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Cameron descarta ante Karzai enviar más soldados a Afganistán

  • La visita no había sido anunciada por motivos de seguridad
  • Es la primera visita al país del nuevo primer ministro británico

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Cameron y Karzai en el palacio presidencial de Kabul
Cameron y Karzai en el palacio presidencial de Kabul

"La cuestión de un refuerzo de tropas no está en absoluto en el programa de Reino Unido". Con estas palabras el primer ministro británico, David Cameron, ha querido dejar claro cuál es su posición ante la que ha calificado como su "prioridad número uno en política exterior" en una visita sorpresa al país asiático.

El primer ministro británico, David Cameron, ha llegado este jueves a Afganistán para reunirse con el presidente Hamid Karzai.

Esta es la primera visita de Cameron como primer ministro a este país que para su nuevo gobierno de coalición es una prioridad en materia de política exterior.

La visita, que no había sido anunciada por motivos de seguridad, coincide con el último ataque de los talibanes en el que al menos 40 personas han perdido la vida.

Compromiso con la misión afgana

Durante la rueda de prensa que los dos mandatarios han ofrecido tras su encuentro, Cameron ha comunicado que Reino Unido invertirá 81 millones de euros más en Afganistán para contrarrestar la amenaza de bombas en las carreteras y que aportará más fondos al ejército afgano, a la policía y al servicio civil.

Esta misma semana, Cameron y su ministro de Defensa, Liam Fox, se entrevistaron en Londres con el titular de Defensa de los Estados Unidos, Robert Gates, con quien trataron de la lucha contra los talibanes.

Fox precisó entonces que el Reino Unido no prevé desplazar a sus tropas de la provincia sureña de Helmand a Kandahar, donde EEUU prepara una gran ofensiva.

El mes pasado, Cameron ya se había reunido con el presidente afgano en Londres, donde ambos afirmaron que querían "fortalecer aún más" las relaciones entre sus países.

En diciembre, el primer ministro británico visitó las tropas en la provincia de Helmand y ya ahí manifestó su interés por el país y por no "cortar y salir corriendo".

Gran Bretaña tiene unos 10.000 soldados en Afganistán, incluyendo 500 de las fuerzas especiales. Pero el aumento de las bajas, cerca de 300 soldados británicos han muerto en Afganistán desde 2001, está provocando un deterioro del apoyo de la población británica a la guerra.

A esto hay que añadir el elevado coste económico que el conflicto tiene para Reino Unido en un momento en que el nuevo gobierno busca recortes en el gasto para frenar el enorme el déficit presupuestario que tiene el país.