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Benedicto XVI indulta a su exmayordomo, condenado por el robo de documentos

  • Paolo Gabriele se va del Vaticano y no trabajará más allí
  • El caso del banco de la 'santa sede' sigue sin esclarecerse

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El papa Benedicto XVI visita a su exmayordomo Paolo Gabriele para informarle del indulto.
El papa Benedicto XVI visita a su exmayordomo Paolo Gabriele para informarle del indulto.

El exmayordomo del papa es ya un hombre libre tras aplicarse el perdón pontificio. La indulgencia de Benedicto XVI se ha hecho esperar aunque desde el primer momento se dio por segura. Ha sido el propio Benedicto XVI quien ha visitado a su anterior mayordomo para comunicarle, personalmente, el perdón.

Paolo Gabriele fue condenado a un año y medio de cárcel por el robo de documentos en lo que se conoció como caso Vatileaks.

En principio la condena era de tres años ateniendo la solicitud de la fiscalía. Sin embargo, el tribunal decidió reducirla a la mitad al tener en cuenta diversos atenuantes: Gabriele no tiene antecedentes penales, se tienen en cuenta los servicios prestados antes de esos hechos, además de la sobreañadida convicción de comportamiento erróneo ya la declaración de arrepentimiento.

Gabriele siempre ha sentido la convicción de haber actuado visceralmente por amor exclusivo a la iglesia de Cristo y a su jefe visible en la tierra. Nunca se ha sentido ni ladrón ni traidor La fiscalía considera que Paolo Gabriele es una persona sugestionable pero, añade, eso no es prueba de que tuviera cómplices.

El caso del banco, pendiente de aclarar

Con la sentencia al exmayordomo y posterior condena al informático Claudio Sciaperlletti se ha tratado de cerrar Vatileaks. Pero el asunto es mas denso que un hurto de documentos. De hecho uno de los aspectos que más sarpullidos provocaron en Vaticano al inicio del caso no se ha tocado todavía: el asunto del banco vaticano.

El 31 de enero de este año el periódico Il FAtto Quottidiano publicaba que antes del 1 de abril de 2011 no se había aplicado ningún control a las operaciones bancarias del Instituto para las Obras de la Religión, tal y como se denomina lo que popularmente se conoce como Banco Vaticano.

Uno de esos documentos está en poder del que entonces era director del banco, Ettore Gotti, que fue destituido fulminantemente con la explosión de Vatileaks en primavera.

Los delitos más graves con los que se inició la investigación siguen sin juzgarse. No ha habido proceso al delito contra los poderes del estado y la inviolabilidad de los secretos.

El temor en Vaticano es que haya aún circulando algunos informes delicados que pudieran afectar a la salud del papa y las finanzas. Textos que aún no se han hecho públicos y cuya desaparición no ha sido cuestionada ante la justicia.

Pero ante semejante oscuridad, este sábado se hace la luz para el ex ayuda de cámara papal. A Paolo Gabriele se le abren las puertas de la cárcel. Tras su puesta en libertad, el exmayordomo no podrá vivir dentro del Vaticano. Desde hace unos días su familia habita ya, de hecho en Roma. Tampoco va a trabajar dentro del Vaticano aunque en la sentencia no se le prohibía este extremo. Pero, el portavoz vaticano, padre Lombardi, así lo ha confirmado: Paolo Gabriele, ni habitará ni trabajará más para el Vaticano.

Con la indulgencia de Benedicto XVI, hoy, se cumple la sospecha generalizada de que el papa no permitiría que su antiguo ayudante pasara la Navidad separado de su familia.