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Los bancos preparan los inmuebles que pondrán a disposición del Fondo Social de Alquiler

  • Las viviendas tienen que estar en perfectas condiciones de uso
  • Los bancos buscan liberar casas que les generan gastos
  • La inversión media por vivienda será de 3.000 euros

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Los bancos preparan sus pisos para el alquiler social
Los bancos preparan sus pisos para el alquiler social

Una vez puesto en marcha el Fondo Social de Vivienda, los bancos trabajan contrarreloj para poner a punto los pisos que cederán a personas desahuciadas, y en los que tendrán que invertir unos 3.000 euros de media por vivienda.

Los ministros de Economía, Sanidad y Fomento, representantes de las entidades financieras, de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) y de las ONG firmaron hace unos días el convenio por el que se pone en marcha el fondo, que cuenta con 5.891 viviendas cedidas por bancos y cajas de ahorros.

Las viviendas serán alquiladas a familias que hayan sido desahuciadas por estas entidades a un precio mensual de entre 150 y 400 euros, después de que su situación haya sido estudiada por los servicios sociales para garantizar que cumplen los requisitos de acceso exigidos por el Gobierno.

Los inmuebles proceden del stock que las entidades no han traspasado a la Sareb -sociedad encargada de la gestión de los activos tóxicos de los bancos-, por lo que pueden ser tanto promociones de obra nueva como viviendas en manos de las entidades tras el lanzamiento de ejecuciones hipotecarias.

Se constituye el Fondo Social de Viviendas en Alquiler destinado a personas desahuciadas

Cuando se trate de viviendas de segunda mano es posible que las entidades tengan que acometer una puesta a punto, ya que el convenio exige que en el momento de la entrega la casa esté lista para su uso inmediato, de forma que el inquilino no tenga que invertir ni un céntimo en reparaciones.

El paso por 'boxes' puede consistir en una simple capa de pintura, una reposición de cableado y grifería e incluso reformas de mayor calado, por lo que las entidades cuentan con un fondo de capital para este fin.

Los bancos ven la operación rentable

Según fuentes financieras, el precio medio de las reparaciones puede alcanzar los 3.000 euros por vivienda, una inversión que, no obstante, resultará rentable.

El alquiler, pese a su baja cuantía, les permitirá obtener ingresos de inmuebles que ahora sólo les generan gastos y dejar de acumular deudas como la contraída con las comunidades de vecinos por impago de las cuotas mensuales, ya que estos gastos correrán por parte del inquilino.

La mayor parte de los inmuebles tendrán que estar en perfectas condiciones el próximo 31 de marzo, cuando se entregue la primera promoción de alquileres, aunque las entidades podrán terminar todas las obras necesarias durante la primavera.

Las entidades evaluan la disposición de viviendas

Bankia y CaixaBank son las entidades que más viviendas aportan al fondo -1000 y 850, respectivamente- por lo que en su caso es probable que la inversión necesaria para reparaciones sea mayor.

Las entidades asociadas a la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) han aportado 3.196 inmuebles al Fondo, cuya capacidad aumentará conforme se vayan evaluando las necesidades.

Por el momento, BMN ya ha confirmado que las 180 viviendas que aporta al fondo están listas para usarse.

Catalunyabank, por el contrario, aún está seleccionando los inmuebles definitivos que cederá (355), aunque en su caso cuentan con un importante stock de obra nueva, por lo que no esperan acometer grandes reparaciones.

Cada banco o caja ha creado su propio fondo de viviendas, en su zona regional de influencia, e informará a los clientes afectados por procesos de ejecución hipotecaria de las características de éstas para que puedan solicitarlas.

Para acceder al alquiler éstos deben haber sufrido un desalojo de su residencia habitual por impago de la hipoteca posterior al 1 de enero de 2008, tener ingresos familiares inferiores a tres veces el IPREM (1.597,53 euros mensuales) y cumplir alguno de los supuestos de vulnerabilidad fijados en el decreto por el que se paralizaron los desahucios durante dos años.