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Competencia multa a tres empresas de gel de baño por crear un cártel con ocho millones de euros

  • Acordaron reducir los envases de sus geles manteniendo el precio
  • Henkel por denunciar el acuerdo se libra de pagar 4,2 millones

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La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha impuesto multas por un total de más de ocho millones de euros a las empresas Sara Lee, Puig y Colgate Palmolive por instrumentar y mantener un cártel de fabricantes de gel de baño.

En concreto, la sanción a Sara Lee asciende a 3,7 millones de euros; Puig ha sido multada con 2,4 millones; y Colgate Palmolive tendrá que pagar 2,1. Henkel se ha librado de la multa por denunciar el cártel, del que formaba parte, mientras que Sara Lee la ha visto reducida en un 40%.

En ausencia del programa de clemencia las sanciones que les hubieran correspondido habrían sido de 6,1 millones, en el caso de Sara Lee, y de 4,2 millones, en el de Henkel.

Cártel desde 2005

Competencia acredita la existencia de un cártel, creado a finales del año 2005, por Henkel, Sara Lee, Colgate y Puig, mientras que en el caso de Colomer considera que deben continuar las investigaciones para esclarecer totalmente su posición.

El acuerdo, adoptado a través de diversas reuniones entre los máximos directivos de dichas empresas líderes en este sector, consistió en un aumento encubierto de los precios del gel de baño y ducha, superior a un 15%.

Dicho incremento se conseguía vendiendo el gel de baño en un envase más reducido que el que comercializaban en ese momento, pero manteniendo el mismo precio del envase.

Un 15% menos de producto

Bajo este acuerdo, Henkel, Sara Lee y Puig redujeron entre junio de 2006 y mayo de 2007 los envases de sus marcas Fa, La Toja, Magno, Sanex, Lactovit, Kinesia, y Heno de Pravia en un 15% de su capacidad. Colgate no llegó a reducir sus envases en la fecha acordada.

Se trata de una conducta tipificada como muy grave en la legislación de competencia, de cuya ilegalidad eran plenamente conscientes las empresas implicadas y cuyos efectos pueden prolongarse incluso más allá de la infracción.

Esta práctica afecta no sólo a las marcas que han protagonizado la reducción del envase, sino al resto (pues el hecho de que las marcas líderes en el mercado incrementen sus precios hace que su distancia de precio respecto a las demás sea mayor).

Esto implica que el resto de marcas, incluidas las blancas, tuvieran un mayor margen para subir sus precios o, simplemente, para renunciar a sus políticas promocionales, "sin que ello les supusiera ningún riesgo de perder posiciones en el mercado".

En definitiva, la actuación de las empresas sancionadas supone, según Competencia, "un perjuicio directo para los consumidores".