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La crisis de Grecia vuelve a acaparar la atención en la reunión de los Ministros de Finanzas

  • El interés de su deuda se dispara y parece abocado al mecanismo de rescate
  • Los detalles del plan de créditos europeo sólo han aliviado la presión unos días
  • El Ecofin analizará en Madrid una posible tasa sobre la banca contra las crisis

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Ni las declaraciones de respaldo político ni los planes de ayuda detallados: ninguna medida parece capaz de contener la presión sobre Grecia, que sigue sometida a elevados tipos de interés para refinanciar su enorme deuda pública por los mercados financieros, que parecen dispuestos a llevar al límite su apuesta para forzar a que la Unión Europea salga al rescate.

El anuncio de los detalles de ese plan de auxilio financiero, difundidos el pasado domingo por la Comisión Europea, tan sólo han logrado calmar a los mercados unos días: si este lunes la tasa de interés de los bonos griegos a 10 años se situaba en torno al 5%este jueves volvía a superar el 7%, alcanzando concretamente en el 7,36%.

Esto supone rozar de nuevo la cota alcanzada la semana pasada, cuando los títulos griegos se vendían a un interés del 7,508%, el máximo desde que en 2001 Grecia se adhiriera al euro. En estos momentos, el diferencial con el bund alemán, el de referencia en Europa, es de 424 puntos básicos, insostenible para el país heleno.

Es decir, los inversores cada vez tardan menos tiempo en volver a cargar contra el Estado griego cada vez que sus socios europeos le respaldan. Así las cosas, la crisis fiscal griega será inevitablemente, por enésima vez, el principal asunto en el que deberán concentrar su atención los ministros de Finanzas, que este fin de semana se reúnen en Madrid en el marco de la Presidencia española de la UE, dejando en segundo plano aspectos como la supervisión financiera o la retirada de los estímulos económicos.

Mecanismo permanente y endurecimiento de sanciones

La duda ahora es si Grecia deberá recurrir al plan: el Gobierno griego que dirige Giorgios Papandreu había señalado que por ahora no tenía necesidad de recurrir a los préstamos prometidos. Sin embargo, este jueves daba lo que parece el primer paso para activar la ayuda, al solicitar los detalles sobre el montante y el calendario al FMI, la BCE y al Comisión Europea.

Aunque el Ministerio de Finanzas griego ha descartado que esa solicitud equivalga a activar la ayuda, lo cierto es que el país parece abocado a eso: tras colocar esta semana en los mercados deuda por valor de 1.564 millones de eurosel Gobierno puede hacer frente a los pagos comprometidos hasta mayo, pero a partir de entonces es una incógnita si podrá seguir financiándose en los mercados.

La crisis griega, además, espolea las dudas sobre otros países europeos, como Portugal, a quien Bruselas acaba de exigir mayores recortes para controlar el déficit. La vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Economía, Elena Salgado -que preside este semestre el Ecofin- ya ha advertido que habrá más países con déficit excesivo este año -20 de los 27 miembros de la UE tienen un procedimiento abierto.

El ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, ha ido aún más lejos, al no descartar crisis de deuda similares a la de Grecia en otros países. En este sentido, Juncker, al igual que la Comisión Europea, ha abogado esta semana por crear un mecanismo permanente de ayuda que permita afrontar estas crisis de los Estados del euro, otro de los asuntos que podrían estar sobre la mesa en la reunión del Ecofin.

La creación de ese mecanismo conllevaría un endurecimiento de las sanciones a los países con déficit público excesivo, un aspecto planteado este miércoles por la Comisión Europea. Precisamente, el fortalecimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento es uno de los asuntos que figura en el documento preparatorio de la Presidencia española, y que también menciona a Grecia.

Regulación financiera

Aunque es muy probable eclipse cualquier otro asunto, el programa oficial de la reunión incluye puntos de relevancia, como la implantación de una tasa para desincentivar el riesgo en la banca, que podría aportar hasta 50.000 millones anuales a las arcas de los Estados, dañadas por la crisis. 

Así, el Ecofin estudiará el documento presentado por la Comisión Europea el 6 de abril, con objeto de fijar una posición común que llevar a las próximas reuniones del G-20, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Entre las ideas que Bruselas puso sobre la mesa figura gravar los ingresos de los bancos, así como introducir una tasa mundial a las transacciones financieras, con el doble objetivo de contribuir a sanear las cuentas nacionales y fomentar la estabilidad del sistema financiero.

Por otra parte, los responsables de Finanzas también discutirán sobre los presupuestos nacionales de los socios. La Comisión Europea completó ayer su evaluación de los programas de estabilidad de los Veintisiete con la publicación del examen de Portugal, y aunque los ministros no deben pronunciarse sobre ellos hasta mayo, iniciarán el debate en Madrid.

Tras los encuentros de Eurogrupo y Ecofin, los ministros se reunirán el sábado y el domingo con sus homólogos asiáticos en el marco del ASEM. El orden del día gira sobre el crecimiento a largo plazo, pero Europa desea presionar a China para que establezca una política cambiaria más acorde con los mercados.