Enlaces accesibilidad

Los dos guardias civiles asesinados regresaban a España el 22 de septiembre

Por

Los dos guardias civiles fallecidos este miércoles en Afganistán -un capitán y un alférez- pertenecían a la Unidad de Acción Rural con base en Logroño, concretamente en el Centro de Adiestramientos Especiales, según han informado fuentes de la Guardia Civil, y tenían previsto su regreso a España el 22 de septiembre.

El capitán, José María Galera Córdoba, de 33 años, era natural de Albacete mientras que el alférez, Abraham Leoncio Bravo Picayo, de la misma edad, era de Vimianzo ( A Coruña). En Afganistán realizaban tareas de formación de la Policía desde el mes de marzo.

Galera estaba casado y no tenía hijos mientras que Bravo era soltero. La esposa del capitán permanece en el acuartelamiento de la Guardia Civil de Logroño atendida por psicólogos y permanentemente acompañada, ha informado un portavoz del instituto armado.

Según ha informado TVE, la unidad a la que pertenecían los dos guardias civiles estaba especializada en la lucha antiterrorista y en operaciones de alto riesgo.

Conmoción en el cuartel de Logroño

La Guardia Civil ha informado de la conmoción que la muerte de los dos oficiales de la Unidad de Acción Rural ha causado en el acuartelamiento de Logroño: "Ha caído como un mazazo porque aquí nos conocemos todos".

Ha adelantado que, según el protocolo de la unidad, los cuerpos de los fallecidos serán trasladados al acuartelamiento de Logroño donde se oficiará un funeral, y después serán llevados a su lugar de origen.

Los dos agentes eran miembros de la POMLT (Equipos Operativos Policiales de Adiestramiento y Enlace) con base en Qala e Naw, integrados en una misión de adiestramiento de la OTAN para el entrenamiento y formación de la policía afgana.

Se trata de las dos primeras víctimas mortales de la misión española en Afganistán que pertenecen a las Fuerzas de Seguridad del Estado y no al Ejército.

Distinciones de la OTAN

Leoncio Bravo ingresó en la Guardia Civil en 1999 y , según ha resaltado el Ministerio de Interior, había sido distinguido con una medalla OTAN.

José María Galera, por su parte, ingresó en la Guardia Civil en 2000. También había sido distinguido con dos Cruces al Mérito de la Guardia Civil y una medalla OTAN.

Junto a los dos miembros de la Guardia Civil ha muerto también el intérprete que les acompañaba, un español de origen iraní. Todos fallecieron tras ser tiroteados por un talibán infiltrado que trabajaba como chófer de un policía afgano que les traicionó.

En total, la Guardia Civil tiene desplegados en Afganistán un total de 37 efectivos integrados en diferentes misiones.