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El desplome de las acciones de BP salpica las relaciones entre EE.UU y Reino Unido

  • El alcalde de Londres ha criticado la "retórica antibritánica de EE.UU."
  • Obama y Cameron hablarán para tratar de "mitigar los efectos"

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Enfrentamiento entre Washington y Londres por el vertido de BP

Las acciones de BP no dejan de descender desde el pasado jueves, y han llegado a alcanzar su nivel más bajo en 13 años, algo que se debe, según portavoces del grupo, a la fuerte presión que la administración estadounidense está ejerciendo sobre el grupo tras la explosión de la plataforma y posterior extensión del vertido.

BP debe hacer frente ahora, además de a las críticas, al desplome de sus acciones y cuantiosas multas, a una demanada colectiva contra el grupo interpuesta por los accionistas estadounidenses.

Por todo ello, los líderes empresarios británicos han criticado a la administración de Obama y han pedido al gobierno de Cameron que ponga fin a su silencio e interceda por ellos.

Apoyos a BP

"Es un motivo de preocupación cuando los políticos llegan a estar tan involucrados en los negocios como lo están en este caso", ha afirmado Richard Lambert, director de la CBI, el principal grupo británico de presión empresarial, a través de un comunicado enviado por correo electrónico.

"El gobierno debe actuar", ha sentenciado el portavoz de otro grupo empresarial, Alistair Tebbit.

Pero BP no está solo. El pasado lunes, los jefes ejecutivos de algunas de las mayores empresas del Reino Unido, incluyendo Vodafone, BG Group y WPP se reunieron en una fiesta celebrada en la sede de BP para mostrar su apoyo al "acosado" presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, según publicó la revista Bloomberg Businessweek.

El grupo BP confirmó la reunión, pero negó que fuera una fiesta.

"Fue una reunión informal de las principales partes interesadas en el Reino Unido que se interesaron por los acontecimientos actuales", ha precisado el portavoz Toby Odone.

Desplome de las acciones y demanda estadounidense

La presión de Estados Unidos, materializada en las posibles sanciones a la empresa, ha provocado que las acciones de BP se desplomaran este jueves un 12% en la Bolsa de Londres.

Sin embargo, la caída más significativa se dio en la Bolsa de Nueva York, donde los títulos de BP se desplomaron el pasado miércoles un 16% después de las últimas declaraciones de Obama en las que se mostró "furioso" y manifestó que la empresa debería hacerse cargo de los subsidios por desempleo de los trabajadores.

Ante este "ataque" el alcalde de Londres, Boris Johnson ha expresado este jueves su preocupación por cómo el vertido en el Golfo de México está dañando la imagen de todo el Reino Unido en Estados Unidos.

"Creo que hay algo preocupante en la retórica antibritánica que está saliendo de EE.UU. y creo que es un asunto nacional que una de las mayores compañías británicas esté siendo constantemente atacada en las ondas internacionales", ha precisado en una entrevista en la radio BBC 4.

Precisamente, como ya se ha apuntado, en Estados Unidos se produjo la caída más fuerte y allí los abogados los accionistas de BP han anunciado su decisión de demandar a la petrolera británica por haberles inducido a error sobre las medidas de seguridad de que disponía en sus operaciones en el Golfo de México antes de que se produjese el vertido de crudo.

Así lo ha hecho saber el bufete de abogados de Nueva York "Zwerling, Schachter & Zwerling" a través de un comunicado en el que se justificaban asegurando que "la empresa no informó adecuadamente a los inversores de los recursos tecnológicos que tenía en la plataforma "Deepwater Horizon" para poder responder a un posible accidente".

Respuesta del gobierno británico

Cameron, de visita en Afganistán, ha asegurado que comprende "la frustración que se ha generado ante esta catástrofe natural", incluyendo la del propio gobierno estadounidense. Por ello, ha anunciado su intención de hablar con Obama este fin de semana.

"Lo más importante es tratar de mitigar los efectos y resolver el problema. Es algo que discutiré con el presidente de Estados Unidos cuando hablemos", ha asegurado durante la rueda de prensa que ha ofrecido en Kabul.

Esta futura conversación entre ambos mandatarios había sido previamente anunciada por el portavoz de Dowing Street, quien precisó que se trataría de una "llamada rutinaria".