a Gaza en diciembre de 2008, en respuesta al lanzamiento de cohetes por milicias palestinas.

Estas negociaciones, en las que también participaron el presidente egipcio Hosni Mubarak y el rey Abdala de Jordania, terminaron en fracaso, una vez que Israel decidiera continuar con la construcción de las colonias en territorio palestino al concluir una moratoria parcial de diez meses.

La histórica admisión el 29 de noviembre de 2012 de Palestina como Estado observador no miembro en la Asamblea General de la ONU, aprobada por una abrumadora mayoría de 138 síes, 9 noes y 41 abstenciones tuvo un sabor agridulce.

La plaza de Yaser Arafat, en el centro de Ramala, estalló en júbilo, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo consideró un intento de deslegitimar a su país y un acto unilateral contrario a los acuerdos de paz previos.

El presidente estadounidense Barack Obama nada mas empezar hoy su gira terció con que "la paz debe llegar a Tierra Santa".