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¡Mamá! Me voy de Erasmus...¡A emprender!

  • La UE quiere fomentar el contacto entre PYMEs
  • Se puede estar de 1 a 6 meses en una empresa de otro país europeo

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La Comisión Europea pone en marcha un programa de Erasmus para emprendedores con el objetivo de "fomentar" el espíritu empresarial entre los 27.
La Comisión Europea pone en marcha un programa de Erasmus para emprendedores con el objetivo de "fomentar" el espíritu empresarial entre los 27.

Si le gusta viajar, compartir experiencias, adquirir conocimientos, crear una red de contactos, y de paso hacer amigos, esto puede interesarle. Los requisitos indispensables: ser nuevo empresario, es decir, tener una empresa de menos de tres años, o tener en negro sobre blanco un proyecto empresarial.

¿Los cumple? Pues está de enhorabuena. Empiece a hacer las maletas porque con un poco de suerte puede irse por Europa con una beca de entre uno y seis meses, para conocer cómo se trabaja en otras empresas de su sector.

Un Erasmus para emprendedores, con el que se quiere favorecer "la competitividad, la internacionalización y el crecimiento" de las PYME en el marco de la Unión Europea.

Contacto con empresarios afines

Experiencia que ha vivido Xavier Vilalta, arquitecto catalán, que ha acogido en su estudio durante un mes a Marisa, una emprendedora portuguesa con la que "hemos compartido conocimientos e intercambiado una experiencia formativa".

Para Xavier fue poco tiempo, aunque reconoce que fue "positiva" ya que te obliga a "replantearte cosas" para poder explicarle cómo trabajamos.

Básicamente de lo que se trata, dice Bernardo Aguilera, portavoz de la CEOE en Bruselas, es de que el emprendedor sea "la sombra" del empresario.

Las dificultades

Es cierto, reconoce, que no es fácil encontrar candidatos, ya que alguien no puede dejar su negocio durante 1, 2, 3 o los 6 meses que puede llegar a durar el intercambio. Por eso se pueden hacer en estancias cortas de quince días, de forma que no sea tan perjudicial.

Otra de las dificultades es encontrar empresarios que quieran acoger a emprendedores. Eso es lo que le ocurrió a Rosa María Reig, empresaria catalana. Ella quería participar  e ir a una empresa que tuviera "una estructura y proveyera de servicios de marketing estratégico".

Pero no encontró lo que buscaba. Así que se puso manos a la obra y empezó a contactar con empresas que se ajustaban a sus necesidades en Londres. Encontró tres, y tras hablar con ellas, logró que una se inscribiera en el proyecto y la acogiera durante 6 semanas.

Y allí se fue. A conocer cómo se trabajaba en tierras inglesas con una ayuda que según Bernardo Aguilera "no puede superar los 900 euros", lo máximo que permite Europa, y que depende del país al que se vaya.

Proyecto piloto

Por ahora han pasado por el programa -que está en fase experiemental- medio millar de personas deseosas de hacer networking y de "paliar esa falta de espíritu empresarial" que hay en Europa.

A primera vista puede parecer que sólo el emprendedor es quien obtiene beneficios, algo que Xavier niega, pues su Erasmus aportó "ideas en márketing y ventas" que era su especialidad.

Pero el fin último de este programa de intercambio es la posibilidad de abrir nuevas fórmulas comerciales, algo que tanto Xavier como Rosa María han conseguido aunque con desiguales resultados.

Surgen nuevas oportunidades

En el caso del arquitecto "vimos que podíamos tener una colaboración sustancial", pero "todavía no hemos podido llevarla a cabo", aunque no descartan ponerla en marcha en los próximos meses.

Sin embargo, Rosa María, sí que ha conseguido llevar a cabo algunos proyectos con su anfitrión en Londres. Este programa, explica, debe tomarse como "algo a largo plazo" en el que adquieres "conocimientos y también contactos".

¿Haré fotocopias?

Pero no todo son ventajas. Uno de los problemas que puede tener este tipo de programas es que el empresario que te acoge, te tome como un becario

Algo que se intenta evitar desde la organización, explica Aguilera, quien explica que esto consiste en lo siguiente:  "el anfitrión aporta ideas y conocimientos" de manera que el emprendedor"aprenda y pregunte" sobre todo lo que le vayan explicando.

Por eso, lo mejor es "dejar todo claro" antes de empezar el viaje, aunque siempre puede surgir algún tipo de mal entendido.

Nuevos contactos

Y por sacar una pega, dice la empresaria catalana, haría falta que se fomente el contacto entre los emprendedores, de manera que "se puedan compartir experiencias", aunque parece que esto ya está en vías de solución, pues se ha abierto una plataforma en Linked In para que puedan conocerse.

Incluso puede que de esas conversaciones salgan otros proyectos nuevos tanto dentro como fuera del propio país.

Una oportunidad que no todo el mundo puede disfrutar, y que puede servir en estos tiempos de crisis para buscar una salida a esas ideas que tenemos en mente y no sabemos como desarrollar.