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Van Rompuy advierte de que la UE se juega su "supervivencia" en la crisis de deuda

  • Ha instado a "trabajar coordinados" para remontar la situación
  • Desde la Comisión y el BCE restan tremendismo a la situación

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Herman Van Rompuy: "Tenemos que trabajar todos juntos para lograr la supervivencia de la zona euro"

El presidente del Consejo de la Unión Europea, Herman van Rompuy,  ha advertido de que la zona euro y la Unión Europea en su conjunto "no sobrevivirán" si no se resuelven los problemas presupuestarios que acechan a varios países, como Grecia, Irlanda y Portugal.

"Nos enfrentamos a una crisis en la que está en juego nuestra supervivencia", ha comentado Van Rompuy en una conferencia pronunciada en el European Policy Center de Bruselas.

Si la zona euro no sobrevive, la Unión Europea no lo hará tampoco

"Debemos trabajar coordinados para permitir que la zona euro sobreviva. Si la zona euro no sobrevive, la Unión Europea no lo hará tampoco", ha añadido. "Pero tengo confianza en que vamos a remontar esto", ha asegurado.

La Eurozona "no está a punto de estallar"

Estas palabras del presidente de la UE han desencadenado reacciones contrarias de inmediato.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, ha señalado que lo que está en crisis no es la Zona euro, sino los bancos irlandeses.

También el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, ha contestado las declaraciones de Van Rompuy al destacar que la Eurozona "no está a punto de estallar".

Pensar eso "sería irresponsable", ha añadido Noyer en una entrevista en la televisión francesa LCI. El gobernador del Banco de Francia y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo ha insistido: "no nos enfrentamos a situaciones incontrolables".

"La situación es mucho más satisfactoria que en la primavera pasada porque tenemos los mecanismos de solución para los casos en que se necesiten", ha remarcado Noyer.

Los ministros de Finanzas de la moneda única se reúnen en el marco del Eurogrupo este martes y abordarán la situación de Irlanda y Portugal, que parece abocados a solicitar un rescate financiero para evitar el contagio de su crisis de deuda a otros países, como España e Italia.

Grecia ya tuvo que solicitar la ayuda europea -110.000 millones de euros en tres años- antes del verano, después de las dudas surgidas en los mercados sobre su capacidad para afrontar sus pagos.